Feria del Libro

Arturo Pérez Reverte criticó el lenguaje inclusivo y reveló un trágico pronóstico de la Argentina

El famoso escritor español, con 30 libros publicados, Arturo Pérez Reverte, presentó su libro "Revolución" en la Feria del Libro y abarcó una serie de conceptos sobre la actualidad global y argentina.

Ignacio Salerno
Ignacio Salerno lunes, 8 de mayo de 2023 · 11:03 hs
Arturo Pérez Reverte criticó el lenguaje inclusivo y reveló un trágico pronóstico de la Argentina
Foto: alfaguara.com

Arturo Pérez Reverte habló sobre el lenguaje inclusivo y las imposiciones que implica, detalló su experiencia en las revoluciones, dio un duro horizonte respecto a la pobreza argentina y criticó el dogmatismo político en los hechos de valentía. El diálogo fue con el periodista Jorge Fernández Díaz en el pabellón rojo de la Feria del Libro. 

El escritor español, autor de "El pintor de batallas", "Línea de Fuego", "El Italiano" y recientemente "Revolución", relató su paso por los levantamientos armados autoproclamados como revolucionarios y lo retrotrajo para el análisis del mundo actual. Fue corresponsal de guerra por 21 años; los literatos lo reconocen como el Hemingway del habla hispana. 

"Las revoluciones no cambian el mundo, sólo varían la realidad de los revolucionarios".

Como primer punto destacado, Pérez Reverte señaló al movimiento progresista como un daño hacia el alcance real de los hechos. Destacó que la vida no son las películas de Disney y que la violencia toma el rol de escuela de los jóvenes en reiteradas ocasiones. "No voy a dejar que ningún bruto ni analfabeto me diga como hacer mi trabajo", largó. En ese concepto se basó su libro presentado, "Revolución". 

Afirmó que el lenguaje es su herramienta de trabajo y puso como ejemplo los objetos de labor de un mecánico. "Imagínense que le quieren cambiar los destornilladores porque a ellos le parece", marcó. Definió como idiotas a los que proclaman el discurso y cambió la palabra "inclusivo" por "intrusivo". Cree que la limitación del lenguaje es la obstrucción de las ideas. 

Arturo Pérez Reverte en la Feria del Libro. 

Pérez Reverte viene a la Argentina hace treinta años. Le gusta pasear por el barrio Recoleta y frecuenta el bar "La Biela". Hace dos días, el escritor publicó una foto del boliche con las estatuas de Jorge Luis Borges y Bioy Casares. El detalle llamativo que señaló el escritor español es la cantidad de pobres que ocupan las calles porteñas. 

"Esos hombres valientes que son levantados por la policía cuando abren los locales, hoy son 10, mañana 100 y pasado 1.000. Qué piensan que pasará cuando a estos tipos les pongan machetes, armas, encima", expresó. 

Sin contextualizar en profundidad, el español dijo: "Es el final". Luego, éste tomó como referencia la analogía del Titanic. "Que la música siga sonando no quiere decir que el barco no haya chocado", lanzó. El ciclo de las revoluciones y los libros fueron tomados como centralidad para predecir el futuro intransigente del país. ¿Hacia dónde corre un caudal de 39,2% de pobreza y una inflación interanual del 104,3%?

En torno a la temática que más le nutre, Pérez Reverte desarrolló la materia de los levantamientos armados de izquierda como un puntapié histórico. Manifestó que "las revoluciones no cambian el mundo, sólo varían la realidad de los revolucionarios". Aludió a que no hay blanco y negro en las guerras y que hay violadores, torturadores y asesinos con gusto en todos los bandos. 

"Esos hombres valientes que son levantados por la policía cuando abren los locales, hoy son 10, mañana 100 y pasado 1.000. Qué piensan que pasará cuando a estos tipos les pongan machetes, armas, encima".

Tras un vaivén académico, el escritor aplaudió la valentía de los soldados argentinos en las Islas Malvinas. Hizo énfasis en que se debe poder quitar el hecho de valor de un guerrero del trasfondo político que lo comprende. "En la guerra civil española, había muchos jóvenes de 18 años que luchaban en un bando simplemente porque los habían levantado de su pueblo y les habían dado un fusil", puso como ejemplo. 

El español, llegando al final de la conferencia, determinó que no se debe obviar que en Argentina ve mucha más lucidez que en Europa. Entiende que la prosperidad mantenida en el tiempo se transforma en estupidez. 

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