Día mundial de la esclerosis múltiple

Mi vida con esclerosis múltiple

Cada 30 de mayo se celebra el día mundial de la esclerosis múltiple. Es una enfermedad neurológica crónica, que afecta en su mayoría a adultos jóvenes. Inés Defferrari nos cuenta en MDZ lo que es convivir con esclerosis múltiple desde hace 17 años.

Inés Defferrari martes, 30 de mayo de 2023 · 12:01 hs
Mi vida con esclerosis múltiple
Inés embarazada de su hija Helenita Foto: ID

La vida nos presenta desafíos inesperados que pueden cambiar nuestro rumbo de formas inimaginables. En mi caso, hace 17 años, la esclerosis múltiple irrumpió en mi vida de manera abrupta. Esta enfermedad ha dejado una profunda huella en mi vida, desafiando mi fortaleza física y emocional. Sin embargo, en medio de esta batalla, he descubierto que la presencia de Dios y el amor incondicional de mi familia han sido fundamentales para enfrentarlo con valentía y esperanza, sabiendo que es una circunstancia que llevaré conmigo el resto de mi vida. 

Cuando me diagnosticaron esclerosis múltiple, el miedo y la incertidumbre se apoderaron de mí. Me preguntaba cómo sería mi vida y qué impacto tendría esta enfermedad en mi futuro. Fue en ese momento que la fe en Dios se convirtió en un pilar fundamental para mí. Con el paso del tiempo, en lugar de centrarme en lo que no podía hacer, comprendí que mi enfermedad no era en vano y que podía usar mi experiencia para inspirar a otros y ser una voz de aliento para aquellos que enfrentaban desafíos similares.  

Inés y su familia.

Después de 11 años con esclerosis múltiple, tuve la bendición, de ser madre, un sueño que en algún momento creí que nunca iba a cumplir, pero como Dios escribe derecho en renglones torcidos en mayo de 2017 llego a nuestras vidas Helenita. Dios me ha dado la oportunidad de ser madre y experimentar ese amor incondicional. Mi hijita me ha enseñado a valorar los momentos más simples y a encontrar alegría en las pequeñas cosas de la vida.

La presencia constante de mi familia, mi marido, mis padres y mis 5 hermanos también han sido un pilar fundamental en mi camino con la esclerosis múltiple. Ellos me han brindado un apoyo incondicional, siempre dispuestos a ayudarme en los momentos difíciles. Su amor y comprensión me han dado fuerzas para seguir adelante y superar los obstáculos que esta enfermedad me presenta día a día.

Inés con su esposo y su hija Helenita.

La esclerosis múltiple ha cambiado mi vida de muchas maneras, entre ellas y contra viento y marea, cada 28 días recibo con internación ambulatoria mi medicación para seguir adelante, pero aunque parezca muy raro y hasta difícil de entender, hoy después de todo el camino recorrido la agradezco porque he aprendido a ser agradecida a valorar el abrazo de mi hija de todos los días, el poder disfrutar del amor incondicional de mi marido, de mi familia y todos los que me rodean. No se trata solo de encontrar consuelo en los momentos difíciles, sino también de descubrir un propósito más profundo de lo que nos pasa en la vida.  

La esclerosis múltiple es una enfermedad desmielinizante inflamatoria. Está provocada por un daño en la mielina, un material graso que aísla los nervios. En la esclerosis múltiple, la pérdida de mielina afecta a la forma en que los nervios conducen los impulsos eléctricos hacia y desde el cerebro. Los síntomas pueden ser, entre otros, visión borrosa, debilidad en las extremidades, sensación de hormigueo, inestabilidad, problemas de memoria y fatiga. La causa de la esclerosis múltiple permanece desconocida hasta hoy.

La pequeña Helenita.

Aunque no modifica esencialmente la expectativa de vida de las personas que la padecen, constituye una de las afecciones neurológicas más discapacitantes en el adulto joven, lo que implica un serio impacto. La esclerosis múltiple no es ni contagiosa, ni hereditaria, ni mortal.

No tiene cura por ahora, pero si hay medicación para controlarla, atenuar o espaciar los brotes o remisiones.

* Inés Defferrari.

Instagram @Inedefferrari

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