Crisis educativa

Escasez de docentes: las causas que convierten en una odisea cubrir puestos clave

Si bien la oferta de institutos de formación es excesiva en nuestro país, el acceso a la carrera parece ser una variable insuficiente para garantizar la cantidad de docentes necesarios.

Ángeles Reig
Ángeles Reig martes, 4 de abril de 2023 · 09:00 hs
Escasez de docentes: las causas que convierten en una odisea cubrir puestos clave
A pesar del aumento de la matrícula, cada vez son menos los graduados de las carreras docentes

Las clases empezaron hace un mes, sin embargo, hay instituciones que todavía siguen complicadas para cubrir puestos vacantes. “Conseguir un profesor de física o química es casi imposible”, se lamenta Dolores, directora de Nivel Secundario de un colegio privado de la zona norte del conurbano.

Pero el problema no es solamente con los profesores del secundario, sino también con las maestras de nivel primario. En algunas jurisdicciones, toman estudiantes que aún no se recibieron para cubrir suplencias.

¿Cuáles son las causas? Son varias, como suele suceder cuando se analizan fenómenos sociales de cierta magnitud. Sin embargo, podríamos resumirlas en tres: la escasez de graduados de carreras docentes, la baja calidad en la formación de los que se reciben y un salario docente poco atractivo.

Cada vez menos graduados

De acuerdo con un informe recientemente elaborado por el Centro de Estudios de Educación Argentina (CEA) de la Universidad del Belgrano, si bien la matrícula viene aumentando notoriamente, no sucede lo mismo con la cantidad de alumnos que obtienen el título, algo análogo a lo que ocurre en las nuevas universidades del conurbano.

Según los datos relevados, mientras en el año 1996 había 227.357 estudiantes en los centros de formación docente de nivel superior no universitario, en 2021 ese número era de 572.765, es decir, hubo un aumento del 154,2% de la matrícula total.

Sin embargo, mientras en 1996 se graduaron 40.661 docentes, en 2021 lo hicieron 56.916, es decir, apenas un 40% más. Si desagregamos por tipo de gestión, el problema se agrava aún más todavía: mientras la tasa de graduación se mantuvo proporcional al crecimiento de la matrícula en los institutos de gestión privada, en los de gestión estatal la diferencia es dramática. Allí, el aumento en la cantidad de inscriptos fue, como dijimos, del 154,2%, pero el incremento de graduados alcanzó un magro 23,1%.

Fuente: Centro de Estudios de Educación Argentina
Cuadro del Centro de Estudios de Educación Argentina

La baja calidad formativa

La segunda causa tiene que ver con otro problema que afecta a la educación argentina en general, y es la idea que durante muchos años dominó (y domina) la toma de decisiones en este campo, que consiste en defender la inclusión como única variable para garantizar el derecho a la educación. Este prejuicio ideológico ha llevado a descuidar enormemente la calidad de lo que se enseña en las escuelas y también en los centros de formación docente.

De acuerdo con la última información oficial disponible, en nuestro país funcionan un poco más de 1500 centros de formación docente, convirtiéndonos en el país con mayor cantidad de profesorados por millón de habitantes de la región. Mientras Colombia cuenta con 2,3 centros por cada millón de habitantes y Chile o México tiene con 4, aquí contamos con 34.

Como ya afirmamos, esta proliferación de institutos no es garantía de calidad educativa. Los pobres resultados que viene mostrando Argentina en las pruebas estandarizadas dan cuenta, entre otras cosas, de la falencia en la formación docente. De hecho, muchos colegios privados que apuntan a una educación de calidad tienen serios problemas para conseguir gente suficientemente formada para poner al frente de sus clases. Para los colegios bilingües puede llegar a transformarse en una misión imposible.

Salarios poco atractivos

Finalmente, la baja calidad del salario docente hace que la opción por este tipo de carreras resulte poco competitiva a la hora de elegirla como carrera profesional. Teniendo en cuenta que convertirse en docente de nivel primario o inicial, o profesor de secundaria lleva cuatro años, quienes tienen la posibilidad, optan por carreras que, a misma cantidad de tiempo, abran hacia sectores monetariamente más atractivos.

El informe del Observatorio de Argentinos por la Educación denominado “Enseñar, a pesar de todo” (2021), es bastante elocuente al respecto: de las 18 actividades relevadas por la Encuesta Permanente de Hogares, la enseñanza se encuentra en el puesto 15 en el ranking de salarios, sólo por encima de actividades administrativas y del trabajo doméstico.

En este sentido, Facundo Lancioni, Secretario General de SEDUCA, denuncia que “hoy en día tenemos todas las jurisdicciones del país que cerraron paritarias docentes a la baja: proyectaron un primer semestre de 30% de inflación y en marzo ya estamos pisando el 20. Vamos a volver a tener docentes con salarios que pierden ante los aumentos de precios y eso es un problema”, se lamenta. “El salario docentes está por debajo de la Canasta Básica Familiar. Hoy tenemos docentes que son pobres”, concluye.

Así, las tres causas enumeradas retroalimentan el círculo vicioso. No alcanza con mejorar los salarios si no mejora la calidad de la formación y viceversa, así como tampoco se modificará el statu quo hasta tanto quienes toman las decisiones en materia educativa entiendan que levantar la bandera de la inclusión sin atender a calidad de lo que se enseña, termina siendo una política sumamente excluyente.

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