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Por qué a pesar de los paros las escuelas de la UNCuyo siguen siendo las más elegidas

Para ingresar los chicos tienen que tener un promedio casi de 10. Ellos saben de la exigencia, pero rara vez quieren faltar.

Redacción MDZ
Redacción MDZ miércoles, 29 de marzo de 2023 · 09:04 hs
Por qué a pesar de los paros las escuelas de la UNCuyo siguen siendo las más elegidas
Los chicos generan sentido de pertenencia desde el primer día Foto: Instagram DAD UNCuyo

Antes de escribir sobre la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) y lo que representa para la sociedad de Mendoza, quiero aclarar que soy mendocina “por adopción”, por lo que, durante muchos años, no supe sobre el prestigio de sus instituciones.

No fue hasta que tuve hijos y, sobre todo, hasta que estuvieron en edad escolar que empecé a interiorizarme sobre la “importancia” de que los chicos estudiaran en una escuela de la UNCuyo.

Y no solo era un rumor popular, sino que los propios egresados confirmaban que no existe en Mendoza un mejor lugar para estudiar.

Entrar, de por sí, no es para cualquiera. Mi hija -que por recomendación eligió el DAD– ingresó con un promedio de 9,89, uno de los más bajos de ese año. Cabe destacar que en la escuela son 12 primeros, por lo que la mayoría ingresó con un promedio de 10 o muy poquito menos.

Foto Instagram DAD UNCuyo

Desde la primera reunión de padres el mensaje es claro: “Ustedes están acostumbrados a tener hijos de 10, ahora no van a tener todo 10”. La exigencia promete.

Pero a ellos no es eso lo que les llama la atención.

Una vez que entran, se llevan a cabo los cierres de lista para las elecciones en el centro de estudiantes, una actividad que entusiasma a la mayoría con campañas prometedoras y divertidos festejos, llenos de música, color y comida.

Entre las propuestas de los que aspiran a quedarse liderando todo un año no pueden faltar los días temáticos, en los que los alumnos pueden disfrazarse según el tópico elegido.

Cómo si esto fuera poco, los chicos cuentan con actividades extra como la DAD Champions League o la NBDAD, campeonatos de fútbol y básquet respectivamente, además de los de vóley y baile, entre otras actividades que - evidentemente - no solo buscan entretener a los chicos, sino más bien atraerlos.

La final de la DAD Champions League. Foto: Instagram dad_uncuyo

Pero ellos no se quedan solo por esto.

Del primer al último día, en los pasillos se habla sobre la "bajada", en la que todos los alumnos de la escuela bajan – valga la redundancia – desde la escuela hasta la plaza Independencia, previa parada en los portones del parque.

Los chicos no quieren faltar a la escuela. Generan un enorme sentido de pertenencia desde que entran, desde primero.

Y ojo, que no es pura “joda”, porque no se pueden llevar más de dos materias ni pueden dejar previas. Porque les exigen desde el primer día de clases y no hay excusas que valgan.

Este año mi hija, que va a segundo año, cursó 8 días y un módulo de inglés. Pero ya participó de las actividades de Dembow, Oktubre y Caravana; ya tuvo que leer un libro de Sachieri. Hizo actividades y agenda, porque sabe que cuando se reanuden las actividades, va a estar "heavy". 

"No sé cómo explicarlo", me dice, pero igual creo entenderla. Las escuelas de la Universidad no son solo un lugar para estudiar, sino más bien para desarrollarse como personas, para aprender a construir el pensamiento crítico, para entender cómo desenvolverse en la vida misma. 

Ellos no quieren faltar y les duele tener que hacerlo. Entonces, a pesar de los 180 días de paro en los últimos 10 años, padres y chicos seguimos eligiendo las escuelas de la UNCuyo.

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