Psicologia

¿Los hábitos no hacen al monje?

Un hábito es una conducta que se repite la suficiente cantidad de veces para convertirse en una acción automática. Asimismo, los hábitos son moldeados por sistemas que existen en la vida de cada uno: por qué no logro hacer lo que me propongo?

Carlos Gustavo Motta
Carlos Gustavo Motta sábado, 11 de marzo de 2023 · 16:41 hs
¿Los hábitos no hacen al monje?

Por qué no bajo de peso o dejo de fumar o ahorro para mi retiro o no logro dedicar el tiempo necesario a las cosas que me interesan?...solo interrogantes que se formula una persona que intenta a toda costa modificar lo que molesta, fastidia y obtura los vínculos cotidianos. Se sospecha que al menos un mes se tarda en incorporar un hábito nuevo y se requiere un esfuerzo personal para realizarlo.  Un best seller que apela a lo atómico en su título promete poder sentirnos mejor y para ello son los buenos hábitos que permiten mejorar nuestra vida. Una serie de leyes de cambio de conducta permitiría avanzar con pequeñas variables y resultados que califica notables.

Bajo el signo de las terapias comportamentales, señala que la conciencia es antes que el deseo porque el cerebro construye emociones. Sin embargo se confunde anhelo con deseo. Además establece que la felicidad es simplemente la ausencia de deseo porque afirma que la misma es pasajera y porque siempre surge otra cosa cuando se obtiene aquello que uno piensa necesita.  La confusión entre querer y desear es excepcional, quizás error de la traducción o equiparar ambos significados como si fuesen lo mismo.

La receta del cambio de hábito resulta útil sólo por un tiempo: la condición de goce, de mortificación de una persona, no se sustituye con voluntarismo a través de un marco referencial provocado por un trabajo personal intuitivo y superficial. Además propone llevar un diario de cambios de hábito pensando probablemente que la letra escrita reafirma la conducta decidida de la persona que no repetirá ni lo molestará. Acción que remite a viejos hábitos pedagógicos donde el niño/a castigado/a debía a escribir “cien veces no debo”.

Una frase de Nietzche resuena a lo largo del texto: “Aquel que tiene un porqué por el cual vivir, puede soportar casi cualquier cómo”. Algo que el filósofo y poeta alemán revela como verdad parcial porque conoce que la verdad no puede decirse toda. Como tampoco un ofrecimiento seductor que revela una intención fugaz para quienes sienten que deben cambiar. El texto está atravesado de consignas, datos, gráficos que intentan detallar una y otra vez un convencimiento bajo otras conductas de tenor imperativas.

El libro como pasatiempo resulta divertido pero las consignas que se repiten a lo largo de la publicación, intentan doblegar conciencias donde una de las indicaciones ofertadas es pasar tiempo con otros aparentemente exitosos para que uno mismo se “contagie” de eso. Y si no es un hábito lo que se repite? Si aquello que insiste tiene que ver con una condición que la persona una y otra vez intenta modificar? Algo de esto tiene que ver con la repetición, ese mecanismo psíquico que se produce con
diferencia y no con igualdad.

Cuántas veces ante una situación distintas expresamos a viva voz que nos ha vuelto a pasar lo mismo? Cuántas veces necesitamos chocar con la misma piedra? La medicina y la psiquiatría clásica han determinado en una época un modelo neuronal cuyas características han sido la primacía del cerebro. Por otro lado, estamos de acuerdo que se debe investigar aún más este órgano. Hoy la medicina tiene un modelo neuronal elíptico donde en sus extremos se encuentra el cerebro y el intestino, lean mi nota del 4 de marzo en MDZ.

Allá lejos y hace tiempo un neurólogo llamado Sigmund Freud lo exploraba y un psiquiatra más contemporáneo llamado Jacques Lacan lo continuó, ambos despejando y aportando sobre un modelo psíquico pulsional. No estamos en contra de libros que despierten intereses pero no está mal de vez en cuando permitirnos señalar que las soluciones rápidas originadas por condicionamientos, no tienen que ver con buenos resultados. Resulta más sincera otra publicación que se ve por las librerías, la de Inazo Nitobe “Bushido".

El código del Samurai” donde la ética de nuestras acciones salen a relucir e indican el camino a seguir o, sin ir más lejos, el decir de Lali Espósito (de paso les comento que su recital en Velez fue de una calidad estupenda) al recibir la distinción de Personalidad Destacada de la Cultura a cargo de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y su frase: “Nadie te debe decir lo que debes hacer”.

* Carlos Gustavo Motta es psicoanalista y cineasta.

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