El dato que preocupa sobre la educación terciaria en la Argentina
Cada vez más estudiantes abandonan los estudios en ese nivel de educación. ¿Cuáles son las razones y en qué lugar se encuentra el país?
La importancia de la formación profesional constituyó desde siempre un camino más directo hacia el mercado laboral. Sin embargo, en la Argentina, fruto de la una serie de factores como la crisis general de la educación y la necesidad de acelerar el acceso a un empleo, la educación terciaria está lejos de ser una de las usinas de nuevos profesionales ya que apenas 1 de cada 4 argentinos completó el proceso de capacitación en ese nivel.
De acuerdo con un informe del Centro de Estudios de la Educación Argentina de la Universidad de Belgrano, apenas el 24 por ciento de los argentinos logró completar el nivel educativo terciario, según datos publicados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
De esta manera, nuestro país se ubica muy por debajo del promedio de la OCDE, que llega al 41%, y ocupa el lugar 36º entre las 44 naciones incluidas en el listado.
La Argentina y la región
Siempre de acuerdo con el estudio de la Universidad de Belgrano, en América latina, la Argentina queda posicionada después de Chile, donde el 31 por ciento de la población de entre 25 y 64 años de edad cuenta con un título terciario, y de Costa Rica, donde ocurre lo propio con el 25 por ciento. En el mismo sentido, nuestro país supera a Colombia (22 por ciento), Brasil y México (ambos, con el 21 por ciento de la población con estudios terciarios completos).
“La tasa de desempleo de las personas que culminaron el nivel terciario es de apenas 3 por ciento en nuestro país, mientras que la de quienes completaron el secundario llega al 8 por ciento y la de quienes no lo terminaron, al 9 por ciento”, indicó Alieto Guadagni, director del Centro de Estudios de la Educación Argentina de la UB.
“Los datos publicados por la OCDE ponen de manifiesto que lograr un mayor nivel educativo mejora las probabilidades de acceder a un empleo, al mismo tiempo que ayuda a que los jóvenes no queden en situación de Ni-Ni, es decir de ni estudiar ni trabajar. Es por ello que no sólo se debe fomentar la inscripción de los jóvenes en los niveles secundario y terciario, sino sobre todo la finalización de dichos estudios”, completó el especialista.