Aplicación de la ley

Todavía no hay una fuerte presencia del Etiquetado Frontal en los productos que llegan a Mendoza

La Ley de Etiquetado frontal se puso en marcha a mediados de agosto. Sin embargo, comerciantes reconocen que aún no hay presencia de productos en las góndolas y los motivos son varios.

Federico Lagiglia
Federico Lagiglia lunes, 5 de septiembre de 2022 · 08:31 hs
Todavía no hay una fuerte presencia del Etiquetado Frontal en los productos que llegan a Mendoza

Durante el mes de agosto comenzó a regir la Ley de Etiquetado Frontal que fue sancionada en octubre de 2021. Esta norma establece que los alimentos procesados con algún tipo de exceso deben llevar un sello que aclare al consumidor esa condición.

Los productos que a partir de ese sábado deberían llevar dicho sello para su comercialización, son aquellos alimentos que no fueron alcanzados por las prórrogas solicitadas que se concedieron a unas 240 empresas.

En esta primera etapa, los productos que estaban principalmente afectados eran aquellos que se dirigen al público de niños/as y adolescentes, como las golosinas y las gaseosas.

Si bien se esperaba que miles de mendocinos se encontraran con los productos en las góndolas de comercios y supermercados, a poco más de quince días de que comenzara a regir la norma, en la provincia aún no se normaliza. Los motivos varían, pero esperan que dentro de "unos meses" la situación pueda normalizarse.

"En cuanto a la Ley de Etiquetado Frontal nos pusimos en marcha el pasado 21 de agosto, pero los productos que han llegado a las góndolas con la etiqueta negra son muy pocos. Hablamos con las empresas y muchas de ellas han pedido una prórroga para poder cumplir", explicó a MDZ Rubén David, encargado de Oscar David Mayorista.

Y agregó: "Las empresas están inclinándose a la prórroga para poder cumplir con el tema del 'packaging' como también por el tema de la reformulación del producto. Lo que hacen muchas empresas reformulan los productos y lleva un tiempo para que ese producto se apruebe por los organismos estatales y de ahí poder sacarlos a la venta. Eso los ha demorado".

"Están llegando pocos productos, algunos están faltando porque ya no pueden envasarse más en el packaging viejo sino que hay que hacerlos en uno nuevo, entonces con los problemas de importación no vemos que lleguen con las etiquetas negras", indicó a MDZ.

Sobre el comportamiento del consumidor, insistió: "Estamos esperando, pero no hay mucho consumidor o cliente que nos haya preguntado interiorizándose en el tema".

También hizo hincapié en que la situación pueda normalizarse próximamente. "Las empresas están trabajando, sé que de a poco van a ir llegando los productos y en las góndolas veremos el mismo producto de la misma marca con etiquetado y sin etiquetado porque podemos tener un stock de productos viejos".

En cuanto a plazos, la expectativa de los comerciantes es que "en los próximos seis u ocho meses veamos que todas las góndolas esté con el etiquetado frontal".

Reacción ante el etiquetado negro en un alimento 

Distintos especialistas llamaron a "no demonizar" el etiquetado frontal de un producto. "La gente no se tiene que asustar y se tiene que acostumbrar. Quienes tengan dudas ante estos sellos de advertencia, tienen que consultar, preguntar, asesorarse y no quedarse con la duda. Los sellos no poseen un mensaje alarmante, sino que buscan advertir a los consumidores sobre los excesos de los alimentos", dijo a MDZ la nutricionista María Cecilia Llaver.

"Estos octógonos van a indicar que un producto tiene un exceso de azúcares, grasas totales, grasas saturadas, calorías y sodio", aclaró la nutricionista y agregó que la etiqueta "nos indica en qué consiste el contenido de ese alimento, que quizás nosotros podemos ver que es muy rico o sabroso, pero justamente al tener un exceso de grasas, sal, sodio, azúcares hace que este alimento sea más apetecible".

Normas y plazos de la "nueva" Ley

La reglamentación establece dos etapas para la implementación de la ley. En la primera, las grandes empresas tendrán nueve meses para su cumplimiento mientras que las Pymes deberán hacerlo dentro de los 15 meses de la entrada en vigencia de la ley. En esta instancia, el punto de corte está en las 300 kilocalorías cada 100 gramos para alimentos y 50 kilocalorías cada 100 mililitros para las bebidas. Además, la normativa establece el corte en 20% del total de energía proveniente de azúcares, un 35% en el caso de las grasas totales, 12% para las grasas saturadas y 5 miligramos de sodio por kilocaloría. Aparte de eso, siempre que los alimentos contengan cafeína o edulcorantes deberán llevar una aclaración en el frente del envase.

La segunda etapa establece un plazo de 18 meses para las grades empresas y de 2 años para las Pymes. El corte es aun más bajo en las cinco categorías: 275 kilocalorías cada 100 gramos en alimentos y 25 kilocalorías cada 100 mililitros en bebidas. Para el azúcar el corte se establece en 10% del total de energía, 30% para las grasas totales, 10% para grasas saturadas y 1 miligramo de sodio.

La reglamentación especifica que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), será la responsable de fiscalizar y controlar que la publicidad de alimentos y bebidas tengan sellos de advertencia acordes a esta normativa. También se instruye al Consejo Federal de Educación a promover hábitos de alimentación saludable. 

 

 

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