Servicios sexuales

El drama detrás de la "zona roja" en una importante ciudad turística

La aprobación de la delimitación de una "zona roja" en Mar del Plata despertó críticas por parte de las trabajadoras sexuales que piden respeto por el derecho que tienen a ejercer su trabajo. Aplicarán abultadas multas y días de cárcel a quienes incumplan la normativa.

Andrea Ginestar
Andrea Ginestar miércoles, 29 de junio de 2022 · 07:10 hs
El drama detrás de la "zona roja" en una importante ciudad turística
Las trabajadoras sexuales denuncian que la medida implementada en Mar del Plata vulnera el derecho al trabajo Foto: shutterstock.com

La aprobación de una ordenanza en Mar del Plata que estipula la existencia de una "zona roja" para que trabajadoras sexuales ofrezcan sus servicios en la vía pública está en el centro del debate entre quienes ven beneficios y quienes temen que sirva de excusa para aplicar medidas punitivas.

La normativa aprobada por el Concejo Deliberante de Mar del Plata fue impulsada por el bloque de Juntos por el Cambio y delimita un espacio específico para que las trabajadores sexuales ofrezcan sus servicios en la vía pública. Según una referente de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (Ammar), esta medida las perjudica ya que se imponen reglas cuyo incumplimiento supone abultadas multas que llegan a los 600 mil pesos y días de cárcel. 

"Los vecinos pidieron que nos saquen de la zona donde estábamos ya que personas que se dedicaban a la venta de cocaína asesinaron a un adolescente hace un tiempo y el intendente Guillermo Montenegro nos metió a todos en la misma bolsa. No fue por nosotras...nos dedicamos a trabajar vendiendo nuestros cuerpos, no somos delincuentes", explicó Cecilia Vega, quien forma parte del sindicato que nuclea a las trabajadoras sexuales de Argentina y ejerce la prostitución desde hace 14 años.

"No somos todas santas, la que tenga problemas con la justicia que se arregle...no es verdad que el 70% de las trabajadoras sexuales comercializa estupefacientes. Si eso fuera verdad todas podríamos vivir mejor y no es así", agregó.

Al ser consultada por la implementación de la ordenanza, Vega fue tajante al referirse al rol que ejerce la policía de la zona: "Nos golpean y corren de todos lados, nos amenazan con multas y de 5 a 30 días de cárcel porque no respetan el derecho que tenemos a ejercer nuestro trabajo".

Zona de conflicto

Uno de los aspectos que cuestionan las trabajadoras sexuales es que, a partir de la aplicación de la ordenanza, se vieron obligadas a abandonar la zona de Luro que comprende aproximadamente 9 cuadras y la vieja Terminal que consta de 4 cuadras. "Hay aproximadamente 150 compañeras que trabajaban en esas zonas que se vieron obligadas a trasladarse a Capital Federal ya que vieron imposibilitado el acceso a su trabajo a partir de la ordenanza aprobada por el municipio", destacó Vega.

"Estamos buscando las soluciones para poder seguir trabajando, no podemos sobrevivir así ya que no podemos trabajar en ningún lado. La zona donde nos quieren poner iba a ser atrás del Mundialista pero tenemos miedo de ir ahí ya que los vecinos de esa zona también nos rechazan y mientras tanto estamos caminando por el centro y la costa buscando algún cliente. Estamos en una situación muy crítica...", agregó.

Detalles de la ordenanza

La iniciativa aprobada establece que la oferta y/o demanda de sexo en la vía pública solo podrá llevarse a cabo en los lugares y horarios específicamente habilitados por el Departamento Ejecutivo Municipal. De esa forma, quedan excluidos los lugares que posean vecinos con residencia domiciliaria y supone la creación de un Programa Zonas Seguras de Protección Integral “a fin de promover medidas focalizadas para la prevención de la violencia y los delitos en las zonas del Partido de General Pueyrredón donde se ejerza la prostitución”.

Uno de los aspectos que critican desde el sindicato de trabajadoras sexuales es que en la zona de Luro y la vieja terminal hay espacios donde no hay vecinos frentistas que serían adecuados para poder brindar los servicios, sin embargo, se les prohíbe trabajar en esos lugares.

"Las trabajadoras que decidimos quedarnos en Mar del Plata caminamos por el centro o la costa buscando clientes ya que necesitamos tener un ingreso que nos permita sobrevivir", finalizó Vega.

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