Autosuperación

Es locutora gracias a su papá y su pasión le hace superar su timidez y sus problemas de dicción

Descubrió su vocación de locutora gracias a su papá, que tenía un programa en la radio. A pesar de que le cuesta la lectura y la dicción, hoy conduce un programa en la radio FM La 31, en el Barrio Mugica (Villa 31). Cómo es esta pasión que la llevó a trascender su timidez y las críticas.

Giza Almirón
Giza Almirón lunes, 18 de abril de 2022 · 21:41 hs
Es locutora gracias a su papá y su pasión le hace superar su timidez y sus problemas de dicción

Gloria Penayo Bernal tiene 25 años, es paraguaya, vive desde los 16 en la Argentina, en el Barrio Mugica (Villa 31) y la llaman Lola. “Desde chiquita empecé en la radio con mi papá. Él era locutor, hacía su programa de lunes a viernes en Paraguay: Las horas de las polkas paraguayas”, cuenta y agrega: “Siempre lo acompañaba a hacer su programa a las 5 de la mañana, estaba con él, le pasaba los cd”.

Lola veía que Gerardo, su papá, “disfrutaba mucho estar en la radio. Le llegaban miles de mensajes, saludos, llamadas”. Tal vez fue el hecho de compartir esos momentos de alegría lo que hizo crecer en ella su vocación: “Él fue el que me motivó a querer ser locutora, pero yo ya lo tenía adentro. No me animaba a hablar ni a decirle a mi papá que me dé el micrófono para practicar”. Así lo recuerda Lola, quien se reconoce “muy tímida”.

Gerardo, el papá de Lola, quien la motivó a descubrir su vocación de locutora

Gerardo era acompañado por su hija cada mañana, a pesar de la lluvia, el intenso frío o el sofocante calor. “Yo admiraba muchísimo que su audiencia lo llamara y le diera aliento”, dice Lola y enfatiza: “Yo deseaba mucho ser locutora”. A los 12 años logró trascender su timidez y “me animé a decirle en voz baja: ‘Papá, yo quiero ser locutora. Enseñame a ser como vos’. Me miró y me sonrió”. Acto seguido, Gerardo le propuso empezar a pasar los números de teléfono de la radio y saludar a la audiencia. Además, habló con el dueño de la radio y “le pidió una oportunidad para que yo hiciera una hora romántica, de música tropical, cachaca, rancheros, música mexicana que se escucha mucho en Paraguay”.

Luego de que Lola llegara a la Argentina, su tío abrió una radio comunitaria en el Barrio Mugica, le pidió asesoramiento a Gerardo y le ofrecieron a ella un programa de una hora de música romántica, de lunes a viernes. “Después dejé un tiempo y a los 20 años volví. Me di cuenta de que esto es lo que quiero hacer”, dice convencida.

En su actual programa, Conquistando corazones, que se transmite por FM La 31 92.9 los sábados de 10 a 12, pasa la música que más se escucha en Paraguay. “Al principio no me escuchaba nadie, soy muy tímida e insegura de mí misma. Tenía miedo de que se burlaran y nunca invité a que me escuchen”, cuenta Lola y admite que “hasta ahora me cuesta la lectura y pronunciar las palabras, me da miedo decir cosas que no son adecuadas”.

Estas dificultades la llevaron a recibir muchas críticas de los oyentes: “Me preguntaban para qué venía a la radio, me decían que esto no era para mí. Me duele mucho, pero sigo adelante”.

Lola con sus hijas

A pesar de todo, Lola sigue apostando por su vocación: “Lo que me pasa es algo mágico. Toda mi tristeza, preocupación y estrés se va cuando estoy en mi radio”. Si bien admite que tiene mucho por mejorar, su pasión la lleva a superarse cada día. Hace poco terminó un curso de formación para locución, gracias al cual “estoy mejorando la voz, hablo mejor, digo mejor las palabras. Me ayudó a comunicarme mejor y atraer más gente”.

Mantener su programa durante la pandemia generó más apoyo y más mensajes de la audiencia, que fue creciendo cada vez más y actualmente recibe buenas críticas acerca de Conquistando corazones.

La admirable pasión y perseverancia de Lola la llevan a autosuperarse y luchar por trascender las propias dificultades. Tener clara su vocación de locutora la motiva a lograr su sueño: "Es una locura lo que siento, no puedo explicar lo que vivo. Disfruto muchísimo, ser locutora es lo que quiero".

 

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