Alfabetización

3,1 millones de jóvenes, niñas y niños podrían abandonar la educación en Latinoamérica

La falta de contacto con las instituciones educativas y la incapacidad de adecuar las propuestas educativas a un nuevo contexto aumentaron significativamente el riesgo de deserción escolar a números alarmantes. Pero, ¿hay algo que podamos hacer para revertir estos efectos?

Luciana Tixi y Agustín Pardo
Luciana Tixi y Agustín Pardo miércoles, 9 de febrero de 2022 · 11:10 hs
3,1 millones de jóvenes, niñas y niños podrían abandonar la educación en Latinoamérica
Foto: Pexels

Según estudios de Cepal y Unesco se estima que la interrupción de clases presenciales afectó a más de 167 millones de estudiantes. Durante 2020 casi todos los países del mundo suspendieron las clases presenciales para amortiguar los efectos sanitarios del covid-19. La no presencialidad fue especialmente perjudicial para los niños y niñas de entre 4 y 7 años, edad en la que adquieren competencias básicas necesarias para poder avanzar con su desarrollo educativo. Una de las principales es la alfabetización temprana, una habilidad troncal para el desarrollo educativo posterior. 

¿Qué es la alfabetización? 

La alfabetización, entendida como la capacidad de leer y escribir en una lengua dada, es un proceso multisensorial que abarca numerosas habilidades, desde la conciencia fonológica (el reconocimiento de los sonidos en el lenguaje), la percepción auditiva y visual, la memoria, el ritmo, la motricidad, la atención y hasta la comprensión lectora. Como tal requiere de un estímulo externo, constante y prolongado que debe comenzar a una edad temprana para facilitar el proceso.

La alfabetización es un paso elemental en la educación primaria porque permite que los niños y niñas adquieran mayor autonomía en su aprendizaje, sin necesidad de la mediación permanente del docente. El proceso de alfabetización siempre fue desafiante pues depende mucho del entorno socio cultural y de la intervención de los maestros.

¿Qué impacto tuvo la pandemia en la alfabetización?

A lo largo de la historia se han usado distintos métodos para abordar la alfabetización. Cualquiera sea el elegido, la intervención del docente es fundamental. La lectoescritura es una capacidad que requiere de una educación transversal, de una estimulación multisensorial y un trabajo constante y repetitivo de generación de andamiajes que permitan construir esta habilidad. Es por esto que el cierre de los establecimientos educativos provocó retrasos importantes en la educación inicial. Un estudio de la consultora  norteamericana McKinsey estima que los alumnos se atrasaron entre 4 y 12 meses de escolaridad. Sin lugar a dudas los alumnos y alumnas han visto alterado el ritmo normal de aprendizaje de estas habilidades y quizás haya que pensar maneras alternativas de subsanar esta interrupción. 

La alfabetización es una de las principales preocupaciones de Wumbox, que propone seguir usando las herramientas aprehendidas durante el aislamiento para ayudar a los más chicos a recuperar ese tiempo valioso de aprendizajes

¿Se puede revertir el impacto de la pandemia en la alfabetización? 

La virtualidad trajo al escenario central las tecnologías educativas. Herramientas de aprendizaje adaptativo que buscan a través del juego estimular las habilidades necesarias para aprender. En un contexto de incertidumbre, el juego se convirtió en un aliado para docentes y padres que buscaban un entorno seguro en el que sus niños pudieran aprender. 

Durante los meses de interrupción de la presencialidad, el uso de las plataformas educativas aumentó de manera abrupta porque fueron muchos los docentes y educadores que la utilizaron para seguir apoyando el aprendizaje de sus alumnos o pacientes. 

El juego sirve a educadores en múltiples contextos para potenciar el proceso de enseñanza-aprendizaje

En el caso de la alfabetización, se utilizaron juegos que trabajan la conciencia fonológica, el reconocimiento de las letras, la rima, las sílabas, la concepción espacial, el educador puede ir guiando a los niños y niñas en la creación de puentes que construyen el conocimiento y las habilidades necesarias para la alfabetización, atendiendo los ritmos, flaquezas y fortalezas singulares de cada niño y niña. 

Ahora, retomada la presencialidad se abre la oportunidad de capitalizar esos aprendizajes de experiencias virtuales para potenciar el trabajo presencial a través de un soporte virtual.

¿Qué aprendimos de la virtualidad?

Las plataforma de aprendizaje adaptativo potencian las experiencias de enseñanza-aprendizaje ya que:

  • Ofrecen un estímulo constante y prolongado ideal para la consolidación de aprendizajes
  • Sostienen la motivación y la atención, que son claves en el aprendizaje, a través del juego
  • Multiplican el tiempo de aprendizaje y adaptan la instrucción a las necesidades de cada niño o niña
  • Personalizan la experiencia de aprendizaje y brindan información vital para la intervención temprana

El desafío que tenemos por delante es lograr sostener estas herramientas para que puedan seguir potenciando el aprendizaje de nuestros niños y niñas.

Si te interesa saber más sobre alfabetización y competencias de lecto-escritura podés acceder a la capacitación gratuita que ofrecerá la plataforma Wumbox el 16 de febrero a las 20 hrs. Para hacerlo podés inscribirte en este link

 

* Wumbox es una plataforma para aprender jugando. 



 

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