Derechos Humanos

El cambio necesario en las familias para "salvar a la humanidad"

El referente en temáticas de género por Naciones Unidas, Francisco Coz, destaca la necesidad de avanzar en una verdadera concientización para que las tareas de cuidado hacia los integrantes de la familia sean compartidas de manera equitativa por mujeres y varones. Aquí, su aporte.

Zulema Usach
Zulema Usach domingo, 6 de noviembre de 2022 · 09:01 hs
El cambio necesario en las familias para "salvar a la humanidad"
Las tareas de cuidado compartidas es lo que salvará a la humanidad. Foto: Imagen ilustrativa

Mientras observa cómo su pequeña de seis años juega junto a sus amigos de la escuela que se han unido para festejar el cumpleaños de una compañera del colegio, Laura Quiroga (35), dialoga con el grupo de mamás sobre el cansancio que sobre ella pesa, cuando aún le quedan muchas cosas por resolver en el día. Mientas sostiene a su bebé de seis meses en brazos, entre sus palabras deja entrever una inquietud compartida por miles de mujeres. "Yo no he parado en todo el día; desde las seis de la mañana que nos levantamos, he atendido a las niñas, la casa; he cumplido con mi trabajo afuera, las llevé al colegio, las busqué, cociné y luego las preparé para estar en el cumple. Y acá estamos", expresa la mujer que está casada y trabaja en una empresa. En su agenda diaria, comenta, no hay tiempo casi de descanso o de tiempos dedicados a lo social o a realizar, por ejemplo, actividad física. Siente que sus posibilidades van por detrás a las de su compañero varón.

Solo una situación y un testimonio son el ejemplo de una realidad que -observada desde una perspectiva macro- aún pesa sobre el entramado social de los países latinoamericanos. Pese a los avances logrados en los últimos años en materia de igualdad de oportunidades entre varones y mujeres a nivel mundial -al menos desde un cambio de rumbo desde lo discursivo- las prácticas cotidianas en el interior de las familias siguen bañadas de una brecha que en términos prácticos, no se achica.

Obligaciones no equiparadas

Hoy son ellas quienes siguen cargando con el mayor peso en lo relativo a cuidados hacia otras personas dentro del hogar. Ellas, madres, hermanas, abuelas e hijas, son las que siguen activando a diario mecanismos concretos para responder a la demanda de hijos pequeños, adolescentes, personas con discapacidad y adultos mayores. El trabajo doméstico, no remunerado y nunca reconocido, es la otra gran responsabilidad que aún en el siglo 21, sigue siendo identificada solo con la figura de la mujer, desde una perspectiva romantizada del rol femenino en la sociedad. "Cada cien horas de cuidado en los hogares de América Latina, 67 son realizadas por mujeres, mientras que menos del 50% de las mujeres llega a un salario promedio", analiza Franciso Cos-Montiel, coordinador de Investigación en el Programa de Justicia de Género del Instituto de Investigación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (UNRISD) de las Naciones Unidas.

Las tareas del hogar siguen siendo responsabilidad de las mujeres.

Al analizar la situación actual de las mujeres en la región, Cos- Montiel da cuenta de la necesidad de establecer políticas por parte de los Estados para que tiendan a la concientización de la población para avanzar en la equiparación de tareas que varones y mujeres deben cumplir dentro del hogar. "En la región latinoamericana ha habido avances importantes en materia de acceso de los derechos por parte de mujeres si se compara con otras regiones de Asia del sur o de África. Pero aún se vive una importante brecha en este sentido. Se da muy poco valor a las personas que sostienen y cuidan a otras personas, cuando en realidad, esa responsabilidad debe ser compartida entre varones y mujeres", analiza Cos- Montiel en el marco de una charla telefónica con MDZ, mientras se encontraba en Panamá.

Trabajo silenciado pero que aporta a las economías

En la trayectoria de Cos-Montiel se destaca la de ser el investigador a cargo del área de Derechos de las Mujeres y Participación Ciudadana en América Latina y el Caribe de Naciones Unidas. Él es un investigador especializados en género, pobreza e instituciones, con formación en administración pública y economía y fue asesor económico de ONU MUJERES para la Oficina Regional de Asia Pacífico.

Francisco Cos-Montiel es un referente a nivel mundial en temáticas de equidad. 

En su aporte, el referente destaca que el trabajo silencioso que es realizado por mujeres dentro de los hogares, equivalen a una contribución gratuita que ellas, a base de esfuerzos y sacrificios que van en detrimento de sus posibilidades de desarrollo, hacen a los países desde el punto de vista económico. A ese concepto, el investigador lo sintetiza en datos concretos: "El trabajo no remunerado que realizan las mujeres en el hogar, representa entre el 15 y el 24% del Producto Bruto Interno de los Países de América Latina. Sería algo así como un subsidio que ellas hacen a los Estados", destaca Cos- Montiel al apelar a la necesidad por parte de los países a avanzar en políticas de cuidado que se alejen de patrones culturales enraizados y reproducidos a través de las generaciones.

Patrones que deben ser revisados

"La cultura asignó a las mujeres tareas de cuidado bajo un concepto de abnegación que ellas debían aceptar y aplicar pese a que esto signifique profundas postergaciones hacia su persona, mientras que a los varones se les otorgó el espacio público. Esto sigue perdurando y reproduciéndose en los hogares de todos los países de la región", alerta Cos-Montiel y advierte que estos mandatos culturales exigen cambios profundos, pese a los avances logrados.

"Hoy vemos a mujeres que han alcanzado importantes espacios de poder, pero esta aún es una realidad que se debe abordar y resolver desde la práctica cotidiana", reflexiona el investigador. 

Reconoce Cos- Montiel que "los varones no estamos respondiendo como deberíamos a las tareas de cuidado. Para eso se necesitan políticas claras y concretas por parte de los estados. Campañas, por ejemplo, para dar legitimidad a esa necesidad y concientizar. La sociedad aún hoy sigue viendo como débiles o desempleados a los varones que hacen tareas de cuidado en el hogar cuando esto en realidad debería ser bien ponderado", llama a la reflexión Cos-Montiel.

El referente de Naciones Unidas agrega además que es clave que los varones se reconozcan en estos espacios  y añade que para ello es fundamental que en el interior de las familias se aprenda a negociar respecto de las tareas de cuidado. Va más allá al afirmar que en realidad, estos cuidados mutuos "son los que nos van a salvan como especie humana". Por eso, la educación adecuada en este sentido desde la infancia y en todos los niveles de la vida en sociedad, se suman a las claves que hacia adelante colaborarán a cambiar esta realidad desde su propio origen; los patrones culturales.

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