Calor agobiante

Se profundiza la crisis hídrica y ya hay provincias donde se pide no llenar piletas ni piscinas

Mientras que las altas temperaturas persisten, la falta del recurso vital se hace sentir en varias provincias. La crisis del agua se siente con intensidad en todo el territorio y en Mendoza apelan al uso responsable del líquido vital. Una canilla abierta por una hora derrocha mil litros de agua.

Zulema Usach
Zulema Usach viernes, 25 de noviembre de 2022 · 16:36 hs
Se profundiza la crisis hídrica y ya hay provincias donde se pide no llenar piletas ni piscinas
Desde Aysam solicitan evitar el llenado de piletas en Mendoza como consecuencia de la grave escasez del recurso. Foto: Imagen ilustrativa

Mientras que el calor se hace sentir en gran parte de país con jornadas agobiantes y temperaturas que rozan los 40 grados centígrados, miles de usuarios que dependen de la red de agua potable seguirán sufriendo cortes en el servicio. Es que junto a Mendoza, San Juan, Tucumán, Santa Fe y algunas ciudades de Buenos Aires, como La Plata, han tenido que restringir el consumo del recurso vital como consecuencia de la sequia que azota al país y a la necesidad de ejecutar nuevas obras de fondo que eviten los derroches innecesarios en las redes que aprovisionan a los hogares. 

Mendoza es un claro ejemplo. Este viernes como consecuencia de los bajos niveles registrados en los principales establecimientos potabilizadores, se registra un nuevo corte en el servicio. Justamente, los vecinos de Guaymallén, que viven en la zona comprendida desde la Costanera hasta calle Urquiza y desde Rodríguez Peña hasta el carril Godoy Cruz, deberán cuidar al máximo el agua. De hecho, desde Aysam, la empresa estatal a cargo de la distribución del agua potable en la mayor parte de los hogares mendocinos, han advertido a toda la población sobre la importancia de hacer un uso solidario y responsable del recurso vital. El mismo llamado realizó la prestataria de Santa Fe, Aguas Santafesina, junto a AySA S. A. (la principal prestataria con sede en Buenos Aires) y SAT - Aguas del Tucumán, que en sus respectivas redes sociales han informado a la población sobre cortes de agua potable en diferentes sectores mientras se realizan tareas de reparación y mantenimiento. 

Cortes con un profundo impacto

Durante esta semana, los cortes de agua potable más significativos en la provincia ocurrieron además, en otros departamentos del Gran Mendoza, afectando la vida cotidiana de miles de mendocinos. Godoy Cruz y Capital (sobre todo en la Sexta Sección) las interrupciones fueron motivos de quejas y como consecuencia de la combinación con la llegada de las altas temperaturas. Hubo familias que requirieron salir a comprar agua embotellada para subsanar la urgencia. Es que a la necesidad de avanzar en nuevas obras para mejorar la capacidad de producción, almacenamiento y distribución del recurso vital, se suma la grave problemática relacionada a la sequía. Justamente, noviembre se ubica como el mes en el que los promedios de lluvia acumulada es notablemente inferior al promedio habitual: llovió solo 3,6 milímetros (litros por metro cuadrado), cuando en realidad lo habitual es que las precipitaciones acumulen entre 20 y 21 milímetros. A esto se suma que los principales ríos abastecedores del recurso en la provincia han presentado el caudal más bajo de la última década.

El alto costo del derroche

En ese contexto, desde la empresa a cargo del servicio que llega a más de 440 mil hogares en Mendoza destacaron que por estos días (y hasta nuevo aviso), el uso del agua potable que no sea estrictamente para consumo, está restringido entre las 8 y las 22 horas. Se ha llamado la atención a la población a cerca de la necesidad de controlar el estado de canillas y surtidores para evitar el derroche: una canilla abierta durante una hora derrocha mil litros de agua. Es decir, la cantidad que podría servir para ser utilizada por al menos cinco personas (una familia) a lo largo de todo un día, para cubrir todas sus necesidades vitales.

Miles de viviendas han sufrido cortes de agua en una de las semanas más calurosas del año.

En Mendoza, asimismo, está prohibido bajo todo punto de vista, limpiar la vereda con manguera (usando la presión del chorro del agua) y utilizar hidrolavadoras para lavarlos los vehículos. Mientras que una manguera derrocha un mínimo de 500 litros de agua potable, si la limpieza se realiza con balde, esa cantidad se reduce a 40 litros como máximo. Tampoco se debe regar el jardín formando lagunas. El riego debe realizarse dentro del horario permitido  y en forma de lluvia. De lo contrario, se derrocharán un mínimo de 800 litros de agua solo en un momento de riego. En relación a la higiene personal, es clave que las duchas no superen los siete minutos. La canilla debe cerrarse cuando no es necesario enjuagarse. Mientras la persona se afeita o se cepilla los dientes también es fundamental mantener los grifos cerrados.

No hay que olvidar en este sentido, que solo en Mendoza, se estima que el consumo promedio de agua potable por habitante supera los 400 litros por persona. En realidad, lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que el consumo para cubrir las necesidades básicas, incluyendo la higiene persona, no debe superar los cien litros de agua. Justamente por eso y en el marco de la actual crisis hídrica, es que desde todas las áreas se llama a una toma de conciencia profunda respecto del uso responsable y solidario del recurso vital.

De hecho, cuando aún hoy la brecha en relación al acceso al agua potable sigue siendo marcada en el territorio, desde la empresa estatal también se ha solicitado a la población que evite el llenado de piletas como así también el riego de jardines internos y externos. Un dato sirve para explicar: una piscina construida en fibra de vidrio u hormigón requiere entre 20 y 25 mil litros de agua, en tanto que una de lona convencional, necesita un mínimo de 5 mil litros de agua, de acuerdo a las estimaciones de expertos de cuidado y mantenimiento de piletas. 

Claves para cuidar el agua que no pueden pasar inadvertidas

  • Mantener una reserva de agua potable embotellada, al menos de dos litros por persona. Guardarla en recipientes limpios.
  • Cuidar permanentemente la reserva de agua en el tanque domiciliario si se encuentra cerca de la zona afectada por el corte.
  • Hacer un sumamente responsable y solidario del agua potable.
  • Regular la intensidad del caudal de agua en las canillas.
  • Evitar el uso de lavarropas automáticos, lavavajillas y el riego de jardines.
  • Recordar que el lavado de veredas y vehículos con manguera o el uso de hidrolavadora está prohibido las 24 horas del día los 365 días del año.
  • Controlar goteras en canillas y pérdidas en inodoros.
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