Arte y cultura

Refik Anadol: el metaverso en el teatro Colón

En febrero dedicamos un par de notas al mercado del arte digital. En “Cripto-arte y NFT ¿Boom o burbuja?” repasamos la génesis del fenómeno que ganó la tapa de los diarios cuando se pagaron $ 69 millones de U$S por un NFT, cuyo autor Beeple (pseudónimo de Mike Winkermann) era un gran desconocido.

Carlos María Pinasco
Carlos María Pinasco domingo, 9 de octubre de 2022 · 12:00 hs
Refik Anadol: el metaverso en el teatro Colón

En metaverso en el mercado de arte, ahondamos sobre la incógnita acerca de si estamos ante una revolución o es una simple burbuja destinada a agotarse sin dejar huella. Decíamos que, como ocurre con todas las técnicas, en el arte digital aparecerán obras maravillosas que trascenderán en el tiempo y otras (la inmensa mayoría) navegaran en un limbo digital cada vez más expandido y a la vez más efímero. La difusión le dará fama a las primeras, las hará codiciables y les asegurará un mercado.

Volvemos al tema, ante la presentación, nada menos que en el Teatro Colón de la Ciudad de Buenos Aires, (¡bajo la cúpula del maestro Soldi!) de una obra del artista turco-estadounidense Refik Anadol que resultó para todos (teatro lleno) absolutamente sorprendente. “Machine Hallucinations: coral” está compuesta por una sucesión de 1.742.772 de imágenes dinámicas de corales intervenidas digitalmente, proyectadas en una mega-pantalla de altísima resolución, y acompañadas por la orquesta académica superior del Teatro Colón que, según el artista, en la interpretación de una selección de piezas musicales responde a lo visual.
Según se dijo es el resultado de una investigación en curso sobre la estética de la información, basada en la memoria visual colectiva del ambiente urbano y natural. Refik Anadol y su equipo, recolectaron 300 millones de datos centrados en temas de la naturaleza, usaron 1.742.772 imágenes de coral de plataformas de redes sociales disponibles públicamente y las procesaron con modelos de clasificación de aprendizaje automático.

A medida que la mente-máquina comienza a hacer sus propias conexiones entre los puntos de datos y "alucina" sobre formas y colores de coral alternativos, el universo de datos se expande. O sea, en gran medida estamos ante una obra de inteligencia artificial (IA) desarrollada a partir de imágenes públicas (no ya 5000, como en la obra de Beeple) sino de millones, a partir de un
algoritmo elaborado por un artista y su equipo. Como ingredientes adicionales, se dice “que “intenta proteger todas las especies de barreras coralinas alrededor del mundo”.

Inevitablemente, la obra fue registrada, como NFT en una blockchain (que afirman los organizadores genera emisión de carbono negativa). El NFT ya fue vendido. Anadol es uno de los artistas estrella en ese mercado y varias obras suyas en formato de NFT,
han sido rematadas en los últimos años por arriba del millón de dólares. Como toda estrella, necesita difusión y, a no dudar, esta presentación contribuye.

Como decíamos, lo que se vio en el Colón es sorprendente. La versión en YouTube, al alcance de todos, puede dar una idea aproximada de ello. Los organizadores anuncian que repetirán la “función” en un lugar público. Ahora, en los tiempos que corren, sorpresas tenemos con frecuencia. En el campo visual por ejemplo (desde el cinemascope, las pantallas 360, o las fotos del último telescopio puesto en órbita). Un par de meses atrás me tocó sorprenderme (tan gratamente como ahora) con “Chartres en lumières” un magnífico espectáculo de luz y sonido proyectado, noche a noche sobre la Catedral gótica de la ciudad francesa.

Los montajes inmersivos ya no solo incluyen la vista y el oído. Emociones de otro tipo (incluso extra sensoriales), están siendo experimentadas. Pero acá hay algo más. A la recurrente pregunta de si esto es arte, se agrega ahora, ante la relevancia creciente que en este tipo de manifestaciones toma la IA, si es que no estamos a las puertas de un pretendido “arte” sin hombres.

El metaverso está en pleno desarrollo.

Carlos María Pinasco es consultor de arte.

carlosmpinasco@gmail.com

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