Diversidad Cultural

¿Por qué es feriado el viernes 7 y el lunes 10?

Este fin de semana largo, pensando para potenciar al turismo, Argentina se acerca el Día de la Diversidad en pleno conflicto en la Patagonia. ¿Es legítimo el reclamo? El licenciado Nicolás Troha explica ciertos aspectos de la relación entre europeos e indígenas a lo largo de estos 530 años.

Gonzalo Barrera miércoles, 5 de octubre de 2022 · 07:09 hs
¿Por qué es feriado el viernes 7 y el lunes 10?
A días del Día de la Diversidad, el conflicto crece en la Patagonia y comenzaron operativos de desalojo en Villa Mascardi Foto: Radio Universidad de Chile

El feriado del viernes 7 y del lunes 10 se traduce en un fin de semana extra largo que será aprovechado por el turismo, en coincidencia también con el primer fin de semana largo del PreViaje, pero se trata de una fecha que se anticipa al Día de la Diversidad y que invita a pensar en los efectos de la conquista española. En medio también de la interminable disputa patagónica.

Así, a los efectos de potenciar el turismo, el presidente Alberto Fernández estableció que el feriado del 12 de octubre sea trasladado al lunes, y se le sumó el viernes para convertirlo en feriado puente.

En los días previos del aniversario 530 del desembarco español en América, Argentina transita momentos de gran tensión con los pueblos originarios en el sur de la república. Un conflicto que lleva muchos años y que por sus reclamos invita a repensar como fue el camino recorrido entre los pueblos precolombinos y los de ascendencia europea desde 1492 hasta la fecha.

En ese marco, MDZ se comunicó con el licenciado en Historia de la UBA y profesor de la Universidad Católica de Salta, Nicolás Troha, quién explicó parte de lo que fue ese proceso de conquista del Imperio Español en América y la leyenda negra española.

La pintura de Dióscoro Puebla sobre el desembarco de Cristóbal Colón como un héroe en América.

La leyenda negra española es una teoría de la corriente historiográfica que defiende la idea de que se generó propaganda antiespañola y anticatólica. “Lo que los españoles denuncian como leyenda negra es el conjunto de denuncias realizadas por ingleses y holandeses que, por supuesto aprovechaban para minar la legitimidad de la presencia española en América”, comenzó explicando Troha, que además aclaró que tampoco “debían esforzarse demasiado, los españoles les servían muchos argumentos en bandeja”.

Otro tema que se incluye en la mencionada leyenda negra y en el actual discurso sobre la Conquista de América, es el tema del genocidio indígena. Concepto que, con los conceptos actuales, “la idea de genocidio, por supuesto que aplica. No solo por el descenso marcado de la población indígena en el largo plazo causada por diferentes motivos, sino también por la subordinación y sometimiento existentes y por la desaparición de culturas de manera parcial o total”.

Además, Troha agregó que “la gente entiende genocidio cómo algo que es total y en un plazo inmediato, pero no es así. Puede ser parcial y en el largo plazo. Incluso no tiene que ver necesariamente con la desaparición física completa”.

Los mártires del Zenta fueron unos misioneros católicos que terminaron siendo asesinados por soldados tobas y mocovíes (Foto: AICA) 

En lo que respecta a la integración que se fue dando entre ambos pueblos, remarcó que en un principio ambos se dividían entre “república de indios” y “república de españoles”. “Por supuesto que luego surgió un mestizaje importante, estos mestizos eran rechazados tanto por los indígenas cómo por los blancos”, profundizó.

El licenciado explicó que con el tiempo se impuso un régimen de castas y que “la aristocracia indígena comienza a emplear vestimenta española y a andar a caballo”. Pero resalta que para hablar de la integración es necesario destacar la imposición de la religión hispana y la persecución de las creencias locales: “En este plano, si van a estar integrados forzosamente, pero cuando los franciscanos quieren ordenar sacerdotes indígenas, su iniciativa es frenada totalmente. Entonces no sé si podemos hablar de integración cuando hay límites y sobre todo cuando es forzada”. Ejemplo claro de las constantes confrontaciones entre los misioneros católicos, las autoridades eclesiásticas y el poder cívico en el trato al “indio”.

“La asimilación e integración se dará lentamente y extraoficialmente. No podemos pensar a las fronteras como algo rígido. Entre los territorios españoles e indígenas no conquistados, había un gran comercio, por ejemplo, las expediciones a las salinas desde Buenos Aires”, agregó Nicolás Troha sobre las diferencias entre la integración oficial forzosa y la extraoficial que se dio entre ambos pueblos.

Las Ruinas de los Quilmes en Tucumán, de donde los españoles echaron a los indígenas y los llevaron a pie hasta la zona de la actual Quilmes en Buenos Aires (Foto: Cadena 3)

Con el avanzar de la Conquista en todo el continente, los españoles pasaron de los primeros asentamientos en el Caribe, al territorio continental, tanto en el norte como en el sur. Allí, además de acciones militares, también establecieron acuerdos, por lo que Troha entiende que esas relaciones políticas hay que abordarlas “caso por caso y además todo tiene sus momentos. En la conquista de México los tlaxaltecas lograron tener un trato preferencial que duró muchísimo tiempo. En algunas zonas la imposición de un orden estable se consigue de manera más sencilla”, ejemplificó.

Con respecto a lo que ocurrió en el actual territorio nacional, el estudio “caso por caso” aplica de la misma forma: “en los Valles Calchaquíes va a ser un proceso de larga duración dónde la falta de una autoridad central dificulta las cosas para los españoles. Pero pensemos que incluso las relaciones entre los mismos conquistadores son complicadísimas”, explicó y ejemplificó con lo que ocurrió en la conquista del territorio incaico, donde “se puede ver la guerra civil en el Perú entre el clan Pizarro y los Almagro (conquistadores españoles). Hasta terminan matando al primer virrey enviado por el propio rey de España. Eran gente bravísima, bastante fuera de la ley de ese entonces, con mucha ambición y en un ambiente que claramente les resultaba hostil”.

Con respecto a la violencia de los pueblos originarios, Troha sostuvo que “hay que encuadrarla en el marco de que están viendo sus territorios invadidos. Tenemos que agregar que la resistencia indígena no se reduce solo a la violencia. Hay una resistencia oculta en todos los niveles que es muy interesante".

La interminable disputa patagónica

Se ha escrito mucha literatura sobre el conflicto con los indígenas en el sur de la Argentina. Tanto corrientes liberales como la de la Generación del 37, de donde surgen obras como “La cautiva” de Esteban Echeverría, y la poesía gauchesca que se encuentra representada en la obra de José Hernández, que confronta en muchos aspectos con la postura liberal.

En ese aspecto, Troha entiende que las tropelías perpetradas por los malones en el sur “deberíamos analizarlos más desde un lado racional. Se dan en distintos contextos, con diferentes motivaciones y no todos los indígenas del otro lado de la frontera eran iguales”. En esa misma línea continuó diciendo que “ya Rosas los había clasificado en indios amigos, aliados y enemigos. Con esa clasificación logró muy buenos resultados para cumplir sus objetivos”.

Comentó también que antes del gobernador bonaerense Juan Manuel de Rosas y hasta antes de la Revolución de Mayo “muchos grupos indígenas al sur de lo que hoy es Buenos Aires, Córdoba y Mendoza habían logrado cierta paz y garantías con la corona española. Cuando se declara la independencia estás garantías desaparecen y hay que barajar y dar de nuevo. Así que hasta se puede encontrar la idea de indios realistas”.

Marcha de la comunidad mapuche en Buenos Aires durante el año 2017, tras la muerte del activista Rafael Nahuel. (Foto: Actualidad RT)

En lo que a la actualidad respecta y el conflicto creciente que existe en la Patagonia por la legitimidad de los reclamos indígenas, aclaró que hay que tener en cuenta “que la Constitución de 1994 reconoce la preexistencia de los pueblos originarios a la nación Argentina. Igual, decimos reclamos en plural y por supuesto que no todas las comunidades reclaman lo mismo y no todos los reclamos podrían tener la misma validez”.

En esa misma línea remarca que “hay reclamos por tierras, por atención médica en su idioma originario y educación bilingüe. Obviamente que a veces se magnifican cosas que no son representativas de lo que por lo general son los reclamos de los pueblos originarios en Argentina”, concluyó Nicolás Troha.

Por lo pronto, a 530 años de aquel encuentro entre los pueblos originarios y “el hombre blanco”, ha corrido mucha agua bajo el puente. Desde guerras y acuerdos comerciales hasta una convivencia permanente en muchas ciudades del continente sin conflicto alguno, más allá de este violento levantamiento de un grupo reducido de pueblos originarios en la Patagonia.

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