El sistema clave para paliar la sequía en Mendoza que no puede aplicarse por falta de inversión

El sistema clave para paliar la sequía en Mendoza que no puede aplicarse por falta de inversión

Mientras que los expertos advierten que el riego por goteo es el sistema ideal para hacer más eficiente el uso del agua para los cultivos, la provincia aún carece de posibilidades para que este método sea una realidad para todo el sector productivo. Aquí, sus precios, beneficios y eficiencia.

Zulema Usach

Zulema Usach

zusach@mdzol.com

A medida que se acerca la temporada clave para la cosecha en Mendoza, todas las voces apuntan a poner sobre la mesa aquellos recursos que son necesarios potenciar para lograr una mayor eficiencia hídrica y al mismo tiempo, mejorar los volúmenes de producción de cultivos que movilizan la industria local y cuidar los reservorios de agua subterránea. De hecho, uno de las temáticas más repetidas por parte de expertos, productores y autoridades de diferentes organismos relacionados a la gestión del agua, tiene que ver con la aplicación y puesta en marcha de sistemas más eficientes a la hora de regar los campos.

Desde todos los frentes, a la hora de abordar la complejidad del panorama que se avecina en el marco de las actuales previsiones de sequía, se menciona, por ejemplo, que las zonas cultivadas de Mendoza -dedicadas sobre todo a la cosecha de uva, ajo, tomate y frutos de carozo, entre otras- deben pasar de abastecerse agua mediante el riego por manto para pasar a instalar el sistema de riego por goteo, una instancia que para los pequeños y medianos productores del territorio provincial, más que un desafío es un objetivo imposible de cumplir en el marco de la actual crisis económica. 

Claro está, que desde el punto de vista de la eficiencia, el último procedimiento es el recomendado; no solo porque colabora a evitar el estrés hídrico en los cultivos, sino porque ayuda a evitar las pérdidas del 40% de agua que se genera en la red de abastecimiento que administra el Departamento General de Irrigación (DGI), con el consecuente exceso de salinidad en los acuíferos subterráneos de la provincia. Francisco González Antivilo, es ingeniero agrónomo, doctor en Biología e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicet) en el área de Viticultura.

Al explicar las diferencias entre una y otra forma de riego para abastecer del líquido vital a los cultivos, destaca que el sistema conocido por manto (el que aún predomina en la provincia) consume mucha más agua y es más ineficiente para la planta porque ésta se percola y se pierde; es decir, no se aprovecha del todo. En cambio, explica, el riego por goteo permite que la planta absorba el agua que necesita en función de sus niveles de transpiración, que son más altos a medidas que aumenta la temperatura. "Con el riego por manto la planta pasa de tener un exceso de agua a pasar por varios días a no tener nada", aclaró el investigador y detalló que uno de los beneficios del riego por manto tiene que ver con el asentamiento en el nivel de suelo, que al estar más plano por el mismo impacto del exceso de agua, lo hace más resistente a las heladas. "La parte buena es el suelo puede mejorar la llegada del sol", destacó González Antivilo.

La industria vitivinícola es una de las más afectada por la falta de agua.

Sin embargo, en la lista de beneficios entre una y otra forma de riego, la que tiene más aceptación en el actual contexto, es la de goteo. "Con el riego por goteo se usa la cantidad de milímetros cúbicos de agua que la planta necesita y por eso, el uso del agua se hace de manera más eficiente", detalló el ingeniero agrónomo. Otro de los beneficios, es que al formar un bulbo con la suficiente humedad, se evita que la tierra se salinice, agregó.

Inversión necesaria pero lejana

¿Qué se necesita para cambiar el sistema de riego en una finca? La respuesta, en líneas generales no es compleja desde el punto de vista conceptual pero sí desde las problemáticas que en la actualidad afrontan los pequeños y medianos productores. Ocurre que en la práctica, la ecuación no es sencilla. Se necesita instalar en la finca una reservorio de agua, bombas y un sistema de cañerías primarias y secundarias que puede estar acompañado o no (según cada caso) de sistemas más o menos sofisticados para tecnificar el procedimiento mediante sistemas de avanzada, como la programación de los volúmenes de agua a distribuir de acuerdo a los requerimientos de la planta.

En este sentido, el costo operativo para instalar este cambio en el sistema para no depender íntegramente de los turnos de riego, para los más pequeños y tradicionales es alto: se necesita un mínimo de 3 mil a 6 mil dólares (en valor oficial) por hectárea para poder financiar el tendido básico de la red de distribución por goteo, sin incluir la construcción de un reservorio. En el caso de las empresas más grandes que avizoran inversiones millonarias en los campos mendocinos, la aplicación de este sistema no representa una imposibilidad desde el punto de vista monetario y de hecho -aseguran desde las empresas dedicadas a instalar esta modalidad de riego- estas pautas ya están incluidas en el esquema general de inversiones.

La realidad más dura, una vez más. pesa sobre los pequeños y medianos productores locales que año a año hacen lo posible para sostenerse. Muchos, ya han advertido que se encuentran en un callejón sin salida, resolviendo "a pulmón" las problemáticas asociadas al mantenimiento de la tierra y a la espera de mayores posibilidades de fomento y financiamiento de la actividad. Los productores vitivinícolas de hecho, ya advirtieron que se avecina la peor de las cosechas en muchos años.

Para instalar el riego por goteo se requiere de inversiones.

Germán Dercugez es socio de la empresa mendocina Mondec SRL, una firma dedicada a la instalación de equipos y maquinarias para riego y combate de heladas, explicó que para instalar un sistema de riego por goteo se necesita, de elementos básicos, entre los que figuran filtros, tuberías, válvulas y mangueras de goteo. "De ahí en más se planifica la instalación de una bomba, un equipo de filtrado y un sistema automatizado para riego y fertilización", aclaró Dercugez al destacar que depende del nivel de tecnificación, las necesidades y posibilidades de cada productor, la cantidad de dispositivos a instalar y su costo. Lo cierto es, agregó el empresario, que el riego por goteo representa en todos los casos un nivel de eficiencia hídrica del 95%.

La voz de los productores

Los productores pequeños y medianos de Mendoza, atraviesan una situación por demás compleja, advierten una vez más desde la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi). Nicolás Vicchi, destacó que si bien el riego por goteo es un recurso adecuado para el mejor aprovechamiento hídrico, la realidad es que el sector no está exento de la grave crisis económica y de hecho, es uno de los más afectados además, por la disminución del agua prevista para esta temporada. "Cada vez el productor recibe menos agua en su finca como consecuencia de las pérdidas que se producen en el sistema", recalcó Vicchi.

Justamente, una de las iniciativas que más se buscan impulsar desde la asociación, tiene que ver con la impermeabilización de los cauces de riego y la adecuada administración en el sistema de hijuelas, de manera que el agua llegue a las fincas. La situación es tan compleja en lo cotidiano para los productores, que muchas veces se ven obligados a abandonar sus tierras, venderlas o restringir la producción en función de la disponibilidad de agua que van teniendo.

Vicchi aclaró que desde Acovi desde hace tiempo se ha solicitado a las autoridades inversiones en este sentido y agregó que si bien los productores ya vienen haciendo inversiones para hacer más eficiente el riego intrafinca con los recursos existentes, la realidad es que la situación es crítica y en la mayoría de los casos una inversión de esa magnitud está lejos de sus posibilidades.

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