Secretos

¿Cómo curar el mate? Cuáles son los secretos para tomar el mejor mate toda la vida

Existen diversas maneras de curar el mate. Aunque sencillo, este parece ser el secreto para tomar el mejor mate toda la vida.

Bautista Otamendi sábado, 7 de agosto de 2021 · 07:01 hs
¿Cómo curar el mate? Cuáles son los secretos para tomar el mejor mate toda la vida
Los jesuitas implementaron su utilización por razones de higiene. Foto: Caburé

Etimológicamente el origen de la palabra mate viene del vocablo “mati” que quiere decir en quechua: vaso o recipiente. En guaraní se lo llamaba poro o porongo. Este tiene un origen natural proveniente de la calabaza, que debe ser curado antes de utilizarse. 

Se dice “Curar el mate”, porque se quiere remediar un mal, es decir, quitarle todo lo que pueda perjudicar a una buena cebadura. Por lo tanto, solo los mates de madera o calabaza deben ser curados, por el hecho de ser recipientes porosos. Los recipientes de cerámica, plástico, o metal no deben cumplir este proceso. Esto se realiza para taparlos, y también se adquiera un rico gusto. 

La importancia también de este proceso, es que el mate adquiera un rico gusto, ya que cuando se termine el proceso obtendrá aquel sabor. Hay diferentes formas y maneras de curarlo, donde algunas se utilizan más que otras. Las más peculiares y llamativas eran: Untar con manteca, para luego echarle yerba y agua tibia, otros con carbón, o whisky donde se prende fuego su interior. Ninguna de estas formas están mal, ya que no hay una ciencia detrás, y el resultado siempre es el mismo: cebar unos ricos mates.

El mate llamado "camionero", o boca ancha, se utiliza para evitar derrames al momento de cebar.
Foto: Caburé

Pasos: 

  1. Llenar con ¾ partes del mate con yerba nueva o usada. Se recomienda que aunque quiera usarse ese recipiente para cebar mate dulce no se le agregue azúcar, porque toma un gusto más agrio después.
  2. Echar un chorro de agua caliente a la yerba para que se humedezca y dejarlo un día de reposo. 
  3. Al día siguiente quitar la  yerba, y lavar el interior del mismo.
  4. Repetir este proceso por tres días seguidos, y cambiar siempre la cebadura.
  5. Al finalizar este proceso, es recomendable quitarle toda la yerba y dejar reposar en un lugar que no haya humedad, para evitar que se llene de hongos.
  6. Una vez que se seque su interior, ya está apto para cebar.
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