Resiliencia

De cartonera en Buenos Aires a coach en Holanda: "Creen que uno emigra porque viene de cuna de oro"

Mariel Schaab vive en Países Bajos y dedica parte de su tiempo a asesorar a argentinos que buscan expatriarse. En diálogo con MDZ explicó qué la movió a contar de dónde viene y por qué emigró.

Florencia Rodríguez Petersen
Florencia Rodríguez Petersen domingo, 22 de agosto de 2021 · 07:11 hs
De cartonera en Buenos Aires a coach en Holanda: "Creen que uno emigra porque viene de cuna de oro"
Foto: instagram

"CRISIS 2001: mi viejo se quedó sin trabajo y con 5 hijos. Él comenzó a cartonear de noche. Yo lo ayudaba a clasificar cartones, nylon blanco, nylon color, latas, cobre. Con eso comíamos. Qué nadie me venga a decir qué es la pobreza sin haberla sufrido", sentenciaba Mariel Schaab en el primer tuit de un extenso hilo en el que enumeró los principales momentos de su vida, siempre destacando el rol de su papá. 

"Él nunca bajó los brazos", dijo la coach radicada en Holanda y agregó: "Incluso en los momentos más duros. Pude darle el honor de ser la primera hija en recibirse en la universidad teniendo una beca al mérito académico del 100% en UADE". Contó que la frase de cabecera de su padre era: "El no, ya lo tenés". 

Marie fue la primera en la familia en obtener un título universitario. 

"Escribí el hilo después de ver muchos comentarios de gente que cree que uno emigra porque viene de cuna de oro, que no le hace falta nada o que no sabe lo que es la pobreza", contó Mariel a MDZ. Y añadió: "Y también hay mucha política en el medio. Creen que los que somos antikirchneristas o que no creemos en este proyecto, si se puede llamar así, es porque nunca nos faltó nada, que no entendemos qué es lo popular. Pero también hay gente como yo, que cree que las cosas son de otra manera".

Mariel recordó su infancia con amor, pero consciente de que no era un momento fácil. "Iba al colegio con las suelas de las zapatillas completamente rotas. Mis carpetas y cartuchera las ponía en una bolsa de nylon, porque no había plata para una mochila. Recuerdo el bullying de mis compañeros como si fuera ayer. No me importaba, sabía que la educación era lo único que cambiaría mi aparente futuro", comentó y agregó: "Lo único que sabía cuando era chica es que no quería que mi empleo dependiera de crisis económicas o inestabilidad. Quería ser valorada por mi intelecto y mis capacidades. Mi papá debía incontables cuotas al colegio, pero el director no nos echaba porque las Schaab teníamos las mejores notas". 

A los 15 años, empezó a hacer atletismo en el Polideportivo Gorki Grana, de Morón. Hacía velocidad, salto en largo y jabalina, entre otras disciplinas. Más tarde comenzó a correr y se convirtió en maratonista de calle, luego fue ultramaratonista de montaña. "El deporte me dio el temple que tengo", declaró. 

Marie empezó a entrenar en el Polideportivo Gorki Grana de Morón, con el tiempo se convirtió en ultramaratonista de montaña.

"Cuando tenía 17 años, me faltaba un año para recibirme del secundario y ya había entrado a estudiar a la UBA", contó. Recordó que hacía ambas cosas en paralelo para ahorrarse el año del CBC y esa fue la razón por la que terminó llevándose apuntes al viaje de egresados. "Al final del último año del secundario, y con casi un año de CBC adelantado, surgió la posibilidad de obtener una beca en UADE. Tenía que rendir exámenes más difíciles que cualquier ingresante. Entonces, en los tiempos muertos de las clases del colegio, preparaba exámenes para UBA y UADE", contó. 

No sabía si seguir Relaciones del Trabajo en UBA o Recursos Humanos en UADE. Y eso la enfrentó a una decisión. Tuvo que desafiar la idea de que "la UBA siempre es mejor". Hoy, afirma: "La UBA no es mejor en todo. Siempre depende de qué orientación quieras seguir". Recordó que no todo era tan favorable entonces: su mamá y su hermana aseguraban que no iba a acostumbrarse a "ese mundo de ricos" de la UADE.

"Ayudo a gente a emigrar y buscar trabajo en el exterior"

Mariel hizo la carrera en 4 años, siempre con una beca que cubría el 100% de sus estudios. Durante la facultad, Marie realizó trabajo social en diversas villas acompañando a los jóvenes en el proceso de armar su CV para buscar trabajo. Hoy, desde Holanda, sigue colaborando en esta misión de acompañar a otros en la tarea de encontrar sentidos y dignidad. "Ayudo a gente a emigrar y en su inclusión laboral. Hago talleres de búsqueda de trabajo en el exterior aparte de orientación vocacional", dice describiendo su misión y agrega: "Parte del dinero que gano con este trabajo lo dono a Fundación Multipolar, una ONG argentina que ayuda a personas en situación de calle a recuperar la dignidad de trabajar y sacarlo de la calle. Los postulan en trabajos, les dan techo, una dirección. Les dan ropa y mucho más. Estoy involucrada en la realidad argentina, pero no es algo que me tire a volver". 

Se recibió, hizo una maestría en Derecho laboral y Relaciones laborales internacionales en la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Después de un tiempo, hizo un MBA entre Argentina y España. "En todo este tiempo además aprendí 6 idiomas: español (of course), inglés, francés, portugués, noruego y holandés", contó públicamente.

Cuando se estaba por ir a España, la empresa para la que trabajaba le ofreció un traslado. "Fui buscando cobre y encontré oro. ¿Qué loco no? De chica vendía cobre y latas para subsistir, pero el destino me tenía preparado algo mejor", reflexiona y sigue: "Ya con todo listo para emigrar a España, me fui de vacaciones a Irlanda, fueron sólo unas horas, pero bastaron para conocer al amor de mi vida". 

"Mucha gente piensa que estoy acá, en Holanda, por ser la 'novia de' y que no hay mérito mío", dice Marie Schaab

"Cuando las cosas se ponen difíciles hay que agacharse para tomar impulso"

Eso fue hace tres años. "Nos conocimos en un bar, mientras yo bailaba como loca danzas irlandesas y cantaba como una desquiciada. Él me dijo 'por favor guardá mi número que quiero asegurarme de volverte a ver'", recuerda. En diálogo con MDZ, explica por qué incluyó en el relato cómo conoció a su pareja. "Mucha gente piensa que yo estoy acá, en Holanda, por ser "la novia de" y que no hay mérito mío. Creo que un poco lo que hice en mi relato es dejar claro que estoy acá no porque tengo una pareja extranjera sino porque hice mucho en mi vida para superar todos los obstáculos que se me presentaron. hay muchas historias así que tenemos que empezar a visibilizar", dice. 

Ya hacia el final de su relato en Twitter dice: "Y ¡acá estoy! Luego de unos años viviendo en Europa y a 2 semanas de que me entreguen la llave de mi casa. ¡Mi primera casa propia!". Nunca imaginó las repercusiones que podría tener su relato. "Recibí muchísimos mensajes de amor, cariño y admiración. Pero pienso que quien se tiene que llevar acá todos los laureles es mi padre que ante la adversidad estuvo ahí presente. Creo que la repercusión viene por el lugar que le doy a mi viejo en esa historia. Él es el detonante de la historia. Después hay tenacidad o cómo uno quiera llamarlo. Pero él fue mi valor para atravesar obstáculos, para no dejarme caer en momentos en que, otras personas, si hubieran abandonado o puesto excusas: 'no tengo para comer', 'no tengo zapatillas'. Yo creo que no hay excusas y cuando las cosas se ponen difíciles hay que agacharse para tomar impulso". 

Lejos de ponerse en el lugar de víctima, celebra sus conquistas. "Muy feliz del camino recorrido, pero por sobre todo, de los aprendizajes", concluye el hilo que conmovió a los usuarios de Twitter y que recibió la respuesta más especial: un mensaje de su papá invitándola a seguir adelante, a buscar nuevos sueños. "A veces uno cambia de ruta y está bien. Pero nada es imposible", concluye. 

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