Crisis hídrica

Jardines xerófilos, los ideales para una Mendoza casi sin agua

Son económicos y adaptados a la naturaleza de climas secos como el nuestro. Representan un cambio cultural que se contrapone al paisajismo de estilo europeo y revaloriza el patrimonio local. Su uso permitiría contrarrestar la crisis hídrica que afecta a la provincia.

Redacción MDZ
Redacción MDZ sábado, 11 de enero de 2020 · 07:31 hs
Jardines xerófilos, los ideales para una Mendoza casi sin agua
Paisajismo adaptado La xerojardinería es la mejor aliada de los climas secos Foto: Jardineriaon.com

Mendoza lleva una década completa bajo los efectos de la crisis hídrica. Los tres principales embalses de la provincia -Los Nihuiles, El Carrizal y Potrerillos- lucen virtualmente vacíos y las consecuencias directas que esto tiene sobre la población son drásticas: bajas en la producción agrícola y reservas de agua potable cada vez más cerca de llegar al límite.

Lo cierto es que a pesar de las prohibiciones y advertencias impuestas desde el Gobierno provincial respecto al uso del agua, la sociedad mendocina no parece estar dispuesta hacer un uso responsable del recurso. Al menos así lo demuestran los datos de Aguas Mendocinas, que cada año labran un total aproximado de 12.000 multas contra usuarios que producen derroches tan incomprensibles como lo es el lavado de veredas con manguera.

Muchos mendocinos aún sienten la necesidad de regar el asfalto.

Según la entidad sanitaria, la mayor parte de estas doce mil multas se deben a una causa que está arraigada a la cultura mendocina pero que, acorde a lo que dicen los expertos, resulta insostenible para la realidad climática de la provincia. Es que cerca del 46% de las actas que se labran cada año se deben a "riego de jardines en horarios prohibidos".

Riego por aspersión
El riego durante horarios prohibidos es la mayor causa de derroche de agua potable.

Sin embargo existe la posibilidad de crear jardines en Mendoza que actúen en consonancia con el entorno. La xerojardinería busca crear paisajes acordes a la naturaleza de las zonas áridas y permite sacar el máximo partido a las plantas mientras busca un equilibrio con las condiciones del lugar

“Lo sustentable nos invita a mirar en forma integral el paisaje”, indican el equipo de investigación encabezado por Eugenia Videla en un informe publicado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo (FCA – UNCuyo). Según la académica, “el ambiente, lo socio-cultural y lo económico” es lo que brinda la posibilidad de crear una nueva forma de paisajismo “única e irrepetible”.

Muhlenbergia capillaris
Sus tonos rosados y su alta resistencia al estrés hídrico convierten a la Muhlenbergia capillaris en una opción valorada por los xeropaisajistas.

“Una jardinería sustentable es aquella que hace un uso eficiente de los recursos”, sostiene el informe que explica de modo detallado cómo crear un jardín “sustentable y vivible”, sin la necesidad de acudir a modelos victorianos o franceses, con césped abundante, típico de zonas húmedas, importados desde el continente europeo.

El término “xerojardinería” surgió en Colorado, Estados Unidos, en 1981, luego de que un grupo de paisajistas se propusieron crear espacios verdes con uso racionalizado del agua. Es un concepto que se aplica a todo tipo de tierras secas, desde las hiperáridas hasta las subhúmedas secas.

Mapa de tierras secas
Las falta de agua alrededor del mundo. (UNCuyo)

Para lograr con éxito la instalación de un jardín xerófilo en Mendoza, hace falta acudir a la plantas adecuadas. En tal sentido el informe de la UNCuyo sugiere utilizar especies rústicas con alta tolerancia al estrés por falta de agua. Se trata, en definitiva, de atender a las necesidades de la provincia, que este año cumplirá una década completa de crisis hídrica.

Desde la UNCuyo, hay tres especies del género Muhlenbergia que son presentadas como ídoneas para llevar a cabo este tipo de paisajismo en Mendoza. Se trata de la M. capillaris, la M. emersleyii y la M. rigens.

  • Muhlenbergia capillaris presenta su óptimo valor ornamental asociado a un mayor consumo hídrico (800 mm). Con el mínimo aporte de agua (200 mm), la planta no muere pero sufre, lo que se refleja en su pobre desarrollo.
  • Muhlenbergia emersleyii se adapta bien a los diferentes tratamientos. Sin embargo, el equilibrio entre consumo de agua y expresión se manifiesta con el volumen medio de agua (400 mm).
  • Muhlenbergia rigens presenta gran plasticidad y eficiencia en el aprovechamiento del recurso hídrico. Si bien 200 mm no alteran su desarrollo, el óptimo valor ornamental se logra con 400 mm.
Chañar
Este bosque de chañares provee sombra y cuida el agua.

Por lo demás, toda especie autóctona es adecuada para completar el jardín y dejarlo a gusto de quien lo diseña. Así, arbustos como el retamo, las cactaceas típicas de la precordillera o la Payunia y los árboles nativos como el algarrobo y el chañar resultan opciones más que adecuadas.

 

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