Otro asesinato

La tragedia atraviesa nuevamente La Matanza justo cuando Sergio Berni vuelve a escena

A solo cuatro kilómetros donde Axel Kicillof, Sergio Berni y Fernando Espinoza se fotografiaron para remarcar la utilización de nuevas tecnologías y la construcción del nuevo centro operativo de la Policía Bonaerense, un nuevo homicidio sacudió La Matanza cuando un vecino fue asesinado en Aldo Bonzi.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare martes, 30 de mayo de 2023 · 21:11 hs
La tragedia atraviesa nuevamente La Matanza justo cuando Sergio Berni vuelve a escena
Imagen de archivo.

Pocas horas después de que Sergio Berni retomara su actividad al frente del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, muy cerca de su centro operativo de Puente 12, en Aldo Bonzi, un vecino de 55 años fue asesinado tras un tiro en la espalda mientras intentaban robarle su vehículo a primera hora de la mañana, cuando iba a ir a su trabajo.

Los delincuentes vivirían en el barrio La Puñalada, muy cerca de la calle Humahuaca al 600 donde Emilio Ghezzi salía de su casa para ir a trabajar, como cada mañana, a las 8. Tres asesinos se abalanzaron sobre él y lo atacaron para robarle la camioneta y cuando Emilio se resistió, recibió un disparo directo en la espalda.

La distancia entre Puente 12 y la calle Humahuaca, en Aldo Bonzi

Este nuevo y tristísimo episodio, que enluta a toda la comunidad matancera, se suma al otro episodio similar ocurrido durante el mes de mayo. En el anterior mataron a un menor mientras su padre también salía de su vivienda junto con él en Virrey del Pino, localidad en la que hacía un mes habían asesinado al colectivero Daniel Barrientos, en la intersección del a Ruta 3 y General Paz.

Por el tema del chofer y la reacción posterior se desataron una sucesión de hechos e incidentes que afectaron la conducción de la Policía bonaerense, a cargo de Sergio Berni, quien tuvo que tomarse una licencia de veinte días por los fortísimos golpes recibidos en la mañana del 3 de abril cuando quiso levantar el piquete que habían armado los choferes amigos de Barrientos.

Además, desde aquel momento también se visibilizó aún más el conflicto con las empresas de transporte, en principio sucinto en el tema de la inseguridad y la colocación de cámaras y botones antipánicos pero que luego se transformó en una crisis por la propia dinámica de la actividad que está en una situación crítica por la deficiencia del sistema de subsidios, que motivó varias medidas de fuerzas de las cámaras que agrupan la actividad en el AMBA.

Berni se reincorporó activamente a su función al frente del Ministerio de Seguridad en el día de ayer, luego de haberse sometido a una intervención quirúrgica producto de los golpes recibidos hace casi dos meses que complicaron desenvolvimiento habitual.

La primera foto mostrada oficialmente lo muestra con gesto adusto, casi a desgano, junto con el gobernador Axel Kicillof y el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, con quien el ministro tiene severísimas diferencias personales.

Berni oficia de anfitrión en su lugar de Kicillof y Espinoza.

La excusa fue mostrarle al intendente el centro operativo montado en su distrito, al límite con la Ciudad de Buenos Aires, en el reconocido cuartel general de Puente 12, en Camino de Cintura y General Paz, adonde el jefe comunal no había ingresado hasta el momento. En estas circunstancias, Kicillof pareció oficiar de mediador entre dos dirigentes que mantienen una tensísima relación.

La oportunidad también sirvió para recorrer las nuevas instalaciones donde harán base operativa la mayor parte de los efectivos de la nueva fuerza armada por Berni para complementar a los policías afectados al trabajo en comisarías, como son las UTOI, Unidad de Traslado Operativa Inmediata, que también tendrá otras sedes a lo largo y ancho de la provincia, con un distintivo color negro intenso para identificarlos de los otros patrulleros sujetos al trabajo de las comisarías.

Si bien Berni no lo difunde, él sabe que en La Matanza no hay una política de colaboración con el Ministerio de Seguridad. El propio Fernando Espinoza ha expresado en más de una oportunidad que "el problema de la inseguridad no le corresponde al municipio, sino al gobierno de la Provincia". Si bien esta idea no es particular del intendente, la distancia y la falta de complementación entre ambos niveles del Estado también lo marcan todas las encuestas, que destacan que el 80% de la población considera a la inseguridad como el mayor problema a resolver en La Matanza.  

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