Concesión a 20 años

La negociación más dura que le tocó a Suarez: un contrato multimillonario y la compleja relación del Estado con un grupo empresario

El Gobierno y EDEMSA acordaron extender 20 años la concesión y la principal distribuidora eléctrica seguirá en manos de José Luis Manzano. En qué cedió el Estado, en qué creen que ganó y las presiones que vienen. Las obras indispensables para sacarle el freno a la inversión.

Pablo Icardi
Pablo Icardi sábado, 21 de enero de 2023 · 09:28 hs
La negociación más dura que le tocó a Suarez: un contrato multimillonario y la compleja relación del Estado con un grupo empresario
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

La privatización de la empresa provincial de energía que derivó en la creación de EDEMSA es una parte muy particular de la  historia de Mendoza, donde se cruzan malas decisiones, incumplimientos del Estado, de los accionistas, negocios paralelos, mal servicio y tensiones. Pero además, desde 2006 se convirtió en punta de lanza de un grupo económico que, sin experiencia en el rubro energético, creció enormemente, se expandió y ganó poder de la mano de José Luis Manzano.

Ahora se garantizaron permanecer dos décadas más con una ganancia estimada (a precios de hoy) en 60 mil millones de pesos, una reducción sensible en las obligaciones a pagar (calculados en 800 millones al año) y tener tarifa. En el Estado esperan que "ahora sí" se reinicie la relación y haya un vínculo "normal", donde la empresa cumpla, funcione de manera lógica y haya respuesta a una necesidad urgente de Mendoza: mejorar el servicio eléctrico para frenar el éxodo de empresas y que se levante la veda que existe. Es que hoy hay industrias que no se pueden instalar en la provincia por la falta de disponibilidad de recursos, principalmente la electricidad. Por eso esperan un plan de obras por 17 mil millones de pesos para ampliar la capacidad de distribución de energía. 

José Luis Manzano, el estratega y dueño de EDEMSA que consiguió una prórroga de 20 años. 

El gobernador Rodolfo Suarez ya tiene listo el convenio que firmará con las distribuidoras eléctricas para resolver la enorme deuda que el Estado les reconoció por ingresos no percibidos. EDEMSA reclamaba 140 mil millones de pesos y más allá de que el monto podía estar inflado, los Decretos firmados por Francisco Pérez reconociendo que había una deuda hacían que fuera una causa perdida, igual que la iniciada en el CIADI. La presión creció y las negociaciones se tensaron. Al haberse iniciado el último período de la concesión, la estrategia de EDEMSA fue más agresiva y para ello solo tuvo que mostrar el as en la manga que tenía guardado desde que se reconocieron los ingresos no percibidos y que funcionó como "plazo fijo" económico y político. En la semana se hicieron las últimas reuniones entre el Gobierno y el enviado de Manzano a la negociación. El año pasado emigró a EDENOR el inglés Neils Blesdale, histórico CEO de EDEMSA de parte del grupo liderado por el exministro del Interior. Ariel Palumbo ocupó el lugar del británico. La semana que viene estará el Decreto de Suarez, aunque antes queda pulir el plan de obras, el eje del futuro de Mendoza

En el convenio se incluirán obras obligatorias, aunque no serán financiadas por la empresa sino por los usuarios a través de un aumento que rondaría el 2%. La intención del Gobierno es incluir obras que garanticen la calidad del servicio  y deberían haberse hecho antes, pero sobre todo para que haya expansión. Una de ellas es el nuevo tendido hacia la zona de alta montaña. También en el Valle de Uco y zonas industriales. Desde Servicios Públicos, por ejemplo, explican que hubo proyectos de expansión industrial que se abortaron porque no había disponibilidad de electricidad. Además, emigraron empresas o se instalaron en otros sitios por el mismo problema de base. Mendoza no tiene recursos básicos como agua, electricidad y gas disponibles para crecer. 

La letra chica del convenio incluye otros artículos que son clave si se tiene en cuenta la relación viciada que hubo hasta ahora. Así, se acordó una cláusula de indemnidad para evitar que haya juicios al Estado en paralelo. Si el convenio se cumple, EDEMSA no podría volver a reclamar ni administrativa ni judicialmente por los ingresos no percibidos; ni en Argentina, ni internacionalmente. Si algún accionista lo hace, la sociedad debería responder y no el Estado.

El acuerdo da de baja a los reclamos y le concede la extensión de la concesión a EDEMSA por 20 años extra, usando para ello la ley que le otorga la potestad al Ejecutivo de hacerlo. El propio contrato tenía cláusulas que podrían haber llegado el mismo camino. Además, se rebajó el canon del 10% del VAD, al 6, es decir el piso de la concesión y hay un acuerdo para tener una ecuación económica "lógica"; como indican en el Gobierno. La extensión de la concesión está valorada en 60 mil millones de pesos, que serían las ganancias estimadas (a valores de hoy). El plan de obras previsto es por 17 mil millones de pesos, financiado por los usuarios. En el cumplimiento de ese plan habrá un elemento importante para entender si hubo un cambio o no en la relación. 

La negociación se aceleró tras otra buena noticia para la empresa. El Gobierno nacional inició el año con el perdón a las distribuidoras por la deuda que tenían con CAMMESA, el mayorista de la electricidad. Además de condonarle más de 3 mil millones de pesos, EDEMSA consiguió un plan de pagos por el resto de su deuda que técnicamente la licúa. Así, pasa de ser una empresa en riesgo operativo, a tener una revalorización extraordinaria en poco tiempo. El Gobierno de Mendoza consideró que la empresa siempre tuvo tarifa para pagar la electricidad, pues a diferencia de otros distritos en la Provincia hubo aumentos del VAD. Por eso consideran que parte de lo ganado con la condonación de deuda debería ser transferido a los usuarios. Para avanzar en la Nación era necesario el aval provincial, cosa que ocurrió. 

Historia de una concesión

EDEMSA nación en 1998 con la privatización de EMSE, la empresa provincial de energía. En la primera etapa hubo concesionarios extranjeros junto con accionistas locales. La francesa Electricité de France lideraba, igual que Edenor, firma que se desprendió de las acciones, demandó ante el CIADI y ganó un juicio por 136 millones de dólares. La "historia moderna" de de la empresa comenzó en 2006, con la compra que hizo el grupo Vila-Manzano de la compañía (que había sido de Omar Álvarez) a través de dos empresas que serían mascarón de proa: Ketsal primero y Andes Energía luego. Esa firma fue la empleada para penetrar en el negocio energético. En el eléctrico primero, con EDEMSA, y en el petrolero casi de inmediato, con las primeras 7 concesiones "petrolero-inmobiliarias" que consiguieron en 2008. 

Andes Energía se quedó con el control de SODEMSA, el dueño formal de EDEMSA y donde el Estado es parte con algo más del 30 por ciento de las acciones. Luego esa empresa escindió los negocios: Andes se quedó con la rama petrolera y Andina con todo lo relacionado a la electricidad. Aunque los dueños reales son bien mendocinos, Andes es una empresa inglesa con accionistas diversos que también están radicados en paraísos fiscales. Eso le habilitó, por ejemplo, el CIADI para demandar a Mendoza en 2019 por los incumplimientos. El complejo laberinto de relaciones está englobado en Integra Capitals, la marca registrada de Manzano para mencionar las empresas de las que es parte y que incluye, por ejemplo, su participación en la renegociación de la deuda de Argentina. 

El poder de lobby es un "valor" dentro de esa empresa, pues los vínculos con el Estado han sido fundamentales en el inicio de las diversas actividades que tiene, al mismo tiempo que los incumplimientos mutuos: EDEMSA para invertir y mejorar la calidad del servicio y el Estado para reconocer los costos y dar tarifa; al menos hasta 2016, cuando comenzó a regularizarse hasta tener tarifa plena en el VAD. En el problema generado para Mendoza fue clave. La llamada Convergencia Tarifaria, una de las políticas energéticas ejecutadas por Cristina Fernández, generó una enorme bola de nieve que se convirtió en un plazo fijo para las empresas que ahora pasan a cobrar. Las tarifas se congelaron para evitar impactos electorales, pero en las provincias los contratos indicaban otra cosa. Aunque las subas no se aplicaban, sí se calculaban lo que debía aumentar.

El Decreto 390/15 firmado por Francisco Pérez reconoció que las distribuidoras tenían derecho a cobrar esos ingresos no percibidos. “Para el período comprendido entre el 1 de agosto del año 2013 y el 31 de diciembre del año 2015 el Poder Concedente reconocerá a las Distribuidoras el denominado "diferencial de VAD Propio por ingresos no percibidos…Dichos "ingresos no percibidos" resultaran determinados como la diferencia entre el Valor Agregado de Distribución (VAD) determinado y los ingresos efectivamente percibidos”, dice el artículo 4 de ese Decreto. 

Rodolfo Suarez está por desactivar una de las bombas que latían en el cuarto piso de Casa de Gobierno y el costo habrá que evaluarlo en el desarrollo de ese acuerdo. Quienes gobiernen la provincia a futuro volverán a tener del otro lado de la mesa al mismo grupo empresario que supo trascender el poder de los gobiernos. 

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