La dura derrota del gremio izquierdista del neumático tras el acuerdo
El acuerdo entre los fabricantes del neumático y el SUTNA, que responde al Polo Obrero, muestra el fracaso del gremio combativo que no logró una mejora sustancial de la propuesta inicial. Tras cinco meses de conflicto, se vio acorralado y tuvo que ceder. Mucho malestar entre sus afiliados
Tras cinco meses de duro conflicto e importantes pérdidas económicas, los fabricantes de neumáticos y el gremio del sector cerraron un acuerdo salarial que permitirá que las empresas vuelvan a producir.
Más allá de las declaraciones de los dirigentes sindicales, mostrando como un éxito el convenio alcanzado en el Ministerio de Trabajo, lo cierto es que el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (SUTNA), no logró grandes conquistas respecto a la propuesta que Fate, Pirelli y Bridgestone venían ofreciendo desde mayo.
En lo que respecta a la paritaria 2021/2022, se acordó un 66% que se compone del 50% ya otorgado entre junio 21 y julio 22, más un 16% de ajuste por inflación. Esto fue ofrecido por las empresas desde que empezó la discusión.
Por otro lado, se otorgará un bono de $100.000. Este plus también había sido ofrecido por los privados, en un principio, pero se había quitado de la propuesta por las empresas, a modo de represalia, ante la decisión del gremio de continuar con los bloqueos a la planta. Es decir, formaba parte del ofrecimiento original.
Tampoco se aceptó el pago de 200% de las horas extras de los domingos como pretendía el gremio y que significaba no respetar el régimen rotativo de trabajo que está firmado en el sector y que implica una semana laboral de seis días y dos de francos.
Esto en lo que respecta al cierre de la paritaria ya vencida. En cuanto a la del 2022/2023, las empresas habían propuesto del julio a diciembre un 38% con revisión a partir de fin de año en base a la inflación.
El gremio rechazaba, en estos meses de conflicto, discutir la paritaria futura si antes no se aceptaban sus reclamos sobre el período vencido.
Finalmente, como no pudo obtener sus pedidos, terminó cerrando un cronograma de aumentos hasta julio del año próximo. Si bien hasta diciembre se logró una suba del 51% sobre el 38% ofrecido, como este punto se negaban a discutir, es posible que hubiesen logrado esa mejora en una negociación sobre una mesa y no con la protesta desmedida que se llevó a cabo. Para todo el período ronda el 63%, más la inflación de marzo, abril y mayo para quedar 10% por arriba del costo de vida acumulado en el período. A esto se suma otro bono en diciembre de $34.000.
Si se compara con lo obtenido por otros gremios, como el 94% de bancarios, sin ningún tipo de conflicto, no parece un logro para resaltar. El balance de estos meses de conflicto es que la posición dura del SUTNA no sirvió para obtener mejoras sustanciales. Sólo provocó serios problemas a las empresas y sus trabajadores.
El giro de este gremio en los últimos días se debió al encierro en que se encontraba por la fuerte presión de distintos sector, tal como adelantó MDZ a comienzos de semana.
El SUTNA es un gremio que responde al Polo Obrero y tiene una estrategia más combativa que los sindicatos clásicos peronista. Responden a la misma lógica e ideología que tienen los piqueteros que encabeza el polémico Eduardo Belliboni que, permanentemente, corta la porteña avenida 9 de julio.
Con la esencia “trotskista”, centran en el conflicto su razón de ser y no en los resultados de sus medidas de fuerza.
Ante la prolongación de la puja entre el SUTNA y los fabricantes de neumáticos, el poder del gremio se fue diluyendo.
Las empresas se mantuvieron firme y esa resistencia mostró un error de cálculo de los delegados, encabezados por Alejandro Crespo.
La no solución de un simple discusión salarial le hizo perder consenso interno dentro de los operarios de las plantas. No sólo no lograban recibir aumentos desde mayo por la falta de acuerdo sino que también sufrían los descuentos de los días por las jornadas de paro.
Los bloqueos a las plantas se implementaron porque los trabajadores no se adherían a los paros y era una forma de evitar el ingreso a las fábricas. En algunos casos hubo incidentes.
A esto se sumó la presión de las automotrices que debían parar por falta de neumáticos y de los gremios SMATA y UOM que sufrían, indirectamente, la consecuencia de la irracionalidad del SUTNA. Estos gremios tradicionales iban a tener a sus afilados suspendidos por un conflicto ajeno.
La situación llegó a un nivel de gravedad que también el Gobierno nacional que, por inacción, había dejado crecer el conflicto y tuvo que intervenir a último momento porque el malestar de empresas, gremios y consumidores recaía sobre los funcionarios. Eso llevó a que el ministro Sergio Massa decidiera actuar ante la pasividad de su par de Trabajo, Claudio Moroni.
Ante este cuadro, el SUTNA tuvo que ceder y aceptar la propuesta que desde hacia meses estaba sobre la mesa.
Esto está provocando un fuerte rechazo de una parte de los trabajadores del neumáticos que sienten que fueron utilizados para una estrategia que no dio resultados y sólo posicionó a Crespo a nivel nacional.
En estos momentos, los trabajadores de estas tres empresas están cuestionado, en los grupos de Whatsapp internos, el manejo del secretario del gremio. Incluso, un sector más radicalizado está pidiendo desconocer el acuerdo que debe ser rubricado en el Ministerio.

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