Crisis en el Gobierno

Tensión en el poder: no hay quien gobierne y cada uno juega su partido

El emblemático y drástico cierre provisorio de las cuatro empresas que fabrican neumáticos en el país devela, a poco averiguar, las dramáticos tensiones en la cúspide del poder nacional donde cada sector "aprovecha" la fortaleza o debilidad del otro para jugar su propio partido.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare lunes, 26 de septiembre de 2022 · 22:00 hs
Tensión en el poder: no hay quien gobierne y cada uno juega su partido
Foto: Telam

"¿Sabés por qué pasa esto? Porque acá ya no hay quien gobierne. Entonces, cada uno hace lo que más le conviene", le confesó a MDZ uno de los referentes del Frente de Todos que iba camino a Avellaneda donde, en esta oportunidad, Jorge Ferraresi actuaba de anfitrión de un nuevo encuentro en el que intendentes y funcionarios iban a estar, entre otros, con Máximo Kirchner, aunque este, al final no fue.

La semana pasada la cita había sido, también, en otra localidad del sur del conurbano, en Lomas de Zamora, conducida por el amigo y socio político del joven Kirchner, Martín Insaurralde. Ahora se realizó en el distrito de otro ultra K que en su momento abrazó el proyecto de Alberto Fernández pero que, rápidamente, se dio cuenta de que no iba a caminar. 

El oficialismo se debate en quién culpar por el desaguisado económico y social que se viene dando a lo largo y ancho del país, con protestas en la Patagonia, Vaca Muerta, o en el bloqueo a la planta láctea Vidal por parte de Pablo Moyano y sus camioneros, o la de su hermano, en los peajes de la autopista Buenos Aires-La Plata y, desde hace cuatro meses, por el Polo Obrero y sus protestas en las fábricas de neumáticos. 

"Esto es muy simple y siniestro a la vez. Porque los que más buscan el conflicto son los representantes de una familia cuyo conductor es uno, Hugo, pero sus hijos se detestan entre sí. Y aprovecharon el tema del SUTNA (Sindicato Único de Trabajadores del Neumático de la República Argentina) para ir por el ministro Claudio Moroni, con el que no tienen diálogo desde hace tiempo", explicó a MDZ uno de los dirigentes sindicales de un gremio estatal que suele ponerle un oído a los más extremos. 

"La marcha en la que terminaron tomando el Ministerio de Trabajo iba a ser a la Casa Rosada. Eso no le convenía ni a los gordos de la CGT ni al propio Sergio Massa, entonces, fueron hacia el eslabón más débil, al ministerio de Trabajo, donde Moroni está más solo que Pinochet en Cuba", ejemplificó el mismo referentes sindical. 

La multiplicidad de demandas obedece a reclamos puntuales que luego se entrelazan con necesidades de otros demandantes,  tanto del mundo gremial como político. Como dijo Gregorio Dalbón sobre el atentado contra la vicepresidenta, "esto fue armado desde adentro", sería el resumen. 

La paralización de la planta de lácteos Vidal es todo un ejemplo. Las autoridades de la planta ya dudan en volver a incorporar al personal que desde hace quince días está bloqueando la planta porque, más allá del acuerdo, la relación quedó tan dañada que "nadie sabe si pueden complotar contra el producto tan básico y necesario como el que nosotros producimos". ATILRA es uno de los sindicatos aliados al moyanismo sindical. 

El tema de los trabajadores del Peaje (literal) que conduce Facundo Moyano arrastra otra lógica y viene desde el inicio mismo de la gestión de Alberto Fernández, Axel Kicillof y Sergio Massa al frente del área de Transporte, que luego amplió con el manejo del Ministerio bonaerense que se dedica al tema. 

En un principio, el joven peajista creyó haber tenido un acuerdo con Massa y Kicillof para reemplazar al frente del manejo de los AUBASA al ex diputado del Frente Renovador Ricardo Lissalde, también conocido como "el loco", que apenas Moyano lo inquirió para hacerse cargo de manejos que anteriormente estaban a cargo del sindicato, como el mantenimiento de las banquinas y los espacios que separan ambas manos de la autopista, le contestó con un no rotundo.

Todo lo que siguió después fue un incremento de las acusaciones del gremio de Peajes contra las autoridades provinciales que terminó con el paro que liberó el pago a los automovilistas que circulan diariamente por las rutas que van a la costa y que están bajo administración provincial. 

Tal cual lo describió en su incontinencia verbal José Ignacio De Mendiguren, "en Economía estamos desesperados por los dólares", y eso también es el parte central del problema. Sin posibilidades de importar, con cupos para cada necesidad o un valor de la moneda a instancia de la actividad, todo se traba. La coordinación entre las áreas tampoco parece funcionar y, como reflejaron hoy en un zoom de la Federación Argentina del Neumático, que agrupa a las empresas que comercializan lo producido en las fábricas, "hoy estamos a un 20% de nuestra capacidad de venta porque no hay productos". 

Esta situación, que "viene desde abril, hace que muchos hayamos tenido que interrumpir el contrato de personal temporario, adelantar vacaciones e iniciar mecanismos de reducción de gastos porque no sabemos cuánto tiempo va a continuar con esta situación. Importar es casi imposible y ahora que se fabrique acá también", reconoció un importante distribuidor de la zona norte del Gran Buenos Aires.

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