Entrevista al juez José Valerio

"Yo no creo que haya jueces de la Corte que hablen con el Ejecutivo"

Valerio es miembro del máximo tribunal y principal impulsor de la reforma judicial motorizada por Rodolfo Suarez que despertó críticas opositoras y de juristas. Los argumentos que dio para negar la existencia de una mayoría automática que termina favoreciendo el Ejecutivo en algunas sentencias.

Marcelo Arce
Marcelo Arce domingo, 11 de septiembre de 2022 · 13:04 hs
"Yo no creo que haya jueces de la Corte que hablen con el Ejecutivo"
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

El principal impulsor de la reforma al funcionamiento de la Suprema Corte que presentó el gobierno de Rodolfo Suárez, el juez José Valerio, defendió el proyecto que generó críticas de la oposición y de prestigiosos juristas locales, a la vez que negó la existencia de una mayoría automática dentro del máximo tribunal que es la que termina votando de acuerdo a las exigencias del Poder Ejecutivo.

"Yo no creo que haya jueces de la Corte que hablen con el Ejecutivo", aseguró y argumentó que los planteos que se le hacen a la iniciativa oficial (el más grave es que pone en riesgo a futuro la independencia de la Justicia) está relacionado con "discursos exacerbados porque nadie quiere perder". En ese sentido, se defendió de otras dos críticas centrales: el riesgo de que los magistrados de la Corte pierdan especialización y la reforma administrativa interna que está planteada. " El presidente de la Corte no puede estar firmando resoluciones o acordadas permanentemente como si fuera el Gerente General del Poder Judicial. El Poder Judicial de Mendoza no puede seguir siendo pensado como el almacén de Don Ramón en la esquina", comparó.

Valerio accedió al diálogo con MDZ y desestimó lo que para muchos es una realidad: que como consecuencia de la altísima conflictividad interna, la Suprema Corte perdió  prestigio. Aunque reconoció la imposibilidad de acuerdos internos y que, más allá de que se podría haber encontrado un punto de consenso entre los siete miembros del organismo para hacer cambios, él fue quien decidió ir por todo.

- ¿Por qué impulsan esta reforma dentro del funcionamiento de la Suprema Corte?

- Venimos conversando hace mucho el tema del funcionamiento de la Corte y lo que es el gobierno administrativo que tampoco es nuevo. Tanto es así que, por ejemplo, hace algunos años el tema se planteó cuando estaba de presidente Jorge Nanclares. O sea que este no es un tema nuevo nosotros. Sabemos que de alguna manera hay que darle solución porque las reformas, las transformaciones, requieren una nueva idea de Poder Judicial. Entonces, este es un debate que tenemos. Lo que pasa es que no coincidimos, obvio. Algunos están en posturas más tradicionales, lo que ya está. Otros pretenden algunos cambios y bueno, otros como en el caso mío, que trato de adaptar la Corte y su funcionamiento y sus reformas administrativas a sus reformas penales, que son las más avanzadas y eso también ha significado una diferencia en el manejo interno dentro del Poder Judicial. 


- Está bien. ¿Es por eso la reforma? ¿O existe un trasfondo político?

- No, no. Esta es una consideración que hago yo. Tenemos el setenta y cinco por ciento de las causas que han ingresado en los últimos años en el Poder Judicial y que están en la Sala 2. Esto no lo desconoce nadie y también hay que dar solución a eso. 

- Entiendo el problema generado por la Sala 2 y el denominado "Fórum shopping". Pero se han despertado críticas al proyecto porque, entre otras cosas, afecta a la especialización de los jueces.

-La especialización... perfecto. Este mismo año en la Corte hemos resuelto casos, por ejemplo, en donde se ha aceptado la casación horizontal ¿Quién resolvió? ¿Especialistas en derecho penal? No, resolvió la Sala 1, integrando a camaristas civiles. Y nadie ha dicho nada. ¿Quién habló de la especialización?

- La exjueza Aída Kemelmajer habló, por caso.

- En la Corte de la Nación ¿Todos no resuelven todo por ejemplo? No tienen salas. Lo que pasa es que esa es la idea de la Justicia burocrática, dividida y fragmentada. Por ejemplo: cuando hicimos las reformas, en momentos en que yo estaba en el Consejo de la Magistratura, se tomaban las evaluaciones técnicas. Entonces se tomaba evaluación técnica para jueces de garantía, correccional y para juez de ejecución. Los teníamos fragmentados como si fueran tres mundos distintos. El juez es uno solo. Ha llegado a tal punto el tema de la especialización que ya no se entiende.

- Vuelvo a Kemelmajer. A ella no le gustó el proyecto y dijo, entre otros argumentos, que si no hay especialización en las sentencias de los jueces de la Corte, sus fallos perderán respeto ante los camaristas.    

- A ver... ¿La Corte de Estados Unidos tiene salas especiales? ¿A alguien se le ocurre que no tienen respeto los fallos de la Corte norteamericana porque no tienen salas especializadas? No, ese es un concepto académico de la Justicia que yo no tengo. Por eso defiendo el juicio por jurados, el que está allí ni siquiera sabe de derecho. Va con sentido común a resolver. Hemos tenido el caso de Johnny Depp y lo hemos visto todos en la televisión. Yo no he visto todo el juicio, pero he visto parte del juicio. Hemos visto cómo se desarrolla, cómo se interroga, cómo dirige el juez y define el jurado.¿Alguno de esos jurados era especialista en derecho civil? ¿Y quién cuestiona a ese jurado?

- Es evidente que se hace necesario terminar con el "Forum shopping". Pero también es evidente que detrás de la presentación de este proyecto de reforma hay un trasfondo que es la puja política interna de la Corte.

- A ver. ¿Tiene influencia lo político? A nadie le cabe duda. Pero ahora estamos discutiendo temas de Corte, de toma de poder y de cómo funciona la Corte en cuanto a lo jurisdiccional y a lo administrativo. ¿Cuántas son las reformas que realmente tiene esta ley? Porque, por ejemplo, el administrador ya existe creado por la Corte. O sea, lo que está haciendo es consolidando lo del administrador. Yo hubiera preferido que se le diera menos menos atribuciones a los jueces, soy más de la opinión de separar las funciones. Yo creo que los jueces están para resolver causas. ¿Controlar lo administrativo?, estamos de acuerdo. ¿Fijar políticas?, estamos de acuerdo. Pero no pueden estar nombrando secretarios, eso no puede hacerlo. Eso lo tiene que hacer el administrador, pero no deberá estar el presidente de la Corte firmando resoluciones o acordadas permanentemente como si fuera el Gerente General del Poder Judicial. El Poder Judicial de Mendoza no puede seguir siendo pensado como el almacén de Don Ramón en la esquina.

- Pero esos cambios desde el punto administrativo ¿No terminan ratificando el poder de la mayoría radical dentro de la Corte? Porque ahí está uno de los asuntos en cuestión.


- Con esta ley se reduce y creo que hay que reducirlo más. Es más: no es nada nuevo y yo vengo diciendo hace muchísimo tiempo que el presidente no puede estar eximido de funciones jurisdiccionales. ¿Qué es? ¿El Gerente General?  O sea, tenemos presidente de  la Corte que es un gerente y no cumple su función de resolver casos y de dictar sentencias. La Corte tiene que reducir la cantidad de causas que ingresan y tramitarlas, lo que tiene que tratar son casos excepcionales con profundidad. Poco casos y que sean señeros. Y ahí la gente mira y respeta la decisión.

- ¿Por qué regular los fallos plenarios de la Corte?

- No hay ninguna modificación, esa es otra barbaridad. En esta Corte el partidario de los plenarios soy yo. Me parece que lo que hay es un exceso de discurso. No es que voten de determinada manera porque son radicales o porque son peronistas, lo que pasa que razonan de determinada manera y piensan de determinada manera por eso. Cuando hay un gobierno radical lo nombra y cuando hay un gobierno peronista lo nombra por la forma en que piensa.

- ¿No es la lógica de funcionamiento de la designación de los jueces desde hace años esa?
 

. ¡Pero no es por la pertenencia!  Jamás se me ocurriría pensar que Alejandro Pérez Hualde votó el ítem aula porque lo han llamado y le pidieron que vote en ese sentido. Votó porque piensa de esa manera.

-¿Hoy funciona así la Corte, por lo que piensan los jueces realmente? ¿No hay influencia política?

- Yo no sé si hay influencia política....

- ¿No debería ser más categórica su respuesta? ¿Negarlo rotundamente?

- Yo puedo hacer eso con lo mío, No puedo hacerlo por los demás ¡Yo qué sé!  Somos siete miembros, los siete somos distintos. Esto es algo que siempre insisto, porque siempre nos ponen frente al cuatro o tres. No es así, los tres que son filoperonistas o los cuatro que son filoradicales, ninguno de son exactamente iguales.

- Sin embargo hay mayoría automática.

- A ver. Vamos a los plenarios ítem aula que, ya como ya vimos, salió cuatro a tres.

- Sí, pero era otra Corte.

- En otra Corte. Pero insisto: ¿Alguien piensa que Pérez Hualde votó porque lo llamaron o porque quería ser complaciente con Cornejo? Otros plenarios, por ejemplo, el de tentativa. Salimos cinco a dos, porque Julio Gómez tenía una idea respecto a esta temática y entonces votó en esta postura. Vildoza, otro caso, que salió seis a uno. O sea: tres filos radicales y tres filo peronistas votamos exactamente igual y la doctora Teresa Day votó a favor pero con una disidencia parcial. ¿Dónde está el cuatro a tres? ¿Pueden haber causas que pueden generar rispideces? Obvio. ¿En las causas fundamentales hay que ir a plenario? Sí, pero no es porque lo invente esta ley. Lo único que hace es poner lo mismo que estaba, Lo que pasa es que ordena un poquito más. Nada más

-¿Por qué no se pudo consensuar este proyecto entre los mismos miembros del tribunal?

-Obviamente existen, en la estructura que tenemos de funcionamiento, ciertas estructuras de poder de decisión. Entonces obviamente esto que estamos planteando genera ruido. ¿Por qué? A nadie escapa que en la Sala 2 hay una situación de preeminencia de los ministros que vienen del peronismo, Pero yo he votado a veces con Omar Palermo, con Mario Adaro y a veces han votado ellos en disidencia. Está todo cruzado.

- ¿Y entonces?¿Por qué no hubo acuerdo? Porque hay dos puntos de consenso en esta discusión: que hay que eliminar el "Forum shopping" y que no está mal la idea de sortear a los jueces para que se hagan cargo de las causas.
 

- Nadie discute el sorteo ¿El problema es la especialización?. Si uno lee las expresiones de la doctora Aida Kemelmajer, es una mirada desde lo civil. Desde la Sala 1.Ahora: el doctor Palermo y yo ¿Qué somos ? ¿Especialistas en lo Laboral? ¿Desde cuándo? Adaro:¿Es especialista en Penal? Y sin embargo todos resolvemos, porque lo que hay que resolver no son cuestiones académicas. Este es el problema: cuando uno tiene la visión de la Justicia con la idealidad académica, de lo puro, lo perfecto, nos olvidamos de estas cosas. Pero cuando diseñamos la Justicia, tenemos que ver que tenemos el cincuenta por ciento de los niños por debajo de la línea de la pobreza. No se puede fantasear, porque si yo fantaseo tendría que tener tres jueces penales en Malargüe, por ejemplo.

- Vuelvo a lo anterior. ¿Por qué si hay acuerdo en estos temas esenciales estamos metidos en este problema entonces?
 

- A este lío llegamos porque hay ventajas comparativas que algunos obtienen y que no se quieren perder. En cambio, significa que otros puedan avanzar sobre las ventajas comparativas. Acá hay discursos que son exacerbados: no hay ni tan mayoría en la Corte filoradical ni hay tan mayoría filoperonista en la Sala 2. ¿Qué es lo que hay? Hay exacerbación en el discurso y que nadie quiere perder. Lo otro que hay, es que no se quiere perder el manejo administrativo.

- Pero ahí está el punto se me ocurre: los jueces que no están de acuerdo entienden que perder ese control administrativo es otro avance de las mayorías radicales que les permitirá, en definitiva, el control de la Corte y en definitiva el de la Justicia.

- Pregunto: ¿Cómo funciona la democracia? Salvo que yo haya estudiado mal, la democracia funciona o por consenso o por mayoría. Si estás estás de acuerdo perfecto y si no estás de acuerdo, se vota... Obviamente acá va a haber algún impacto, obvio. Pero lo que tenemos que hacer es juntarnos los siete y definir cómo va a ser el reglamento para el funcionamiento de la Corte si es que la reforma se sanciona. El reglamento del Poder Judicial lo venimos discutiendo desde que yo llegué a la Corte. Y lo venimos discutiendo, discutiendo y discutiendo y nunca sale nada porque siempre está el problema del avance. El que tiene el manejo quiere avanzar más, es natural.

- Pero en definitiva ¿,Por qué no se puede llegar a un acuerdo?
 

- Porque existen distintas motivaciones. Yo sé, lo que yo pienso. Y lo que yo pienso es que hay que proceder a esta reforma. Mucho de lo que planteo está en esta reforma y otras cosas no. Ahora, admito que el que quiere una reforma más amplia soy yo. No lo voy a negar. ¿Hay motivo?, hay motivo.

- Bueno precisamente. El presidente de la Corte, Dalmiro Garay, impulsaba cambios. Pero más progresivos.
 

- Garay quería una cosa más progresiva. Yo dije: "No, todo".

- ¿Y por qué esa postura?
 

- Porque a mi me parece que tiene que ser todo, no una parte. Porque no estamos abarrotados solo en la sala penal administrativa, estamos abarrotados en todo. Hay que rotarlo, hay que circular. Si yo me enrosco siempre en lo penal, llego a la exquisitez de lo penal y resulta que la gente no piensa como yo. No tengo tanta susceptibilidad, creo que existen discursos exacerbados en cuanto a las posturas. Acá no hay ni buena ni mala intención. Acá hay una intención de defender porque se sospecha que el otro quiere avanzar. ¿Hasta dónde? Se dijo que acá, con la reforma administrativa, vamos a nombrar a todos. Ni en la Cámara de Diputados pasa eso.

- Y cómo garantiza eso, que no va a haber un avance en esas designaciones.
 

- No lo va a haber porque conozco a los siete que están allí. ¿Podríamos confiar en jueces que tomaran ese tipo de decisiones? Es jugar a la ruleta rusa con el discurso eso.

- Coincido con usted. Pero en este escenario de funcionamiento actual de la Corte, en dónde se vislumbra una influencia del poder político del gobierno, no es tan impensado que esto ocurra. Y menciono también a la influencia de Alfredo Cornejo en este escenario.

- Bueno. A ver... Vemos: si el cuatro a tres de la Corte fuera al revés, ¿Qué se diría?  Lo mismo pero al revés.
 

- Si uno analiza en profundidad el conflicto, si la historia fuera al revés, da toda la impresión de que este proyecto nunca hubiera salido.
 

- Habría otro proyecto. Pero de la Corte: ¿Qué pensarían? Habría otro ex ministro de Gobierno (por Adaro) igual que del otro lado. El problema es que se desconfían los dos. ¿Por qué no pueden llegar a una solución para reformar la Constitución de la Provincia? Porque cada uno desconfía del otro, esta es la realidad.

- ¿Es una Corte que perdió prestigio la actual?

- Esta Corte que ha perdido prestigio, recibe en estos días a delegaciones de Chubut, de Catamarca y de CABA para ver el juicio por jurados. Vienen también a ver cómo es la reforma penal, estuvieron hace un mes de Salta. Esta Corte, que supuestamente ha perdido prestigio, es la que está marcando rumbo respecto a una serie de temas a nivel nacional.

- Nadie dice que esté todo mal, pero todo lo que está sucediendo no puede no afectarla. Está todo a la luz pública.

- Es discurso exacerbado. ¿Qué vienen a ver acá? ¿ La pelea? No vienen a ver las transformaciones y cómo se ha hecho. Lo que pasa que no es una Corte que escriba académicamente, es cierto, pero es una Corte que tiene otras características. Esto es una Corte operativa, que funciona, que produce reformas y que va hacia adelante. Lo que pasa es que no hay publicidad de esto. Las cosas se arman para que funcione bien el Poder Judicial, no para el titular del diario. Y el problema es que a algunos les gusta el titular del diario y eso a mí no me interesa.

- Termino y nuevamente con Kemelmajer. Sostuvo una frase inquietante que resume la visión generalizada. Dijo que el Poder Ejecutivo da la imagen de tener en la Corte jueces de su confianza a quienes consulta y que eso es muy malo.

 -Yo no creo que haya jueces que hablen con el Ejecutivo Pero si tiene datos, que lo diga. Ahora: también había sospechas de ese tipo de actitudes con filoperonistas.

- Tiene datos de eso?
 

-. Yo no tengo datos. He dicho sospechas. Entonces nadie puede asegurar el funcionamiento Yo con el subsecretario de Justicia, Marcelo D' Agostino, tengo contacto permanente. Pero a mí no me va a decir qué tengo que hacer. Y debo presumir que el resto de los ministros no andan tendiendo ni contacto directo, ni en off. Es lo mismo que yo dijera que puede tener sospechas en cómo se resolvió el famoso caso Falaschi ( la histórica sentencia firmada por Kemelmajer en 1989 que fue la que le puso un freno a la reforma de la Constitución Planteada por José Octavio Borón)  Es una falta de respeto decir eso. Si está el dato, que se denuncie.

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