El efecto Massa

La deuda que quedó pendiente con Sergio Berni genera ruido en la interna de la Bonaerense

El mal momento que sufrió la familia Massa en 2014 por el robo perpetrado por un prefecto aún sigue vigente y deja mal parado a Sergio Berni. Esta pelea del pasado alimenta la interna dentro de la Policía Bonaerense. El comisario massista y la derrota de Scioli.

Beto Valdez
Beto Valdez lunes, 1 de agosto de 2022 · 07:03 hs
La deuda que quedó pendiente con Sergio Berni genera ruido en la interna de la Bonaerense
Foto: Télam

“El triunfo de Sergio Massa dentro de la interna del Frente de Todos dejó mal herido a Sergio Berni por la vieja historia nunca aclarada de la intrusión del prefecto en la casa del ahora ministro de Economía”, comentan fuentes del peronismo del conurbano.

No es una novedad que desde el arranque de la gestión del ministro de Seguridad bonaerense hay una interna entre el jefe de la policía, comisario Daniel García y su número dos, el comisario general Jorge Figini. “Manotas” como le dicen al titular de la fuerza, representa a un sector, mientras que el número dos apodado “el Fino”, por sus buenas modales, genera resistencias entre la tropa por su nula experiencia en comisarías y ser el representante del polémico y poderoso Jorge Matzkin, quien fue el jefe de Policía de Daniel Scioli y su candidato para dirigir la SIDE, si el ahora embajador en Brasil le hubiese ganado a Macri en 2015.

Scioli es otro de los derrotados luego de la designación de Massa al frente del Palacio de Hacienda absorbiendo también la cartera que venía conduciendo el exgobernador. El correlato en la mayor fuerza policial de este reacomodamiento de fuerzas dentro del oficialismo ha dejado dos heridos: Berni y Figini. Mientras que García se siente fortalecido por su perfil profesional sin jugar las internas políticas, salvo el padrinazgo del empresario Alberto Pierri, quien durante años fue el jefe de La Matanza, pero ahora mantiene contactos aceitados con todos los sectores del FdT y también en Juntos por el Cambio.

En este contexto tan particular surge con impulso la figura del Superintendente Región A.M.B.A. Norte I, comisario general Hugo Gabriel Natiello, muy allegado a Massa y a su esposa Malena Galmarini. Este comisario estuvo muy cerca de la familia cuando el prefecto Alcides Díaz Gorgonio entró a robar a la casa de Massa en plena campaña de 2013. Natiello estuvo a cargo de los allanamientos y fue “el sostén de toda la familia Massa en un momento muy difícil”, cuentan en Tigre. Luego fue trasladado a la Superintendencia de Seguridad Región Capital.

“Natiello maneja prácticamente toda la Primera Sección Electoral, tiene un enorme poder y no solo se lleva bien con Massa, tiene un excelente vínculo con Ariel Sujarchuk de Escobar, ahora en la Hidrovía”, dice un referente peronista de la zona norte. Puede ser el próximo jefe de Policía pero ya está pasado en materia de antigüedad.

De todas formas, el dato central pasa por la estabilidad de Berni ya que además de haber acumulado muchos enemigos, ahora Massa va a tener más predicamento sobre el gobernador Axel Kicillof. Siempre hay que tener en cuenta que la familia Massa nunca olvidó esa intrusión en su casa en Rincón de Milberg y el actual ministro bonaerense manejaba en ese momento las fuerzas de seguridad desde el Gobierno nacional.

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