Gobierno en crisis

El funcionario del FMI que ya conduce la economía argentina a la par de Martín Guzmán

El director gerente para el Hemisferio Occidental Ilan Goldfajn se muestra ejerciendo un rol personal y fiscalizador dentro del a misión del FMI. Y vetó la posibilidad de la reforma previsional presentada por el kirchnerismo en el Senado.

Carlos Burgueño
Carlos Burgueño martes, 17 de mayo de 2022 · 19:35 hs
El funcionario del FMI que ya conduce la economía argentina a la par de Martín Guzmán
Foto: Télam
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Si por ministro de Economía se entiende una persona que dirige los lineamientos generales sobre lo que se puede hacer y que no en políticas fiscales, monetarias, cambiarias y macro en general; en estos días Argentina comparte esa tarea con dos funcionarios. Uno es Martín Guzmán, quién defiende pública y abiertamente su gestión contra las embestidas misilísticas diarias del kirchnerismo. El segundo realiza la función de manera sigilosa y discreta, pero igualmente ejecutiva y directa.

Se trata de Ilan Goldfajn; quién desde el lunes pasado dirige las fiscalizaciones virtuales desde Washington, organizadas para controlar el cumplimiento de las metas comprometidas ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) a partir del Facilidades Extendidas firmado el 25 de marzo pasado. Pero además, el director gerente para el Hemisferio Occidental, ejerce en estas horas la función de sensor de las iniciativas que desde el Senado el kirchnerismo quiere impulsar en materia económica y que tienen un costo fiscal que tanto Economía como el organismo financiero internacional consideran incompatibles con la salud del Facilidades Extendidas en el mediano plazo.

Por ejemplo, el hombre fuerte del FMI para la región vetó cualquier alternativa de avanzar con la reforma previsional presentada en sociedad hace 10 días y que para el oficialismo opositor del Senado implica un escueto gasto fiscal de 16.000 millones de pesos; mientras que para el organismo financiero internacional el gasto trepa a los $ 200.000 millones. Saben en Buenos Aires que sólo aceptando estas restricciones que llegan desde Washington, la alternativa de lograr el tilde verde del examen por las metas y objetivos del primer trimestre del año puede ser factible. Y que cualquier alternativa del palacio de Hacienda de aceptar estos aumentos del gasto que vienen desde el Legislativo, atentará contra esa aprobación.

El brasileño Ilan Goldfajn.

Este empoderamiento de Goldfajn no es nuevo. Ni sorpresivo. Ya sabía Guzmán que el FMI dejaba en claro a los enviados argentinos a la reunión de primavera conjunta del organismo con el Banco Mundial (BM) que el único responsable directo de aprobar o reprobar al país en el examen de la primera quincena de mayo (cuando llegue al país la misión de fiscalización del Facilidades Extendidas) sería Goldfajn.

El director gerente asumió como función propia e indelegable la calibración del dato más importante de todo el examen, cuya mesa de visitantes virtuales será protagonizada por su número dos Julie Kozack y el encargado del caso argentino, Luis Cubeddu. El brasileño- israelí aclaró, en la reunión que mantuvo en Washington en marzo, que cumplirá a rajatabla el mandato otorgado por el board del organismo el 25 de marzo pasado; donde se le mencionó específicamente al funcionario que el aval se daba por el trabajo hecho por los técnicos en la negociación que demandó casi un año, pero no por la confianza en que el país lo cumpla, y que sería tarea de Goldfajn la de controlar las metas y variables comprometidas. Tarea que incluye la recalibración de números y porcentajes para evaluar y descartar potenciales waivers. El dato que tiene en su memoria permanente el funcionario que asumió en febrero pasado, es que ya son varios los antecesores que tuvieron que renunciar o cambiar de trabajo por no haber medido y sancionado los incumplimientos crónicos que desde hace décadas se plantean desde Buenos Aires.  Por esto, Goldfajn no delega. Y el poder de veto lo protagoniza él. Y no lo delegará.

 

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