Negociaciones de último minuto

Facundo Manes expuso la real estrategia del radicalismo

El offside en el que el radicalismo dejó a Facundo Manes tras sus expresiones directas contra Mauricio Macri, como hace un año lo había hecho contra Rodríguez Larreta, también reveló cuál es la verdadera estrategia de la UCR en su relación con el PRO. Cómo sigue el día a día y la posible unidad.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare lunes, 10 de octubre de 2022 · 22:05 hs
Facundo Manes expuso la real estrategia del radicalismo
Foto: Twitter Facundo Manes

El futuro de Juntos por el Cambio no depende de que se continúe con el actual esquema electoral o se suspenda la aplicación de las PASO. La desconfianza entre todos y todas excede lo coyuntural y tiene mucho más que ver con el pasado inmediato, donde no pudieron construir confianza común entre los protagonistas principales de la oposición.

El episodio de Facundo Manes fue uno más dentro la descompostura general de Juntos. También pone en duda toda la campaña del año pasado ya que tras las PASO se sacó más de una foto y explicaba cómo él venía a sumar dentro de un espacio que parecía dominado por el PRO. Eso era lo que explicaban, también, cada vez que aparecían juntos con Diego Santilli.

¿Se le cree a este rebelde que, al igual que el inicio de la campaña de 2021, denunció a Horacio Rodríguez Larreta por ser el supuesto autor intelectual de una campaña sucia en su contra? Sí, pero todo debe ser analizado con extremo cuidado.

El radicalismo en su totalidad quiere competir contra el PRO pero luego negociar provincia por provincia y distrito por distrito lo que harán en el marco de su frente político en común. Nunca como enemigos ni adversarios. Por eso el trabajo de las fundaciones de los dos partidos que están realizando en común.

En la provincia de Buenos Aires en particular, donde la UCR le abrió las puertas al neurocientífico y diputado nacional, Manes pretende aplicar sus propias reglas. “Lo invitamos a jugar al club y anda desnudo por el buffet. Eso así no funciona”, explicó uno de los más importantes dirigentes radicales de los últimos años.

Sin embargo, Manes logró encender esa brasa que estaba apagándose en el radicalismo en contra del PRO, y en particular frente a Mauricio Macri, quien fue, en definitiva, el que se quedó con los votos del centenario partido en los centros urbanos de todo el país.

Los radicales siempre fueron los especialistas en la distracción, algo que no le avisaron a Manes. “Pudo haber pasado otras dos cosas. Nunca le advirtieron que sería una pieza de distracción para un mejor cierre de negociación o Facundo hizo que les creía pero luego hizo lo que quiso”, describió la misma fuente a MDZ.

Quizás tendría que haber visto bien qué hacían los radicales cuando estaban fuera del poder. En la provincia de Buenos Aires, durante la gestión de Antonio Cafiero, la UCR empezó a construir un partido de la oposición que el peronismo siempre aprovechó. Leopoldo Moreau fue uno de los más dialoguistas (casualidad o no hoy es ultra K), o como ironizaban en aquellos momentos, “los no oficialistas”. Con Eduardo Duhalde esa relación de confianza y acuerdos llegó a niveles insoportables, tanto que no hay candidatos del centenario partido en condiciones de ganar en todo el Conurbano bonaerense.

Lo mismo pasó con quien Manes siempre tiene como líder. Raúl Alfonsín extremaba su discurso contra Carlos Menem, daba conferencias en todo el país, pero luego realizó el Pacto de Olivos y el Núcleo de Coincidencias Básicas que permitió la reelección del riojano y la obtención de otros beneficios para los partidos minoritarios, como el radicalismo en la mayoría de las provincias, que le permitió tener un senador por la minoría en la mayoría de los territorios.

Muchos de los que apoyan en privado y en público al diputado nacional bonaerense difícilmente hagan lo que le piden a él. Intendentes que lo apuntalan para que no afloje se aferrarán sin pensarlo a la modificación legal que les permite ser reelectos. No se moverán de los municipios que gobiernan, porque no quieren o porque no tienen a quien dejar.

Si hace el ejercicio, Manes podría pedirle públicamente a cualquier intendente, diputado o senador que sea candidato a gobernador y deje su actual lugar o el que podría tener en 2023. Encontrará como resultado el chiste que siempre se hacía con Fidel Castro. Todos vitoreaban “la vida por Fidel". Cuando él decidió tirar una pluma para que tocara al que iba a dar su cuerpo en sacrificio, no había nadie que no dejara de soplar para arriba.

Este próximo viernes, a las 24, termina el plazo para presentar las listas internas para la provincia de Buenos Aires, donde hoy persiste la idea que puede ir a una nueva confrontación entre Maximiliano Abad y Gustavo Posse. Ahora, el primero tendrá el apoyo que antes estaba con el jefe comunal de San Isidro. Martín Lousteau juega junto con el diputado provincial a través de Evolución.

Daniel Salvador, con quien Abad mantiene una alianza política desde hace muchos años, ahora piensa seriamente cómo seguirá con su acuerdo. Los diálogos con entre el exvicegobernador y Posse fortalecen la presunción de una paridad extrema y la necesidad de una unidad. No se están discutiendo cargos, con lo cual, todo es mucho más fácil.

Hasta ahora, Manes no tiene ni consiguió captar un solo concejal como “manesista” y en su bloque es tan independiente como Martín Lousteau lo es en el Senado. Eso es lo que también genera desconfianza sobre las construcciones futuras por fuera de la estructura partidaria, donde Gerardo Morales, el presidente del partido, discute, se enoja y grita pero sabe que Gustavo Valdez es su par al igual que Alfredo Cornejo. Los primeros son gobernadores de Jujuy y Corrientes, respectivamente, y el mendocino conduce Mendoza como si aún estuviera al frente del ejecutivo.

 

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