Renuncias en el Gobierno

El peronismo mendocino, encolumnado detrás de los planteos de Cristina Fernández de Kirchner

Los dos principales candidatos, Anabel Fernández Sagasti y Adolfo Bermejo, salieron a reclamarle a Alberto Fernández que "pase el gobierno a nafta" y se suman a los reclamos de salidas en el Gabinete. De cara a la elección general, atarán nuevamente su chance electoral a la del Gobierno nacional.

Marcelo Arce
Marcelo Arce miércoles, 15 de septiembre de 2021 · 19:34 hs
El peronismo mendocino, encolumnado detrás de los planteos de Cristina Fernández de Kirchner
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

La frase escrita en su cuenta de Twitter hoy por Adolfo Bermejo primero y luego repetida por Anabel Fernández Sagasti en una entrevista radial, sirvió para ratificar de qué lado está el peronismo mendocino en esta crisis política interna dentro de la coalición de gobierno que tiene derivaciones institucionales insospechadas hasta aquí. “El Gobierno nacional está a gas y tiene que pasarlo a nafta”, sentenciaron los dos candidatos más importantes del Frente de Todos al unísono solo unas horas antes de que la interna oficialista estallara por los aires.



Por razones evidentes de alineamiento político, Sagasti ya venía respaldando desde el lunes el reclamo del kirchnerismo de que con los anuncios en materia económica que está diseñando Alberto Fernández no alcanza para revertir el resultado electoral de las PASO y que se hacía imprescindible el alejamiento de integrantes del gabinete.

“Es un jaque con salida. El peronismo que está en competencia electoral le reclama esto al presidente y una señal tiene que dar”, es la mirada de Anabel y el resto de su equipo. ¿Cuál es esa salida que, entienden, tiene el presidente en esta crisis? Respaldar (por ahora) que Alberto Fernández sostenga a ministros considerados clave por él como Martín Guzmán, Santiago Cafiero o Matías Kulfas. Pero que sí, le termine soltando la mano a otros como Nicolás Trotta o Sabina Frederic. Y luego del resultado electoral de noviembre definir qué hacer.

El planteo tiene una finalidad clara. De cara a la elección general, Sagasti atará casi sin remedio nuevamente su chance electoral a la suerte de Alberto. No hay demasiado margen para un golpe de timón en la campaña conseguir más votos que la magra cosecha obtenida en las PASO. Ahí el plan se remite a intentar recuperar votos peronistas que fugaron hacia propuestas como las del Partido Federal o Compromiso Federal y a un trabajo de los intendentes que ajustarán la elección en dos bastiones propios en donde resultaron derrotados como fueron Maipú y San Rafael.

Pero no mucho más. El resto se tratará de una reformulación de la idea de que hay que buscar acuerdos y un refrito de que Anabel es la indicada para conseguir recursos de la Nación. Pero para ello, el gobierno nacional debe modificar a su elenco y, sobre todo, abandonar su intención de acotar el reparto de fondos para que lleguen a la gente en la campaña a la situación fiscal de la Argentina.

Ni siquiera el cambio de jefe de campaña que anunció Anabel hoy, obedece a un golpe brusco de timón. El reemplazo de Lucas Ilardo por Martín Aveiro en ese rol fue consecuencia de un planteo del propio intendente de Tunuyán ( y segundo en la lista de senadores nacionales) de que en la campaña se habían abandonado los temas provinciales. Pero fundamentalmente, de que Sagasti debía abrir las decisiones de la estrategia electoral más allá de lo que defina La Cámpora.

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