MDZ en Tucumán

La debilidad que preocupa a Juan Manzur y alarma a la Casa Rosada

La alianza opositora quedó a sólo dos puntos de arrebatarle una banca a senador nacional al armado peronista en la provincia de Tucumán. La gestión provincial queda en una situación delicada y lo obliga a reflexionar al jefe de Gabinete.

MDZ en Tucumán lunes, 15 de noviembre de 2021 · 12:30 hs
La debilidad que preocupa a Juan Manzur y alarma a la Casa Rosada
Manzur recibió los resultados en Tucumán, donde festejó por haber retenido las bancas que el oficialismo ponía en juego. Foto: Gobierno de Tucumán

En Tucumán, el Frente de Todos (FdT) logró bajo el liderazgo de Juan Manzur y de Osvaldo Jaldo retener las bancas que ponía en juego en el Congreso de la Nación. Sin embargo, el peronismo sufrió este domingo una notoria sangría de votos con relación a las PASO del 12 de septiembre, al punto de que Juntos por el Cambio (JxC) estuvo al borde de dar el batacazo en la provincia del jefe de Gabinete.

Todos celebraron, aunque está claro que algunos quedaron más conformes que otros con el resultado de las generales.
En definitiva, Manzur y Jaldo –que se habían enfrentado en las internas del oficialismo, pero se reconciliaron tras el “ascenso” del hoy ministro coordinador- cumplieron con la meta de sostener las dos bancas a senador nacional por la mayoría (Pablo Yedlin y Sandra Mendoza se sumarán a la Cámara alta a partir de diciembre), así como los dos escaños a diputado nacional obtenidos en las legislativas de 2017 (Rossana Chahla y Agustín Fernández asumirán en la Cámara baja a fin de año).

De todos modos, el objetivo real del Frente de Todos en Tucumán era cuanto menos igualar la marca del 48% de los votos que había conseguido en las PASO. Sin embargo, a la luz de los resultados, la vara quedó demasiado alta: sin la feroz puja entre manzuristas y jaldistas de hace dos meses, el peronismo sumó este domingo el 41,5% de los sufragios totales.

En definitiva, en 60 días el oficialismo tucumano perdió más de 73.000 electores en el distrito norteño. Y, si bien esta brusca caída en las adhesiones no modificó el reparto de bancas, abrió el interrogante sobre cómo ejercerá el poder el gobernador interino Jaldo a partir de ahora. Una de las dudas es si se atreverá a avanzar con cambios entre los ministros que heredó del jefe de Gabinete. Por lo pronto, en Tucumán se espera que Manzur continúe formando parte del equipo de Alberto Fernández hasta el final de su mandato, en 2023.

En la oposición, en tanto, estuvieron a punto de darle el golpe más duro al peronismo. Juntos por el Cambio consiguió este domingo el 39,3% de los votos, y –al contrario de lo que sucedió con el Frente de Todos- elevó su desempeño con relación a las PASO, cuando había obtenido el 35,2% de los sufragios, con tres listas disputándose las candidaturas en la interna. Así, Germán Alfaro -un peronista aliado a Horacio Rodríguez Larreta- fue electo senador nacional por la minoría, pero quedó a solo dos puntos de arrebatarle el segundo escaño al armado oficialista.

 Germán Alfaro, acompañado por su esposa, la diputada nacional Beatriz Ávila, celebró junto al radical Roberto Sánchez.

El intendente de la capital tucumana asoma como un fuerte aspirante a la Gobernación con miras a las elecciones provinciales, aunque todavía faltan dos años para esos comicios. Dentro de JXC, el principal rival de Alfaro será el radical Roberto Sánchez, quien, además de haber sido elegido diputado nacional, cosechó 7.000 votos más que el peronista aliado al PRO en los comicios de ayer, tomando en cuenta la sumatoria global en ambas categorías.

Ayer, Alfaro y Sánchez sonrieron para las cámaras cuando se dieron a conocer los sorpresivos resultados del escrutinio provisorio, pero será todo un desafío para ellos cultivar una relación política de aquí en más, sobre todo porque tanto uno como el otro aspiran a desbancar al PJ de Manzur y Jaldo en 2023.

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