Marcha de las velas

Algo huele mal en La Matanza: la Municipalidad, una fortaleza

Una sobredimensionada presencia policial y una activa campaña para que la marcha no tuviera participación masiva. Sin embargo, los más de 1000 efectivos, con vallas y todo tipo de transporte policial distribuido alrededor del municipio en lugar de mostrar fortaleza, remarca todo lo contrario.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare viernes, 12 de noviembre de 2021 · 18:13 hs
Algo huele mal en La Matanza: la Municipalidad, una fortaleza
Foto: ricardobenedetti.com

Más de mil efectivos de seguridad, entre los que se encuentran efectivos federales y provinciales, rodean hoy no sólo el edificio municipal de La Matanza, en San Justo, sino cien metros a la redonda de las calles adyacentes, generando una verdadera barrera azul y negra que protege a quien no está ahí, el intendente Fernando Espinoza.

La Marcha de las Velas, convocada para hoy a las 18.30, tomó una fuerza inédita en las redes y el boca a boca. Pero a la vez, por todos los medios, el municipio ha encarado una contraofensiva para restarle fuerza y para eso utilizó todos los instrumentos a su alcance. 

La potentísima presencia de fuerzas de seguridad es uno de ellos. La imagen que devuelve la fortaleza que se parapetó alrededor de la Plaza de San Justo puede asustar o tomar prevenciones a la gente que pretendía participar. Además, por sus propias redes, envía fake news diciendo que se suspende la movilización.

Durante toda la semana, organizaciones sociales afines al Frente de Todos vienen alertando sobre la utilización "política" de la marcha, e inclusive a través del Consejo Escolar y la Secretaría de Desarrollo Social se invitaba a firmar un documento donde se exponía todo lo bueno que, en materia de Seguridad, había impulsado la gestión Espinoza.

Ahora fue el turno de la Federación de Empresarios Matanceros, que reúne a un importante número de entidades comerciales e industriales, además de CAME, en la que si bien se solidariza con el kiosquero asesinado Roberto Sabo, insólitamente, no lo nombra en ningún párrafo de su nota. Se solidariza con él y sus familiares, reclama un pronto esclarecimiento, algo que ya está sucediendo, pero luego pone el foco en la presunta utilización política del asesinato de Sabo y los otros hechos de inseguridad. 

Lo insólito de toda la situación es que el patrullero que debía asistir a Sabo no llegó por falta de combustible y la mayoría de las comisarías se queja por la falta de personal, recursos y elementos para llevar a cabo su tarea cotidiana, hoy están apostados más de mil efectivos para custodiar un edificio y la plaza central. 

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