Entrevista MDZ

Alejandro Pradenas, prófugo 7 años por el caso de su hija Micaela Reina: "A mí me usaron, ya no creo en la Justicia"

Ante una nueva postergación para esclarecer el crimen de Micaela Reina (11), abusada y asfixiada en 2007 en Guaymallén, MDZ dialogó con el padre biológico de la víctima, Alejandro Pradenas. Este hombre fue condenado por el caso, estuvo prófugo y hace un par de años quedó libre.

Ariel Cubells
Ariel Cubells miércoles, 7 de junio de 2023 · 09:04 hs
Alejandro Pradenas, prófugo 7 años por el caso de su hija Micaela Reina: "A mí me usaron, ya no creo en la Justicia"
Alejandro Pradenas en MDZ Foto: Rodrigo D'Angelo / MDZ

 

Muchos sostienen de que es el caso policial/judicial más escandaloso de la historia de la provincia de Mendoza. Por lo pronto, casi no caben dudas de que ha sido la investigación más irregular y con más idas y vueltas, contando hasta ahora dos hipótesis, varios sospechosos, dos juicios, dos condenas, una absolución y un tercer debate en suspenso. Lo concreto es que, a 16 años del crimen de Micaela Reina (11), todavía nadie logra hacer justicia por esta criatura, abusada y asfixiada y cuyo cuerpo fue encontrado el 17 de mayo del 2017 en una bodega abandonada de calle Sarmiento, en Guaymallén, tras varios días de estar desaparecida. 

La última novedad de la causa, para variar, fue una nueva postergación. A principios de mayo pasado debía empezar el tercer juicio, el segundo contra Ramón Duarte (65) y Marta Reina (55), acusados por abuso sexual seguido de muerte en perjuicio de la menor de edad, sin embargo, las defensas cuestionaron el requerimiento de la elevación a juicio del expediente por presuntos errores en la misma y un tribunal, integrado por los jueces Laura Guajardo, Mateo Bermejo y María Belén Renna, avaló el planteo. Entonces, ahora la Fiscalía de Homicidios tendrá que hacer las correcciones y volver a solicitar la instancia de debate. 

Reina, mamá de la víctima, y Duarte, quien supo ser pareja de esta mujer, están en libertad a pesar de que arriesgan prisión perpetua. Él está imputado en calidad de autor del vejamen y el homicidio de la niña, mientras que a ella le endilgaron una participación primaria, algo así como un rol de entregadora. Incluso desde aquel entonces, cuando se conoció el asesinato de Micaela, se decía que la sospechosa prostituía a su hija. 

Micaela Reina 

Esta pareja fue juzgada en 2014 y, extrañamente, fue absuelta a pesar de la contundencia probatoria. Entre otros elementos, el hombre confesó los abusos a la criatura y una mancha de semen en la vestimenta con la que la nena fue hallada sin vida, dio positivo con el ADN de Duarte. 

La absolución fue apelada y la Suprema Corte de Justicia de Mendoza entendió que fue un error y ordenó un nuevo juicio, ahora otra vez demorado. 

Mientras todo esto pasaba, Alejandro Pradenas, el papá de la víctima, se encontraba envuelto en un laberinto judicial. Él, su hermano Walter y Apolo Díaz fueron investigados por el caso, pero solo el progenitor fue condenado en 2009 a 6 años de prisión por privación ilegítima de la libertad agravada. 

Sus abogados, Gabriela Massad y Ariel Civil, reclamaron la sentencia ante la Corte, pero la devolución del máximo tribunal fue durísima. Los magistrados elevaron la pena a 15 años por el delito de abandono de persona seguido de muerte. 

Para ese entonces Pradenas estaba en libertad, y ante el fallo condenatorio decidió evadir a la Justicia y quedar en calidad de prófugo. Así se mantuvo desde el 2010 al 2017, cuando la Policía lo capturó y lo llevó a la cárcel. Cuatro años pasó preso, hasta que declararon la prescripción de los delitos y fue liberado, incluso con la participación de la Corte Nacional. De todo el caso, el padre de Micaela habló con MDZ. 

-¿Cómo está Alejandro, cómo lo encuentra esta postergación del tercer juicio? 
-Angustiado, porque esto está frenado. Pasó mucho tiempo y no hicieron nada, siento impotencia. Impotencia porque mataron a la nena, porque me condenaron sin pruebas... Estuvimos detenidos (con su hermano) muchísimo tiempo y no entendíamos nada. 

-¿Qué estaba haciendo por aquellos días, cuando Micaela desaparece? ¿Y por qué cree que lo vinculan al caso? 
-Por esa mujer (la madre de Micaela). Inventó cosas, a todo el mundo le decía que yo la tenía. Yo iba a las comisarías, al Juzgado de Familias, y me decían que me quedara tranquilo. Estaba cansado de que ella me acusara, y un día me allanaron mi casa y quedé detenido. 

-¿Cómo se entera de la muerte de Micaela? 
-Estando detenido, en Contraventores. Había un televisor, y ahí veo la noticia, mientras hacían una marcha pidiendo justicia. Yo decía, ¿pero por qué estoy acá si yo no hice nada? Quedé shockeado.  

-¿Hacía mucho no veía a su hija? 
-Yo trabajaba de noche para una empresa de seguridad y en el día cuidaba a mis otros hijos. Estaba mucho en mi casa, casi no salía. A ella no la veía prácticamente, esa mujer (su expareja) era muy jodida. 

-Dos años después termina condenado a 6 años por privación de la libertad
-Armaron todo, armaron un secuestro que no existió. Micaela nunca estuvo en mi casa. Yo no entendía nada, todavía sigo sin entender. 

-Queda libre a pesar de haber sido condenado
-Si, dije, bueno, ya se van a dar cuenta como han sido las cosas. Después la pena se va a 15 años, y yo pensaba ¿pero cómo voy a ir a la cárcel siendo inocente? Me quería morir... yo quería pelearla en la calle. Hay cosas que no puedo responder, porque no las comprendo. 

FOTO: Rodrigo D'Angelo / MDZ

-¿Qué hizo durante todos los años que estuvo prófugo?
-Salía a la calle, iba a trabajar, nunca me fui de la provincia como dijeron algunos medios. Me paraba la Policía, les decía que no tenía los documentos, les daba el número y seguía. Siempre estuve acá, me quedé creyendo en la Justicia, en que alguna vez se iba a saber la verdad. Sabiendo mi inocencia, quería pasar todo esto afuera. 

-En 2017 vuelve a ser detenido, ¿cómo fueron esos años de prisión? 
-Me mandaron a una cárcel de máxima seguridad, y los culpables en la calle, riéndose, pasándola bien. Supe sobrevivir, no tuve problemas a pesar de todo lo que pasa ahí. Cuando me dieron la libertad no lo podía creer, lloraba... estuvieron jugando conmigo todo este tiempo, no les importó nada. 

-¿Tiene esperanzas con este tercer juicio, para que haya justicia? 
-A mí me usaron, yo ya no creo en la Justicia. Solo Dios puede hacer algo con este caso. 

-¿Cómo sigue su vida hoy?
-Ya estoy cansado de esto, no lo aguanto porque veo que no hacen nada. Tienen las pruebas y no hacen nada. Hoy sobrevivo, estoy medicado y hago lo que puedo para comer. Y con todo lo que pasó, nadie me ha ayudado con nada, hasta he llegado a dormir en la calle. Hoy quiero encontrar un trabajo para poder vivir bien, pero nadie me escucha. A donde voy, salta mi nombre con todo lo que pasó y me dicen "y, es el sistema". 

-¿Qué recuerdos tiene de Micaela?
-Muy pocos. Siempre la veía en la calle, pasar caminando... Nunca vivió conmigo, siempre con una abuela y después con la madre. 

 

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