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Robledo Puch juega su última carta a días de cumplir 50 años en prisión

A días de que el asesino serial más sanguinario de la historia criminal Argentina cumpla 50 años tras las rejas, se abre una puerta que podría dejarlo en libertad. MDZ habló en exclusiva con su nuevo abogado defensor, quien confirmó que en los próximos días pedirán su libertad condicional.

Lourdes Marchese y José Luis Carut sábado, 29 de enero de 2022 · 06:58 hs
Robledo Puch juega su última carta a días de cumplir 50 años en prisión

Carlos Robledo Puch conocido como “El Ángel de la muerte” está a punto de cumplir 50 años como prisionero. Nació el 19 de enero de 1952. Es decir que, prácticamente, toda su vida la pasó tras las rejas. Acaba de cumplir 70 años.

Tenía 20 cuando lo detuvieron aquel 4 de febrero de 1972, a horas de que asesinara al último de los serenos a los que asaltó y de que traicionara -y matara- a uno de sus cómplices.

Para alguien tan joven estar preso no era una opción y fue en la madrugada del 8 de julio de 1973 cuando se las ingenió para escapar de la cárcel. No duró más que 68 horas en libertad cuando fue recapturado por la Policía.

El 27 de noviembre de 1980, Robledo Puch fue condenado a reclusión perpetua por tiempo indeterminado. Cuando tuvo oportunidad de decir sus últimas palabras ante el Tribunal de San Isidro dijo: “Esto fue un circo romano y una farsa. Estoy condenado y prejuzgado de antemano". Por entonces, ya estaba alojado en el penal de Sierra Chica, allí donde años más tarde ocurrió aquel famoso motín de los doce apóstoles en la Semana Santa de 1996 que se cobró la vida de ocho personas. El Ángel sobrevivió a esa masacre.

Hay una clara descripción de él realizada por Rolando Barbano en el prólogo del libro Prisioneros, de editorial Galerna. Allí, al referirse al famoso prisionero, el periodista aseguró que: “En el mismo penal seguía enterrado Robledo Puch cuando reveló que, si no había vuelto a fugarse, había sido porque se lo prometió a su mamá. Solo eso se lo impedía. Allí continuaba cuando cumplió 25 años preso y pidió su libertad, pero le respondieron que aún no le correspondía, que esperara a sumar 30. Sumó 30 y, luego, 35, sin recibir jamás por parte de las autoridades carcelarias tratamiento psiquiátrico alguno. Había matado a 11 personas, pero a nadie en el sistema penitenciario se le ocurrió jamás prepararlo para el regreso a la vida en libertad”.

En ese libro las autoras (Lucía Salinas y Lourdes Marchese) aseguran también que la suya, es una historia que puede ser la de tantos otros diferenciados por los delitos cometidos, pero que traslucen una realidad: las cárceles del país no cumplen con ninguna de sus funciones primarias. Salvo contadas excepciones, nadie que haya ingresado a la prisión logra salir mejor, y atrás quedan las aspiraciones del sistema de resocialización como se esgrimía en los años cincuenta, o su reformulación en los noventas de reinserción social, o la terminología elegida para los tiempos que corren, inclusión social.

En este caso, al referirnos al proceso judicial per se, guste o no guste basta leer el artículo 13 del Código Penal argentino para observar que allí se prevé que "un condenado a reclusión o prisión perpetua que hubiere cumplido treinta y cinco (35) años de condena, el condenado a reclusión o a prisión por más de tres (3) años que hubiere cumplido los dos tercios, y el condenado a reclusión o prisión, por tres (3) años o menos, que hubiere cumplido un (1) año de reclusión u ocho (8) meses de prisión, observando con regularidad los reglamentos carcelarios, podrán obtener la libertad por resolución judicial, previo informe de la dirección del establecimiento e informe de peritos que pronostique en forma individualizada y favorable su reinserción social, bajo ciertas condiciones estipuladas por el ordenamiento".

Es decir, nadie puede pasar la vida entera tras las rejas.

Miedo a la exposición mediática

MDZ habló con el Diego Dousdebes, el nuevo abogado defensor del “Ángel de la Muerte”, quien confirmó que van a solicitarle antes del 3 de febrero a la Cámara de Apelaciones de San Isidro la libertad condicional de su defendido. El 3 de febrero se cumplen los 50 años de la detención y condena a cadena perpetua del mayor asesino serial de la historia Argentina, lo que facultaría el pedido de libertad condicional en el Código Penal.

 Aceptación de la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro de los nuevos abogados defensores del Ángel de la muerte

Desde hace 15 años, diferentes abogados piden la libertad condicional de Carlos Robledo Puch por agotamiento de la pena y los jueces, sistemáticamente, no hacen lugar al pedido, el Dousdebes se refirió al tema, dijo: “La cuestión tiene que ver más que nada con la marca registrada de Robledo Puch, que implica una notoriedad mediática que no tienen otros detenidos”. También agregó: “En el sistema penitenciario debe haber varias decenas de personas que hacen la misma petición de libertad condicional, y la consiguen porque el juez que firma la petición de un NN no va a tener el mismo rebote mediático que el que firme la condicional de mi cliente. Creo que ese el motivo principal.”

Por otra parte, el Dousdebes describió cómo lo encontró físicamente a Carlos Robledo Puch: “Lo vi como un viejito, muy deteriorado física y psicológicamente. Con problemas de próstata, con problemas para respirar porque padece de epoc y asma. En algunos momentos daba la sensación como que se perdía en la charla. Esta muy debilitado, es una persona de 70 años recién cumplidos y aparenta tener más de 80”.

En tanto, el defensor del “Ángel de la muerte” sostuvo que si bien corresponde a un psiquiatra determinar si su defendido es peligroso para sí o para terceros, Puch “no impresiona como una persona peligrosa. Por su estado físico no podría enfrentarse a una persona, no resistirá de pie un cachetazo. Es un ser humano físicamente muy deteriorado” y remarcó: “No resulta suficiente la negativa de los jueces a una libertad condicional fundada exclusivamente en una supuesta peligrosidad. No parece una persona que pueda generar un ataque. No obstante, no podría decir que en su cabeza no alberga el deseo de atacar a otra persona, estoy diciendo que físicamente no podría hacerlo”.

Diego Dousdebes, defensor de Carlos Robledo Puch

Asimismo, el letrado explicó, que “desde el punto de vista convencional y constitucional, la prisión por tiempo indeterminado resulta francamente ilegal. Ello es así debido a que la pena tiene como fin la readaptación social y la reinserción del reo a la vida en libertad, otorgándole herramientas para poder volver a vincularse con la sociedad de manera pacífica y respetuosa, por lo que una condena sin tiempo determinado de finalización jamás podría tener como norte su resocialización, sino lisa y llanamente la de castigo, una pena meramente retributiva”.

Agregó: “Además esto pone sobre la mesa las falencias de los sistemas penitenciario, judicial y de las políticas de seguridad, ya que demuestra que el sistema no reinserta, no resocializa y, mucho menos, propende a vivir en una sociedad más segura, con menos violencia. Ahora bien, la incapacidad o inutilidad del sistema, jamás puede recaer sobre el condenado, sino que debe poner en tela de juicio las políticas públicas reiteradas que no sirven y no le solucionan la vida a la gente”.

En cuanto a las pericias psiquiátricas que le hicieron a Carlos Robledo Puch, Dousdebes manifestó que recién está tomando conocimiento de los expedientes judiciales, por lo que no las vio pero adelantó que: “Me encontré con una persona muy deteriorada a nivel psicológico, permanentemente decía que no quería vivir más, que había vivido toda su vida encerrado entre cuatro paredes, que su vida no tenía sentido y que en toda su estadía en el servicio penitenciario había sido vejado y mal tratado. Lo vi muy deteriorado, el deterioro físico iba acompañado del deterioro psíquico".

Sobre la consulta, si por su condición física y psicológica Robledo Puch puede obtener la libertad condicional, Dousdebes explicó que el próximo destino de su defendido es la institucionalización, por fuera de la lógica de una cárcel. Agregó: “Debería ir a un asilo u hogar de ancianos, o a otra institución similar donde evalúen y monitoreen constantemente su salud física, que está muy deteriorada. Además, que sea un lugar donde también puedan vigilar su estado psiquiátrico”. Además subrayó: “No lo veo capaz de ejecutar un ataque a otra persona, es un viejito todo deteriorado, no tiene fuerza ni para caminar. Soy abogado, no psiquiatra y no sé si en su cabeza pueda tener la idea de hacerle daño a otra persona. Por su condición física lo veo materialmente improbable".

En cuanto a dónde vivirá Robledo Puch, si es que consigue la libertad condicional, su abogado defensor dijo que están evaluando diferentes lugares. Añadió: “Carlos es una persona que no tiene familiares, no tiene una vivienda adonde ir. No tiene un medio de subsistencia, entonces naturalmente su destino es la asistencia social. No otro”

Dousdebes atendió también a la consulta  cualquier persona puede realizarse desde el inicio de la charla: "¿Robledo Puch después haber pasado 50 años privado de su libertad está preparado para salir a la calle y chocarse de frente con un mundo que cambio?".

Su respuesta fue: “Ese es un tema muy interesante, los cambios de los últimos años fueron veloces y ni hablar de los últimos 20 años que fueron muy drásticos. Yo creo que no puede acceder a la libertad de manera incondicionada, tiene que tener un acompañamiento que lo prepare para un mundo diametralmente opuesto al que dejó cuando lo detuvieron. El de ahora es un mundo totalmente distinto, es como si fuera un ser de otro planeta. Hay que prepararlo desde lo psicológico, el mundo que él vivió no existe más. No existe nada de lo que él conocía. Esa es la situación con la que debería enfrentarse Carlos Robledo Puch si pusiera un pie en la calle”.

El abogado defensor del “Ángel de la muerte” confirmó que el jueves 3 de febrero, día que se cumplen los 50 años de su detención, hará el pedido formal de la libertad condicional de su defendido.

La pregunta que queda latente entonces es: ¿si realmente es culpa de Carlos Robledo Puch no estar listo para volver a la sociedad? ¿O es de las cárceles argentinas, donde pasó 50 años que no encontró la forma de convertirlo en alguien capaz de volver a las calles? ¿O tal vez la culpa es de la Justicia que ha dejado pasar todos los plazos procesales y no hay un juez que haya querido estampar su firma para dejarlo en libertad?

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