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Entran a la casa de un juez y le dan una paliza: lo salvó su esposa

Un preocupante episodio sacudió ayer lunes a la ciudad de Viedma (Río Negro). Tres sujetos entraron a la casa del juez Carlos Reussi y lo golpearon a culatazos. Su esposa alcanzó a activar la alarma, pero el hecho muestra que ya ni los magistrados están exentos de sufrir delitos comunes.

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MDZ Policiales martes, 27 de julio de 2021 · 07:02 hs
Entran a la casa de un juez y le dan una paliza: lo salvó su esposa
No es la primera vez que ingresan en la casa de Reussi Foto: Minuto Neuquén

Ya nadie parece estar a salvo de la inseguridad. Tres sujetos ingresaron durante la tarde de ayer en la casa del juez Carlos Reussi, en Viedma (Río Negro), y lo golpearon en la cabeza con culatazos, en lo que -se presume- fue un intento de robo

El episodio se desató cerca de las 14, cuando tres hombres llamaron a la puerta de la casa del juez, ubicada en Costanera y Alvear. Fue el propio Reussi quien les abrió: no alcanzó ni a saludar, porque comenzó a recibir una verdadera paliza que lo hizo entrar junto a los intrusos. 

La esposa del magistrado fue quien salvó la situación, ya que al percatarse de lo que ocurría activó la alarma y con ello consiguió que los maleantes se asustaran y huyeran corriendo.

No es la primera vez que ingresan en la vivienda del juez

La tesis de la Policía, por ahora, es que se trató de un robo fallido. El Gabinete de Criminalística de Viedma está revisando las cámaras de seguridad de la zona. El caso está a cargo de los fiscales Guillermo González Sacco y Candela Sequeiros.

Escena repetida

Las dudas alrededor del incidente tienen que ver con que el juez ya ha sufrido varios ataques en su propiedad, y eso es llamativo. El 30 de junio de 2013, a las 4:15 de la madrugada, irrumpieron en su vivienda dos sujetos armados y le sacaron más de 10 mil dólares

En aquel entonces la alarma no se activó y los ladrones aprovecharon la poca circulación que hay por las calles de Viedma a esa hora. Tras abordar a la familia, encerraron a sus integrantes en el baño -el juez, la esposa, dos hijos y un visitante- y se fueron.

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