Opinión

Cuidar la libertad religiosa

En los próximos días, el Papa Francisco emprenderá su primer viaje en este 2023. Será a dos países africanos: República democrática del Congo y Sudán del Sur. Ambos con situaciones de extrema violencia, también de características religiosas.

Sergio Buenanueva jueves, 19 de enero de 2023 · 15:04 hs
Cuidar la libertad religiosa

Otro país africano, sin embargo, exhibe la triste estadística de un aumento exponencial de la persecución a personas por su filiación religiosa: Nigeria. La violencia contra los cristianos ha venido en aumento en estos últimos años. El pasado domingo 15 de enero, el padre Isaac Achi fue quemado vivo por unos asaltantes que dieron fuego a su viviendo. Ese mismo día, en el Congo, un atentado acabó con la vida de una veintena de cristianos pentecostales que celebraban el culto dominical.

El padre Isaac Achi fue asesinado  luego de que hombres armados no lograron entrar a su casa y en su lugar le prendieron fuego

La geografía de la violencia religiosa desborda el continente africano. China comunista y Corea del Norte afinan su legislación restrictiva de la libertad religiosa de sus ciudadanos. Aquí, en América latina, Nicaragua es un caso preocupante. Ya ha sido condenado un sacerdote católico por el delito de “traición al estado”. Un obispo espera la misma condena en el banquillo de los acusados.

La organización “Puertas Abiertas” desde hace treinta años ofrece una información concienzuda sobre el estado de la libertad religiosa en el mundo.

En su último informe 1 consigna estos datos preocupantes:

  • En la actualidad, más de 360 millones de cristianos sufren altos niveles de persecución y discriminación por su fe.
  • En 1993, los cristianos afrontaban un nivel de persecución de alto a extremo en 40 países; en 2023, esta cifra casi se ha duplicado a 76 países.
  • Solo en los 50 primeros países, 312 millones de cristianos sufren actualmente niveles de persecución muy altos o extremos.
  • En todo el mundo: uno de cada siete cristianos experimenta, al menos, niveles altos de persecución o discriminación; uno de cada cinco en África, dos de cada cinco en Asia y uno de cada quince en América Latina.

¿Qué podemos hacer frente a este panorama? Ante todo, hablar del tema, difundir información confiable y, sobre todo, estar atento a las diversas formas de discriminación por motivos religiosos que también se dan entre nosotros. Aún con algunas situaciones preocupantes (sobre todo, por motivos ideológicos y la irracionalidad de los prejuicios), nuestro país sigue siendo un modelo de convivencia pacífica entre las distintas tradiciones religiosas.

La Iglesia católica sigue siendo la mayoritaria, pero con muy buenos vínculos con las otras confesiones cristianas, con los judíos y también con el mundo musulmán. La buena salud de esta convivencia y su proyección al escenario público argentino son activos a cuidar. No ha faltado y no faltará el punto de vista de las religiones presentes en nuestro país en los intensos debates públicos que caracterizan nuestra vida ciudadana.

Sobre todo, aquellos en los que se juegan con mayor intensidad la dignidad, derechos y deberes de las personas. La libertad religiosa, con el derecho a la vida, la libertad de conciencia y de expresión, forma parte del núcleo duro de los derechos humanos. Los cuidamos entre todos y para todos, también para quienes no son personas religiosas o creyentes.

* Sergio Osvaldo Buenanueva
Obispo de San Francisco (Córdoba)

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