Invasión a Ucrania

El detrás de escena de la guerra: China acorrala a Putin

En el contexto de la invasión a Ucrania, el aliado fraterno de Vladímir Putin no cede en sus intenciones de inserción global, complicándole el frente interno a Rusia.

José Luis Jacobo
José Luis Jacobo domingo, 12 de junio de 2022 · 19:45 hs
El detrás de escena de la guerra: China acorrala a Putin

China no saca los pies del plato en su planes de incrementar su inserción global, complicando la interna política en Rusia. Un notorio ejemplo de ello es la prohibición de ingresar a territorio chino los aviones operados en leasing por las compañías de bandera rusa.

El mundo de la aviación comercial no es solo un juego de compañías y naciones desde el inicio del siglo XXI, sino que importa la presencia de jugadores internacionales que operan enormes flotas en un juego financiero que mueve millones de dólares.

En su inmensa mayoría, los Boeing y Airbus que operan las compañías rusas son alquilados o están en leasing con matrícula de Irlanda en empresas que, en muchos casos, tienen capital chino. El gobierno del gigante asiático le exigió a su par ruso que demuestre que los aviones que operan sus compañías aéreas están bajo registro de ese país. Rusia no puede hacerlo, porque la mayoría de los aviones están registrados en Bermudas o en Irlanda.

Esto representa un golpe durísimo para la aviación rusa, ya que la disposición establece que si las aeronaves ingresan a territorio chino, ya sea por tareas de transporte o mantenimiento, serán confiscados de inmediato. El impacto económico es enorme: sólo el monto del apoyo por parte del Estado que ha pedido la empresa Aeroflot, asciende a los tres mil millones de dólares. El escenario indica que, por falta de repuestos, la mitad de la flota dejaría de estar operativa en 2025.

Tratando de superar el engorro, Aeroflot anuncia la compra de trescientas aeronaves de fuselaje estrecho de fabricación rusa. Difícil, dado que los componentes electrónicos —base se todo desarrollo en aviónica—, se nutren de la tecnología y manufactura occidental.

La invasión a Ucrania, un objetivo central del autócrata ruso —quien no duda en equipararse con los zares— ha traído una respuesta que ni los analistas más duros se atrevieron siquiera a plantear como una posible hipótesis de conflicto.

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