CruzArte una historia

Eric Clapton, el club de los 27 y los pactos con el demonio

La leyenda de vender el alma a cambio de talento nació en la década del 30 en Mississippi. La muerte de varios artistas a la misma edad generó la creación de un mito. La historia de hoy está plagada de música y misterio

Santiago Hernandorena
Santiago Hernandorena domingo, 7 de noviembre de 2021 · 17:26 hs
Eric Clapton, el club de los 27 y los pactos con el demonio
"Clapton es Dios" fue un grafitti popular de los 60 en Londres Foto: Robb Cohen / Invision/AP file

Eric Clapton es Dios. Por lo menos eso decían y escribían en las paredes de Londres allá por 1966. Una de sus canciones principales es “Crossroads” (Cruce de caminos), un cover del "Cross Road Blues" de Robert Johnson, el Rey del Blues del Delta. Muchos interpretan que esa melodía cuenta la historia de Johnson vendiéndole su alma al demonio, a cambio de talento musical del que carecía. Su muerte a los 27 años pasó desapercibida en lo referido a la edad, pero el fallecimiento de una serie de músicos con la misma cantidad de años generó el famoso Club de los 27. Por eso es interesante CruzArte una Historia para descubrir la leyenda del cruce de caminos, la vida de Robert Johnson y la fundación del club.

 

Un músico mediocre

Nació en Mississippi en 1911 y de chico mostró interés por la música. Sin embargo, no demostraba tener un talento especial para la misma. Luego de intentar ganarse la vida con su guitarra y fracasar, desapareció. Durante año y medio nadie supo de él. Ahí nació la leyenda.

Volvió con una habilidad que lo convirtió en un ícono del blues del delta. En un cruce de caminos se juntó con un hombre muy alto vestido de negro. Este agarró la guitarra de Johnson y se ofreció a afinarla. La oferta era simple: talento por su alma. Aceptó sin dudarlo. El diablo sonrió y desapareció. Nunca le explicaron cuándo irían a saldar la deuda.

La realidad es que se había ido a probar suerte a otros estados y tomó cosas de los estilos que iba descubriendo. Al mismo tiempo, cambiaba de nombre a donde llegaba, por lo que era imposible seguirle con claridad el paso.

El 16 de agosto de 1938 lo encontraron tirado en el piso, con fuertes dolores y convulsionando. Murió unos minutos después. Las causas son desconocidas. Se estima que podía tener sífilis. Otros calculan que fue envenenado por un marido celoso. La mayoría concordó que el diablo había ido a cobrarse el alma.

La ubicación de la famosa encrucijada sigue en el misterio. Varias ciudades de Mississippi se la adjudican y tienen atracciones.

El club de los 27

Cuatro años después, Brian Jones, uno de los miembros fundadores de The Rolling Stones, moría a la misma edad de Johnson. Se había ahogado en la pileta en circunstancias desconocidas. Un año después, Jimi Hendrix, el mejor guitarrista de su generación (y para algunos de la historia) se asfixiaba en su propio vómito luego de una intoxicación. También tenía 27 años.

No pasaron más de 16 días para que Janis Joplin, una voz clave de los 60, muriera de sobredosis de heroína, también con 27 años. Sus allegados estaban sorprendidos, hacía meses que no consumía sustancias.

Al año siguiente, el 3 de julio de 1971, Jim Morrison, líder de The Doors y considerado uno de los más grandes poetas del rock, sufría una insuficiencia cardíaca mientras estaba en la bañera. Nunca había sufrido problemas en el corazón. También tenía esa edad.

No muchos conectaron la edad de estas grandes figuras de la música. Posteriormente, otros artistas también fallecieron a los 27 años, aunque eran menos relevantes que Jones, Joplin, Hendrix o Morrison. Sin embargo, el suicidio de la voz de la rebeldía de los 90 pondría los ojos en la “casualidad” de los 27 años.

El 5 de abril de 1994, Kurt Cobain, líder de Nirvana, representante del movimiento Grunge e ícono de la Generación X, se quitaba la vida con una escopeta. Algunos culparon a su esposa de asesinato, pero nadie pudo comprobar otra cosa. De repente, alguien advirtió que Cobain tenía 27, como Jones, Joplin, Hendrix y Morrison. Y también como Robert Johnson.

Se armó el listado, se añadieron a todos los músicos y artistas que habían fallecido a los 27 y, de repente, eran más de 30. Así nació el Club. En el año 2000 se añadió a un representante argentino: Rodrigo Bueno, que murió en un accidente de tránsito.

Si bien la lista siguió creciendo con el paso de los años, probablemente el nombre más relevante que se ha agregado es el de Amy Winehouse, quien falleció por una gran ingesta de alcohol, a los 27 años, el 23 de julio de 2011. Nadie les preguntó nunca si acaso habían viajado a Mississippi a conocer un hombre alto vestido de negro.

¿Y qué pasa con Clapton?

El músico inglés supera ampliamente los 27 años, de hecho tiene 76 y sigue vivo y coleando. Cuando tenía la edad mortal, estaba pasando por problemas de drogas, alcohol y se desvaneció en más de un concierto. Sin embargo sobrevivió. Si Eric pactó con el diablo en una encrucijada perdida de Mississippi, donde pidió talento a cambio de su alma, el demonio fue engañado. Nunca iba a poder reclamarla. Después de todo, Clapton es Dios.

Ideas o comentarios, pueden escribir a shernandorena@mdzradio.com

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