Hoy la Tierra, mañana quién sabe

Se probó el traje de astronauta y desafió el altamar, sólo le falta la misión a Marte

Un joven emprendedor mendocino se acerca a su sueño de ser astronauta. Viajó dos veces a participar de distintas simulaciones que buscan recrear los desafíos que traería colonizar Marte. Una historia colmada de optimismo y perseverancia que quiere responder "grandes preguntas".

Victoria Chales
Victoria Chales lunes, 23 de agosto de 2021 · 07:06 hs
Se probó el traje de astronauta y desafió el altamar, sólo le falta la misión a Marte

Entre los muchos sueños de los niños, uno que suele aparecer es "cuando sea grande quiero ser astronauta". Marcos Bruno fue tras esa imagen y está muy cerca de concretarlo. Siendo estudiante de Ingeniería mecatrónica de la UNCuyo ganó una convocatoria de la Mars Society y fue nuevamente convocado para validar un espacio de simulación astronáutica. En No cantes victoria, por MDZ Radio, dialogamos con este joven mendocino que hoy está participando de programas de simulación espacial en centros financiados por la NASA que llevarían a la humanidad a poder habitar Marte.

El estudiante de ingeniería mecatrónica, Marcos Bruno, en la NASA

En el 2019 pasó dos semanas de inmersión total en el Hábitat Inflable Lunar-Marte (ILMH) donde estuvo probando trajes y realizando experimentos de la NASA, confeccionados para viajar al espacio. Viajó hacia el sur de Texas (Estados Unidos) para conocer Space X, empresa líder en fabricación y servicios aeroespaciales.

"Mi sueño toda mi vida fue ser astronauta que creo todos de chicos tenemos, pero esto se va desvaneciendo. Un día me di cuenta que uno podía animarse a soñar con eso".

 

A partir de ese momento Marcos se sumó a distintas iniciativas orientadas a "la exploración espacial y la simulación de los desafíos que van a tener mañana los astronautas". La primera oportunidad fue viajar a un centro de simulación de la Mars Society que es uno de los lugares más parecidos a Marte que hay en la Tierra en el desierto de Utah (EEUU)".

Luego viajó a UND (University of North Dakota), al centro ILMAH financiado por NASA para probar los trajes espaciales donde quien lidera el equipo que los diseña es otro argentino, el ingeniero Pablo de LeónLa última simulación en la que Marcos Bruno participó supuso una travesía en altamar. La idea es "evaluar las situaciones de riesgo real que no se puedan controlar totalmente" tal como sucede mar adentro. De manera que cruzó el golfo de México en el barco y con el hombre que más tiempo en la Historia humana estuvo en altamar ininterrumpidamente. "Nos embarcamos en Texas hasta Florida. Partimos específicamente donde funciona Space X, la empresa de Elon Musk que está diseñando los próximos cohetes que llevarán a la humanidad a Marte".

¿Por qué es importante ir a Marte?

Con tantas cosas que resolver en nuestro planeta, cabe preguntarse por qué esforzarse para conocer otros. Marcos Bruno explica que "una razón es que acá en la Tierra, que es la única casa que hemos conocido, se está deteriorando. Aunque hoy haya mucha más conciencia, está bueno que exista la posibilidad de que haya otra casa. Por más que podamos revertir el cambio climático, hay una realidad de que la naturaleza espacial hay todo el tiempo cosas que nos quieren matar así como un meteorito destruyó todo lo que era más grande que un gato, eso puede volver a pasar". Si algo como eso sucediera, es la expectativa de este futuro astronauta que "la especia humana pueda subsistir".

"La curiosidad es otra buena razón" para viajar a Marte. "El humano por naturaleza es explorador y es lo que lo hizo superar los límites de lo que se consideraba ´lo conocido´ para ampliar ese conocimiento. Son unas ganas locas de buscar respuestas a las preguntas que tenemos hasta a veces arriesgando la vida para eso". El inspirador relato de este mendocino busca darle continuidad a ese "espíritu explorador para viajar a las estrellas y empezar a poner un pie en dónde nunca hemos estado y responder de esa forma las preguntas de siempre".

¿Puede la tecnología salvar el mundo?

Cada vez que el ser humano innovó de alguna manera, se presentó la oportunidad de hacer el bien o destruir vidas. Marcos Bruno se presenta optimista. Años atrás participó de un proyecto para que un microscopio de muy bajo costo que diseñaron en la Universidad de Standford pudiera ser utilizado para diagnosticar el cáncer de cuello uterino. "Así como con el equipo queríamos usarlo para ayudar con esta enfermedad que es muy frecuente entre las mujeres latinoamericanas, es cierto que había una potencialidad técnica en ese microscopio que podría haber sido utilizado para investigar armas bioquímicas letales".

Marcos Bruno investigando el diganóstico de cáncer uterino con un microscopio de un dólar.

La tecnología puede caer en las manos equivocadas y esto es "de alguna forma inevitable". Sin embargo, "en la medida en la que todos conozcamos en profundidad las potencialidades técnicas- continuó Marcos- será más fácil que cuando se quiera utilizar la tecnología para fines que no sean tan buenos, se pueda advertir y estar alerta".

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