Entrevista

Carolina Ramírez, de Colombia a la Argentina: “La Reina del Flow me abrió puertas”

La actriz caleña, que alcanzó gran popularidad en nuestro país gracias a su personaje Yeimy Montoya, se presenta junto a Alberto Ajaka en calle Corrientes con ‘Lo que queda de nosotros’. En diálogo con MDZ habló sobre la obra, su mudanza a Buenos Aires, la tercera temporada de la exitosa tira y más.

Pablo Gordon
Pablo Gordon lunes, 20 de febrero de 2023 · 11:00 hs
Carolina Ramírez, de Colombia a la Argentina: “La Reina del Flow me abrió puertas”
Carolina Ramírez, protagonista de La Reina del Flow Foto: Gentileza Prensa

Nació en Colombia, desde hace dos años vive en Argentina y se llama Carolina Ramírez. Sin embargo, en la calle la gente la saluda como Yeimy Montoya. Es que para muchos es difícil separar a la actriz del personaje que interpretó en la exitosa serie La Reina del Flow. MDZ Online quiso saber qué significó para ella ese papel y respondió: “La entrada a otros hemisferios. El darme a conocer en la Argentina, un país que conozco hace muchos años y con el que sé exactamente la diferencia entre no ser conocida y sí serlo”.

Luego, hizo una pausa y, del otro lado del teléfono, explicó: “Cuando no era reconocida también era muy feliz, quiero que quede claro. Pero no me hubiera sido posible abrir puertas sin La Reina del Flow. Si fuera una total desconocida, por ejemplo, no estaría ahora haciendo teatro en un circuito que es absolutamente comercial”.

Mucho se habló sobre la posibilidad de una tercera temporada de la tira, pero lo cierto es que Ramírez, hasta el momento, desconoce qué pasará. Lo que sí asegura es que volvería a ponerse en la piel de Montoya si “muchos de los astros se alinean con una buena historia, una buena negociación y buenas condiciones”. 

Y, entre risas, reconoció: “La verdad, yo no sé qué más podría contarse acerca de la vida de Yeimy Montoya. No sé cuántas veces más la van a matar o si definitivamente la tercera es cuando la matan y ya está. Aunque la ficción puede con todo y todo es posible en las sendas del señor”.

Carolina Ramírez en La Reina del Flow / Foto: Instagram

- ¿Te preocupa que se te encasille con el personaje?

- No puedo cerrarme y decir “no, no más porque no quiero encasillarme”... ya me encasillaron. Ya todo el mundo me dice en la calle Yeimy Montoya y ha sido muy difícil salir de ahí. Creo que ya se sabe que no quiero ser Yeimy Montoya toda mi vida y explotar ese personaje, porque no lo he hecho hasta el momento. No estoy haciendo una obra de teatro, por ejemplo, que se le parezca a Yeimy Montoya. No me interesa. A mi me gusta actuar, hacer mi oficio y la paso muy bien haciéndolo. Extraño mucho al equipo de las dos temporadas anteriores porque la pasé muy bien y esa sería una de las grandes razones por las cuales lo volvería a hacer. Pero bueno, implica un precio, un precio muy alto y habría que ponerlo sobre la mesa.

- Tenés una amplia trayectoria tanto en el teatro como en lo audiovisual. ¿Con qué lenguaje te sentís más identificada y por qué?

- Al ser actriz creo que uno se identifica más con el teatro porque el teatro está un poco más a cargo de los actores. Tiene una producción y dirección, pero finalmente es el tiempo puro del actor. En la tele predominan más las decisiones de la producción donde lo más importante es tu imagen. También la destreza actoral, pero va un poco más allá, como hacia la imagen. Ambos lenguajes me gustan y a ambos los necesito. Lo que no me da uno me lo da el otro. Me gustan mucho los equipos. En el teatro cuando vos tenés un elenco grande, ese equipo es, de alguna manera, tu partenaire. En la tele, los equipos son más grandes y más diversos. No solamente estás conviviendo con pares tuyos, a nivel del oficio, sino también con otras personas que se dedican a otra cosa y que, de alguna manera, complementan tu trabajo. No podría decir cuál me gusta más, pero si entiendo que para los actores, y realmente lo considero así, que el tiempo del teatro es puro y legítimo.

- Hoy estás protagonizando una obra en calle Corrientes junto a Alberto Ajaka. ¿Qué te sedujo de Lo que queda de nosotros?

- Obviamente la historia, que comulga mucho con lo que yo pienso y, sobre todo, la relación que tengo con los perros. No con los animales en general, porque no soy vegana, ni vegetariana. Decir “en defensa de los animales” sería un poco hipócrita porque todavía me los como. Digamos que tengo una relación con los perros muy estrecha. Lo segundo, que es una obra de dos personajes y no implica grandes elencos, lo que es más fácil a nivel de producción. Lo tercero, la puesta. Era un desafío actoral muy grande que estaba dispuesta a correr y teníamos las herramientas para poder hacerlo.

Carolina Ramírez y Alberto Ajaka protagonizan 'Lo que queda de nosotros' en calle Corrientes / Foto: Gentileza prensa

- ¿Cumpliste todas las expectativas que tenías?

- A nivel personal, sí. Me parece que he logrado tener una comunión con mi compañero al que admiro un montón y con el cual estoy absolutamente agradecida por su generosidad y por sobre todo, su profesionalismo. Es un actor con el que soñé alguna vez actuar y estar haciéndolo cumple con la expectativa y la supera. Me parece que hicimos una puesta que la gente ha agradecido y con la que ha salido muy conmovida. Sí, he cumplido con mis expectativas con respecto a la obra.

-  ¿Por qué crees que la gente sale movilizada de la función?

- La obra pretende eso y lo busca desde el comienzo. Hay mucha gente que obviamente, como yo, tiene un cariño especial por los perros y ha tenido la suerte de poder encontrar ese amor incondicional. Pero más allá de eso, no es una obra que se trata solamente de los perros. Habla sobre las pérdidas, del dolor de perder a alguien y qué queda de uno después de que alguien se va. Es una obra en la que la gente se identifica, siempre. De alguna manera, toca alguna fibra emocional porque no habla solo de un amor de dos, sino de algo más macro.

- ¿Por qué decidiste venirte a la Argentina?

- La decisión tiene un poco que ver con la pandemia, que nos hizo preguntarnos dónde queríamos estar. Bogotá es una ciudad a la que yo le agradezco un montón. Yo soy de Cali, pero viví ahí por 20 años y es una ciudad difícil, compleja, hostil, con un clima y una demografía complejos. Cuando llegó la pandemia todo el mundo se preguntó si realmente era feliz, si estaba con la persona que tenía que estar, si estaba en el lugar que debía estar… Todas esas preguntas que nos hicimos en el encierro. Buenos Aires siempre estuvo latente. Siempre quise venirme a vivir acá, mucho tiempo antes de casarme (Nota del R.: Carolina Ramírez dio el gran sí en 2010 con el empresario argentino Mariano Bacaleinik). Es una ciudad que admiro, que me gusta, que me conecta con Latinoamérica. Eso me ayuda a no sentirme una extranjera y es importante para mí vivir en un lugar en el que me sienta en casa. Fuimos impulsados por esa decisión y con la cabeza puesta en cómo íbamos a continuar con el oficio. Admiro mucho lo que hacen en Argentina. El cine, el teatro, la música… Ustedes tienen una cultura artística importante y un arraigo cultural que es muy interesante.

Carolina Ramírez está en pareja con el empresario argentino Mariano Bacaleinik / Foto: Gentileza prensa

- Si tuvieras que enumerar las tres cosas que más te gustan de Buenos Aires, ¿cuáles serían?

- La gente. Aunque se quejen mucho y digan que viven en el peor país del mundo, me conmueve mucho cómo salen adelante. Tienen una determinación que está mezclada con la supervivencia en esta ciudad de la furia, enorme, que puede ser hostil, pero alcanza a no serlo por cómo está construida. Y esa es la segunda cosa que me gusta, que es una ciudad muy para el ciudadano. Hay transporte público, vías de acceso, vive mucha gente aquí adentro y se puede convivir de una manera armónica porque está diseñada para eso. Mucho espacio público. Hay gente que, tal vez, puede vivir en un monoambiente sin balcón pero tiene un parque cerca para tirar una reposera y tomar el sol. Me gusta muchísimo esa cultura de la gente y la relación que tienen con su ciudad. Y la tercera es que Buenos Aires acoge a los extranjeros como ningún otro país lo hace. Eso es lindo.

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Lo que queda de nosotros

En cartel hasta el 5 de marzo. Funciones de miércoles a domingo en el Teatro Multitabaris Comafi (Av. Corrientes 831, Buenos Aires). Entradas en Plateanet.

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