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Mónica Cahen D'Anvers despidió a César Mascetti en un entierro multitudinario en San Pedro

La histórica conductora de eltrece le dedicó su último adiós a su marido en una ceremonia multitudinaria.

MDZ Show
MDZ Show miércoles, 5 de octubre de 2022 · 14:50 hs
Mónica Cahen D'Anvers despidió a César Mascetti en un entierro multitudinario en San Pedro

César Mascetti apagó su luz a los 80 años y ascendió al firmamento de los grandes de la televisión este martes, tras batallar contra un cáncer. Tras el impacto de esta partida, que generó una innumerable cantidad de homenajes y mensajes, su esposa Mónica Cahen D’Anvers transitó por el entierro de su marido.

Cerca del mediodía se llevó a cabo la ceremonia para el último adiós al histórico conductor de Telenoche, esa figura fundacional de los medios de comunicación, en el cementerio de San Pedro, la ciudad natal del periodista y donde residían hace años con su mujer.

Pasadas las once de la mañana, Mónica arribó al lugar junto a su hija Sandra Mihanovich y una enorme multitud que se acercó para despedir a César. De esa manera se experimentaron momentos muy emotivos, llenos de conmoción, con una atmósfera singular.

Cahen D’Anvers habló un poco con las cámaras presentes, que montaron una cobertura intensa por la figura de César, y dentro de su estado anímico expresó algunas palabras.  “Gracias por todo esto. Tata estaría contento de verlos a todos porque son todos ustedes parte de la vida de él como de la mía”, sostuvo.

Además tuvo el gesto de valorar el respeto de los medios y de toda la gente que se apersonó en este momento y manifestó: “Así que gracias por haber venido, por estar. Por ser. Un abrazo”. Mientras continúo camino hacia el punto en que se llevaría a cabo la ceremonia.

Uno de los instantes más movilizantes se produjo con la lectura de una íntima carta que escribió Mascetti, que se escuchó de la voz de Mihanovich. La cantante vociferó el contenido de ese mensaje: “Estoy mirando el río, escuchando las campanas que escuchaban mis abuelos, estoy por ver volar a las palomas que cubrirán el cielo como todas las tardecitas. Dentro de poco me llevarán con ellas para enseñarme el camino”. 

En la continuidad de esas líneas impresionantes, César redactó: “Me estoy muriendo en San Pedro a los 80 años, donde siempre quise morir junto a la mujer que amo, abrazado a mi familia, ¿qué más puedo pedir? Me estoy muriendo en paz, con la satisfacción del deber cumplido. César”.

Luego de esa lectura, Sandra agregó sus impresiones, las vibraciones que le inundaban el cuerpo y exteriorizó: “La carta la leí muchas veces ayer para tratar de no llorar hoy, pero vale llorar. Se fue con la satisfacción del deber cumplido, fue un buen san pedrino, un buen argentino y ojalá tuviéramos muchos argentinos así”.

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