¿Sabías la historia de la única moto que produjo Ferrari?
Luego de la muerte de Enzo Ferrari, su heredero quiso hacerle un homenaje y encargó la producción de la primera motocicleta con el logo del cavallino.
Ferrari es una marca que se hizo conocida en todo el mundo por la producción de automóviles deportivos de alta performance, pero lo que muchos desconocen es que en su momento también fabricó una moto. Te presentamos la Testarossa, la única motocicleta fabricada por la casa del cavallino rampante, que además es considerada una verdadera joya dentro del universo de las motos.
El trabajo de diseño de la Testarossa estuvo a cargo del diseñador de origen británico David Kay, y la idea fue rendirle una especie de homenaje a Don Enzo Ferrari, creador de la compañía de Maranello, que había fallecido antes de entrar en la década del 90. La historia cuenta que mediante una carta escrita, Piero Ferrari, el heredero de Don Enzo, le concedió a David Kay la autorización para colocar el emblema de la firma italiana en la nueva motocicleta.
Por ese entonces, Kay tenía a cargo el diseño de la empresa MV Agusta, pero luego se adentró en el ambicioso proyecto de Ferrari. Le llevó unas 3.000 horas de trabajo artesanal y en el proceso también logró capturar algo de las líneas de la Ferrari Testarossa original, aquel deportivo de motor central que había diseñado Pininfarina y que entre 1984 y 1996 había vendido unas 7.000 unidades.
El encargado de mover esta moto era un motor de cuatro cilindros y 900 cm3, acoplado a una transmisión manual de cinco velocidades. La potencia total era de unos 105 HP, que le permitían a esta motocicleta acelerar hasta una velocidad máxima de 265 km/h. Además, disponía de elementos como horquilla invertida, freno a disco Brembo, llantas especiales de 17 pulgadas, entre otros accesorios de primera calidad para la época.
Finalmente, para 1995 la moto quedaría terminada. Una verdadera pieza de colección que estaba destinada a seducir a los fanáticos de la marca, aunque finalmente eso nunca sucedería. La moto fue presentada en el Classic Bike Show, y a pesar del revuelo y el interés que generó al principio, al poco tiempo la primera y única moto de la historia de Ferrari pasó a mejor vida.
La única unidad fabricada fue pasando por varias subastas sin lograr éxito alguno, con un precio que siempre estaba cercano a los 300.000 euros. Finalmente hubo que esperar hasta el año 2012 para que un comprador se la llevara por una suma de 100.000 euros, es decir tres veces menos del precio inicial.
