Alexia de Orange y una sorpresa llena de estilo en el Día del Príncipe en Países Bajos

El Prinsjesdag, conocido como el Día del Príncipe en Latinoamérica, es un evento que genera gran expectación en Países Bajos. No solo atrae a personalidades y políticos, sino que también reúne a la familia real, encabezada por Guillermo y Máxima. Este año fue especial, marcando el segundo año para la heredera al trono, Amalia, y el primero para la segunda hija de los reyes, Alexia.

En su debut, Alexia de Orange llegó al palacio Noordeinde en carruaje junto a sus tíos, Constantino y Laurentien, minutos antes que sus padres y su hermana mayor. A pesar de no tener representación institucional, la princesa de 18 años se sumó a los festejos, habiendo protagonizado previamente su primer acto en solitario al bautizar una embarcación en Róterdam.

En este importante evento, Alexia decidió homenajear a su madre, Máxima de Países Bajos, inspirándose en su estilo para su atuendo de gala. Vistiendo un elegante vestido azalea de la firma Zhivago, accesorizado con guantes de piel y la banda y broche de la Gran Orden del León de los Países Bajos, la princesa mostró su deslumbrante presencia y marcó tendencia en moda.

El vestido, de la marca australiana Zhivago, se destacaba por su diseño con hombreras voluminosas, escote en pico, mangas ajustadas y una falda de silueta sirena. Un modelo que reflejaba la elegancia y la fuerza en su estilo. Además, Alexia incorporó elementos como un broche de diamantes en forma de remolino y guantes cortos de piel, siguiendo la tradición y guiños al armario de su madre, Máxima.

En cuanto al peinado y maquillaje, la princesa optó por una melena semirrecogida con ondas de estilo Hollywood, adornada con un pasador floral con pedrería. Este debut en Prinsjesdag deja claro que Alexia viene pisando fuerte en cuestiones de moda y estilo.