El mágico pueblo cerca de la ciudad donde se puede pasear tranquilo y seguro

Los pueblos tranquilos y pequeños siguen siendo tendencia entre los viajeros en todas partes del mundo. Y los poblados de Argentina no se quedan atrás, a poco más de 200 kilómetros de la Cuidad de Buenos Aires existe una aldea rural que invita de olvidarse de todo y disfrutar de una escapada.

La Violeta es un pequeño pueblo del partido bonaerense de Pergamino. Este destino poco conocido invita a recorrer sus calles, disfrutar de la naturaleza, probar típicos platos criollos y empaparse de la vida de campo. Este destino es buscado por aquellos que quieren dejar de lado los ruidos de la ciudad, manejar poco más de dos horas y llegar a pasear con tranquilidad y seguro.

Cientos de años atrás los propietarios de estas tierras, Guillermo White y su familia, donaron gran parte de las mismas al ferrocarril permitiendo así que el pueblo creciera y comenzara a desarrollarse una vida próspera en él. La empresa del Ferrocarril Central Córdoba, extendió su línea que partía desde esta provincia hasta Buenos Aires y Rosario. En un primer momento solo se trasladaban materiales de construcción, pero en 1912 comenzaron a llegar los primeros pasajeros a la nueva estación.

Sin embargo, años después, cuando dejó de pasar el tren muchos vecinos migraron a la ciudad. Actualmente, La Violeta, tiene alrededor 1040 habitantes que se dedican principalmente a las actividades relacionadas con el agro. 

El nombre del destino se debe a que los dueños de las tierras tenían una especial atracción hacia las flores de violetas; por ello, uno podía encontrarse con estas plantas en gran parte del pueblo, especialmente en el ingreso de la estancia de White y su familia.

Quienes visiten este pueblo de Pergamino pueden dar un paseo por el circuito histórico y visitar la vieja estación de trenes, conocer el pequeño parque con cancha de futbol y mesas, la Capilla Nuestra Señora del Carmen o tomar mates en la plaza central de La Violeta.

Una de las fechas principales de celebración en la comunidad es el 16 de julio, cuando se agasaja a la Virgen del Carmen, patrona de la localidad; la otra se da cada 11 de noviembre, cuando se festeja un año más desde la fundación de La Violeta.