Opinión

Las jirafas comen de arriba

Se acerca un nuevo día del periodista, y el mundo del vino es un lugar ideal para hacer una autocrítica de lo que se vive en la profesión.

Federico Lancia
Federico Lancia sábado, 4 de junio de 2022 · 07:29 hs
Las jirafas comen de arriba

En primera instancia, querida lectora, querido lector, debo pedirle disculpas por esta columna autorreferencial. Voy a hablar de periodismo y de periodistas. Propio de estos días que se vienen. El próximo 07 de junio se festeja una vez más el día del periodista. Y viene al pelo. 

La verdad que como todo en el país, la profesión viene vapuleada. Pero le diría que acá se trascienden las fronteras. No quiero hablar de todos los periodistas, porque es malo generalizar, y además no conozco todos los rubros. Me ocuparé de los del vino y la gastronomía, que es donde me muevo. 

Concretamente puedo afirmar que seguimos careciendo en la industria, tanto del vino como de la restauración de periodistas de vinos o comidas. Quizá sea el proceso de formación lógico de un mercado nuevo. Pero periodistas como tal, es muy difícil encontrar.

Todos mezclados

No digo ninguna novedad cuando hablamos de la crisis de los medios tradicionales. Los diarios, la radio o la tele como la conocíamos ya no existe. Y parece que por carácter transitivo los periodistas nos ligamos la misma bofetada. 

Y lo cierto es que me resisto a bailar en Tik Tok, o “usar” el lenguaje de la redes para llegar a los nuevos formatos. Y con esto no digo que haya que oponerse de manera estúpida. Pero no podemos dejar de hacer periodismo. Dejar de hacer preguntas. 

Está muy bien y es muy gratificante, todos los regalos o invitaciones. Pero no podemos ponerle un precio tan barato a la profesión. Y quizá tenga que ver con la comunicación. Hoy cualquiera con un teléfono muestra lo que pasa, comunica. Lo que no quiere decir que esté haciendo periodismo.

Una aguja en un pajar

Bajo el argumento de que todo cambió, el periodismo como tal está en crisis. ¡Qué novedad! Claro que todo no es nuestra responsabilidad. Y también si. Los periodistas que nos dedicamos al vino tenemos la obligación de probar vinos de otros lugares del mundo y los gastronómicos tener que haber comido en muchos sitios mundiales antes de ponernos la camiseta de críticos. 

Por tener una fan page en Facebook, o una cuenta de Instagram con muchos seguidores no te transformas en periodista. Y lo cierto que en tiempos de algoritmos, donde sigue primando el contenido, cuesta encontrar material periodístico de calidad. 

Sería realmente triste que esta fuera la evolución del periodismo. Un lugar donde nuestros lectores, oyentes o consumidores nos perciben como esos privilegiados que comen de arriba en los eventos del vino. Como las jirafas.

Feliz día colegas. Por más periodismo libre y esperanzador. Pero sobre todo pensador.

Archivado en