La diferencia entre un Chardonnay y un Sauvignon Blanc
Muchas veces nos encontramos con estas dudas. En estas notas, vamos a empezar a darte algunos datos a tener en cuenta.
Cuando estamos frente a una botella de vino, en muchas ocasiones pueden aparecer interrogantes que por vergüenza o por cansancio no queremos averiguar. Pero, a medida que nos vamos interiorizando más en esta maravillosa bebida, sacarse las dudas comienza a ser necesario.
Cuando hablamos de vinos blancos, dos cepas muy populares en la Argentina, son el Chardonnay y el Sauvignon Blanc. Sin lugar a dudas, la primera con mayor difusión, ya que estamos hablando de unos de los varietales más importantes a nivel mundial. Pero, el Sauvignon Blanc cada vez ha ido ganando más adeptos entre todos los consumidores.
Ambos son vinos blancos y también puede tener notas cítricas o tropicales. Y es en eso en todo lo que se parecen. Luego son bien diferentes. Cuando hablamos de Chardonnay, nos referimos a un vino blanco con más cuerpo y cierta sedosidad, mientras que el Sauvignon Blanc, es un vino más ligero, con una mejor presencia de acidez.
Luego, todo va a depender de dónde provienen, cómo se cultivaron y luego cómo se elaboraron. Pero si tuviéramos que definirlo en términos generales, diríamos que el Chardonnay puede tener aromas y sabores a manzana, higos, melón, peras, duraznos y en general resiste la presencia de madera, que le puede aportar esos aromas a pan tostado, manteca, banana o avellana.
En cambio, el Sauvignon Blanc, y si bien hay una gran variedad de estilos en todo el mundo, en términos generales muestra una nota herbal o verde muy característica, un aspecto mineral o salínico y siempre son refrescantes y vivaces. Aquí es menos común el uso de la madera en estos vinos, pero hay algunos casos.