Delicia cafetera

Affogato: historia y variedades del café más delicioso

El aroma, el color y el sabor del café hacen de esta bebida y sus maneras de beberla un universo apasionante del cual muchos jamás se cansan de saber e investigar: si eres de los amantes del café, no te pierdas la historia del Affogato y cómo prepararlo.

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MDZ Gastronomía sábado, 16 de abril de 2022 · 13:35 hs
Affogato: historia y variedades del café más delicioso
Foto: Pixabay - pixabay.com

Café Affogato, café Dalonga, Cold Brew, Coffee Lemonade o Espresso tonic son maneras distintas de beber café y prepararlo. Pero entre todas estas formas y variedades de café, existe uno que es el más delicioso entre los que se sirven fríos, además de ser el más italiano de todos: el café affogato.

Atractivo a la vista y delicioso, el affogato es una manera de beber café que no puedes perderte si eres amantes de este sabor intenso y aromático. Fuente. Porte.coffe

 

 

Affogato: los secretos de su preparación

Preparar este delicioso y aromático café affogato es en realidad simple. Bastará con realizar un espresso doble y agregarle una bocha de helado de un sabor a elección entre Crema y Fiordilatte (un exquisito y suave queso fresco italiano en su versión gelato). 

Por supuesto que otras combinaciones de sabores son bienvenidas pero este es el verdadero Affogato, que refresca, quita la sed y al mismo tiempo es el mejor café frío que probarás. Es decir, es la receta original. 

Para beberlo, es opcional revolver con la cuchara o no. No es que exista una manera correcta de tomarlo: dejar que el helado simplemente se vaya derritiendo en el líquido del café o mezclar. Es una cuestión que va en gustos de los comensales. 

 

Affogato: Un poco de historia

El origen de esta forma de beber el café helado es algo incierto. Según varias versiones, sin embargo, se puede inferir que hace unos 6 mil años los chinos utilizaron hielo para conservar alimentos, por tanto mezclaban la nieve de las montañas con frutas y miel. 

Esta costumbre pasó de China al antiguo Egipto. Ahí se servían frutas con hielo en los banquetes de los faraones a modo de aperitivo, postre o digestivo. Dispuestas en copas de plata, como una especie de granizado de jugo de fruta casi congelada. 

Por otra parte, los Califas de Bagdad también mezclaban la nieve con jugos de frutas, creando lo que se llamó “Sharbets“ y Marco Polo, luego, los llevó a Europa en el siglo XIII en una de sus expediciones. 

En esa época la preparación no era simple porque se derretían fácilmente, no existían las heladeras ni los refrigeradores y es por eso que era un lujo que solamente podía disfrutar la nobleza. Poco a poco fueron dando con distintas maneras para hacer que la nieve durara más: las almacenaban en pozos más frescos, profundos, cubiertos de paja. 

Aunque el helado tal como se lo conoce actualmente, con leche, no surgió hasta mucho tiempo después. Esto recién se dio en el siglo XVI cuando un cocinero francés que trabajaba en la corte inglesa mezcló jugos de fruta con leche. 

El invento fue alabado por el Rey Carlos I que recompensó al chef y le solicitó que fuera un manjar que solo se sirviera en su mesa real. 

De esta manera queda claro que los inicios milenarios del helado son un hecho pero que esta preparación comenzó a ser algo más similar a lo que hoy comemos en el siglo XVII, cuando luego de este primer antecedente, un florentino de nombre Francesco Procopio creó una máquina que lograba una masa homogénea entre las frutas, el azúcar y el hielo. La crema helada obtenida es el helado casi idéntico al que se conoce actualmente. 

El inventor de la máquina abrió un café de nombre Café Procope, en donde se servían helados y café. Un producto que se volvió popular muy pronto en toda Italia. 

Para 1770 ya había colocado su primera máquina de helados en Nueva York y contaba entre sus clientes a George Washington. 

Affogato: el día exacto en el que el helado y el café se unieron

A fines del siglo XVII el café era un sabor reconocido y popular para los helados al igual que el chocolate. Se combinaba con leche, azúcar y huevos para componer el postre más popular de la época. 

No obstante, el café affogato es un descubrimiento mucho más reciente en el tiempo. Se extendió en Italia recién la década de 1950. Momento en el que la producción del helado se modernizó y se terminó de industrializar. Pensemos que todavía en la Segunda Guerra Mundial el helado se hacía aún con la nieve que se recogía en el invierno y se almacenaba en cuevas subterráneas. 

Una de las versiones atribuyen el invento del affogato a un fraile franciscano de la provincia de Cuneo en la región del Piamonte italiano. Corría el siglo XVII y este fraile, que se dedicaba a preparar licores, era bueno en la fabricación del licor de café y de avellanas. 

Así, mezclando ingredientes como helado de vainilla con un chorro de café espresso dio con un sabor que luego sería un ícono. 

De Italia enseguida llegó a Estados Unidos a través de la conexión entre las cocinas italianas y neoyorquinas y se convirtió en una bebida postre popular. 

Enseguida surgió el frappuccino que se pensó como una combinación más suave de helado y café, inspirado en el affogato, pero más similar a un batido. 

¿Conocías esta historia sobre el origen del affogato? ¡Un sabor irresistible!

 

 

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