Fondos millonarios

La dura guerra de pymes contra una cámara que responde al kirchnerismo

El aporte que cobra la asociación de empresas metalúrgicas (ADIMRA) a empresas, en su mayoría pymes, desata un conflicto que viene de años. La entidad está ligada al kirchnerismo y fue presidida por un hombre próximo a Julio de Vido. La industrias rechazan su supuesta obligatoriedad

Horacio Alonso
Horacio Alonso sábado, 6 de mayo de 2023 · 09:00 hs
La dura guerra de pymes contra una cámara que responde al kirchnerismo
El exministro del kirchnerismo, Julio De Vido, tuvo una larga relación con un ex presidente de ADIMRA que terminó detenido por fraude Foto: Twitter

Una larga disputa que viene desde hace más de 20 años entre una cámara metalúrgica y empresas del sector sumó un nuevo capítulo en las últimas semanas.

El foco del conflicto está centrado en el alcance de un aporte mensual que los trabajadores y las compañías deberían hacer a la entidad que se mide en millones de pesos.

Por un lado, está la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) que reclama como “obligatorio” el pago del 1% de las remuneraciones de los trabajadores y de la facturación de las industrias, aunque no estén afiliadas a la cámara. Por el otro, cientos de pymes que rechazan esa imposición por no formar parte de la entidad gremial.

Lo concreto es que ADIMRA viene cobrando ese monto por parte de empresarios que, por desconocimiento o debilidad, realizan los pagos creyendo que están encuadrados en la ley o para evitar conflictos mayores con el gremio.

Pero no sólo eso. También hay un trasfondo político que tiene al peronismo y al sindicato metalúrgico de la UOM en la misma sintonía: la de recaudar fondos.

El problema volvió a generar atención ante la presentación realizada, ante el Ministerio de Trabajo, por la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEL) para aclarar el alcance del Acuerdo N° 58/01, incorporado al Convenio Colectivo de Trabajo N° 260/75, suscripto entre la ADIMRA y la UOM y homologado por la Resolución N° 227 de la entonces Subsecretaría de Relaciones Laborales de fecha 18 de octubre de 2001, y que genera incertidumbre en el sector.

Si bien esta cámara está afiliada a ADIMRA, la presentación la realizó porque la asociación metalúrgica tuvo un revés ante el Ministerio al rechazar un recurso administrativo para oficializar el pago de las empresas. Por este motivo, ADIMRA buscó volver a plantear el tema a través de una cámara asociada.

Hay que recordar que ADIMRA se queda con un 30% de lo recaudado y el resto lo reparte entre unas 40 asociaciones de segunda línea de todo el país. Una forma de asegurarse el apoyo.

CADIEL requirió a la Autoridad Administrativa defina si dicho acuerdo resulta aplicable a todos los trabajadores y trabajadoras y empleadores y empleadoras comprendidos en el ámbito de representación de las entidades firmantes, con prescindencia de que sean afiliados o afiliadas o no a la mismas.

Dicha solicitud se fundamentó en la necesidad de dar respuesta a las consultas formuladas por sus representadas, a propósito de la vigencia y el alcance de la contribución mensual prevista en el artículo 1° del acuerdo de mención, según el cual los empleadores y empleadoras metalúrgicos efectuarán, con destino a la ADIMRA, una contribución mensual obligatoria equivalente al 1%  del total de las remuneraciones brutas mensuales devengadas, correspondientes al personal bajo convenio, con un tope de tres veces el salario básico de la categoría de cada empleado que hoy es de $412.000 mensuales

En abril de 2003, la Secretaría de Trabajo rectificó el considerando octavo de la Resolución ST N° 98/03, el que quedó redactado de la siguiente manera: “Que la obligatoriedad del pacto no puede ir más allá de la representación que profesionalmente gozan las entidades contratantes.”

El conflicto se mantuvo vivo durante los tres mandatos anteriores del kirchnerismo y la ambigüedad de las definiciones dejaba una interpretación abierta para que la entidad siguiera exigiendo el pago debido a que la resolución establecía que era obligatorio “en la medida que no se encuentren dentro del ámbito personal y territorial determinado por la representación que ejerce la entidad mencionada en el territorio de la República Argentina.”

La discusión sobre el ámbito personal y territorial de la representación, aunque no se esté afiliado, es el centro del conflicto.

Durante muchos años, ADIMRA estuvo presidida por Juan Carlos Lascurain que, desde esa cámara, llegó a conducir la UIA para alinearse con el gobierno kirchnerista. Sus vinculaciones con el ex ministro Julio de Vido le abrieron las puertas de muchos despachos y alimentó su poder. El ocaso se produjo en 2018 cuando fue detenido en el marco de una investigación por fraude millonario en la mina de Rio Turbio.

Desde siempre, la entidad estuvo alineada con las distintas formas de peronismo y suele tener entre sus filas técnicas ex funcionario de esos gobiernos.

Posteriormente, a través de la Resolución N° 649 del 21 de mayo de 2019, durante el gobierno de Mauricio Macri, se aclaró, ante un reclamo de la Asociación Argentina de Fábricas de Componente (AFAC) que los empresarios o empresarias de la actividad aun no afiliados a la ADIMRA, no se encontraban obligados a pagar una contribución a dicha entidad firmante del convenio colectivo.

Esta entidad que representa a los autopartistas es la que viene dando una dura pelea en defensa de las pequeñas empresas que no tienen estructuras para lidiar con la burocracia y terminan realizando pagos que creen obligatorios.

De hecho, AFAC viene realizando una campaña en la que informa a sus asociados sobre este hecho.

“Si te dicen que la Contribución Convencional Empresaria CCT 260/75 con destino a ADIMRA es obligatoria (1% de los salarios)…no te están diciendo la verdad”, es el texto que se puede visualizar en el sitio de la asociación

Hace unas semanas, el Ministerio de Trabajo emitió una resolución en la que vuelve a señalar que el cobro no es obligatorio, aunque mantiene la polémica forma de interpretar el alcance para los no afiliados.

La ministra Kelly Olmos tiene que lidiar con la lógica empresaria y la presión de la UOM y de dirigentes peronistas que están  vinculados a ADIMRA para poder recaudar lo máximo posible.

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