Opinión

El Gran Hermano de los impuestos: cuánto le queda en mano al ganador del programa

El abogado laboralista y precandidato a legislador por la Ciudad, Juan Pablo Chiesa, analiza para MDZ cómo el millonario premio de Gran Hermano se lo comen los impuestos.

Juan Pablo Chiesa
Juan Pablo Chiesa jueves, 30 de marzo de 2023 · 15:05 hs
El Gran Hermano de los impuestos: cuánto le queda en mano al ganador del programa

No hay ninguna novedad, el ganador del Gran Hermano 2023 tendrá que compartir su premio con su socio permanente, el Estado nacional. El Estado que, sin esfuerzo, se lleva una gran parte del mérito, la destreza y la habilidad televisiva del merecido ganador. Gran Hermano dio el premio al ganador de $19.441.132 millones, el equivalente a U$S 50.000 aproximadamente. No solo sufrirá la devaluación de sus millones de pesos, sino que tendrá tres impuestos que le desploman el desembolso de dinero al merecido ganador.

Primero: la ley 20.630. Esta ley grava los premios ganados en juegos de sorteos, rifas y azar. Se trata de una tasa neta del 27,90% del premio. (Es el 31% del 90% neto). Estamos hablando que el Estado recauda de $5.424.076.

Segundo: la ley de Impuesto a las Ganancias. Esta norma determina el gravamen sobre las ganancias obtenidas en el programa. Las ganancias de las personas, tanto físicas como jurídicas, se dividen en brutas y netas. Las brutas son el total de ingresos generados por una persona a cambio de sus bienes o servicios. Por el contrario, las netas reflejan el monto final, habiéndole restado los costos y los gastos asociados a la actividad.

Marcos Ginocchio ganó con el 70,83% de los votos.

Es el beneficio económico final. Este impuesto determina una alícuota que va del 5% al 35%, que depende la ganancia neta, siendo esta de $19.441.132 millones. El Estado en este caso se queda con $6.804.397, representando el 35% del beneficio económico final. Como si esto no fuera poco, hay que considerar impuestos nacionales a impuestos provinciales.

Otro impuesto que podría alcanzar al premio de Gran Hermano es el de la transmisión gratuita de bienes de la provincia de Buenos Aires, más conocido como Impuesto a la Herencia y a las Donaciones. Este impuesto lo estimamos en el 6% aproximadamente. Acá tenemos una retención que se queda el Estado de $1.166.467.

Como podemos ver, dos impuestos nacionales y un impuesto local disfrutan del encierro y del sacrificio de un adolescente en ganar un premio en televisión y de sus merecidos 19 millones que le corresponde, el Estado nacional se queda, sin pestañear, con aproximadamente $13.390.000. Quedando en mano del legítimo ganador, unos 6 millones de pesos. ¡Una vergüenza!

Ahora bien, en favor de los contribuyentes, en este caso, del ganador de GH, existen mecanismos de choque que frenan el atropellado de los impuestos que fija el Estado. Mecanismos que la propia ley nos da a los especialistas en impuestos.

Sobre la ley 20.630, grava lo ganado en juegos de azar, rifas y apuestas. El artículo primero de la ley reza:
"Quedan sujetos al gravamen de emergencia de la presente ley los premios ganados en juegos de sorteo (loterías, rifas y similares), así como en concursos de apuestas de pronósticos deportivos distintos de las apuestas de carreras hípicas, organizados en el país por entidades oficiales o por entidades privadas con la autorización pertinente".

Gran Hermano dio el premio al ganador de $ 19.441.132 millones.

No aplicaría este impuesto porque la propia ley establece que el premio neto debe venir de un sorteo, rifa o del azar. El premio de Gran hermano se obtiene mediante la destreza, la viveza, la picardía y la pericia de los participantes, donde no entra el azar ni la suerte, siendo que, no solo el ganador sale de esas cualidades sino también de una votación popular certificada.

El segundo impuesto, el terror del impuesto a las Ganancias. Tampoco estaría aplicando este impuesto. La habitualidad y normalidad de ingresos hace a la ganancia. Para tributar ganancias, la misma debe tener una condición de habitualidad, de normalidad, como lo es el salario. El premio obtenido en GH no es habitual, es un premio pagado por única vez y no es habitual que lo gane todos los meses. El desembolso de dinero es por única vez. Por tal motivo, tampoco aplicaría este tributo.

Por último, el impuesto de la provincia de Buenos Aires. Lo que grava este impuesto a la transmisión gratuita de bienes es que recibas bienes o dinero a título gratuito. No hay gratuidad en el premio obtenido, hay un contrato oneroso entre los participantes y la producción de un canal de televisión. 

Como pudimos leer, estamos bajo un Estado gigante, que todo se lo lleva para sus arcas y lo que es peor, el mérito y el esfuerzo de los argentinos se lo apropia el estado mediante el mecanismo impositivo que solo favorece a unos pocos.

Juan Pablo Chiesa es abogado especializado en Empleo y Políticas Públicas, escritor, docente y presidente de Aptitud Renovadora.

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