Empleo y edades: los extremos de la tabla ante un escenario laboral complejo

Empleo y edades: los extremos de la tabla ante un escenario laboral complejo

Las dificultades para conseguir trabajo tienen que ver con la falta de experiencia para las personas jóvenes y la idea de que son “viejas” las de mediana edad. En el medio, el género femenino se posiciona pero continúa rezagado. Las tendencias dentro de un mercado laboral con falta de talentos.

Diana Chiani

Diana Chiani

Jóvenes, mujeres y personas “mayores” son los que más dificultades tienen en la actualidad para conseguir empleo. Las ópticas son diferentes debido a que mientras a las mujeres, tal vez, se les dificulta más llegar a puestos gerenciales, los de mayor o menor edad en la tabla de personas económicamente activas (más allá del género) corren el riesgo de quedarse afuera de las contrataciones, a causa de los sesgos culturales aún en danza.

La escasez de talento a nivel mundial es cercana al 75%, debido a que las empresas demandan perfiles que hoy no se encuentran en el mercado laboral. Y si bien la inclusión es una palabra que se escucha cada vez más en el ámbito de los recursos humanos, lo cierto es que la mayoría de las empresas aún están lejos de cambiar algunos paradigmas arraigados.

Así, no aparecen en los pedidos de empleo de manera explícita, pero son comunes las directivas a las consultoras especializadas para que eviten contratar personas mayores de 40 y menores de 20. Aunque el avance ha sido importante, el sesgo para no tomar a mujeres todavía es muy grande lo que no sólo es una cuestión cultural, sino que también se condice con las diferentes licencias que tienen madres y padres en el momento del nacimiento.

Sin experiencia ni salarios tentadores

Una encuesta publicada en 2022 por el área de investigaciones de ManpowerGroup sobre la Escasez de Oportunidades Laborales para Jóvenes mostró que el 75% de los jóvenes tienen dificultades para encontrar trabajo. El relevamiento se realizó en 14 países de América Latina y Argentina se encuentra en el cuarto lugar con el 86%, ante la dificultad de encontrar trabajo en ese segmento de la población.

En el primer puesto se encuentra El Salvador (92%), seguido por Costa Rica y Paraguay. En el último lugar de la tabla y con mayores oportunidades para la juventud, se destaca Chile que con un 44% tiene ocho puntos menos que el penúltimo de la tabla que es Honduras (56%).

En este contexto, la mayoría de las personas consultadas, con edades entre 18 y 29 años no trabajaba, al mismo tiempo que afirmaban estar en la búsqueda de trabajo. En este combo, hay diversas variables en juego. Una de ellas es la clásica falta de experiencia de quienes son más jóvenes, algo común a dichas edades pero que –en contextos de escasez de talentos y habilidades- muchas empresas no parecen estar dispuestas a pagar.

Del otro lado, los bajos sueldos que se ofrecen para los primeros trabajos, también condicionan el ingreso al mundo del empleo formal. Es que mientras el 33% destacó la falta de experiencia como principal condicionante para no conseguir el puesto, en segundo lugar (19%) se mencionó el bajo ingreso ofrecido.

La distancia con el lugar de trabajo, así como el no manejar idiomas son otros condicionantes que vuelven esquivos los primeros trabajos para la juventud. En este contexto, un dato interesante es que el nivel de educación está al final de la tabla como condicionante al acceso al empleo. En especial, porque la encuesta mencionada se realizó entre personas con capacitación que van desde la primaria hasta el posgrado.

“Viejos” de la mediana edad

En el otro extremo del rango etario de las contrataciones laborales se encuentran los mayores de 40 años. Aunque a partir de la prolongación de la expectativa de vida, pocos se atreverían a calificar de “vieja” a una persona que pasó su cuarta década, lo cierto es que muchas empresas son reticentes a contratar a personas de esas edades.

Claro que quienes ya están en una empresa tienen "asegurado" el puesto, así como las diversas posibilidades de ascenso. El problema se da en las contrataciones nuevas. Este rango etario tiene a su favor la experiencia laboral previa, así como la posibilidad de establecer compromisos de manera diferente al grupo más joven, pero todavía existen prejuicios en torno a su contratación.

María José Gómez Piovano, psicóloga especializada en Psicología Organizacional y Recursos Humanos, explicó que la edad puede ser un condicionante para muchas empresas. En este contexto, las consultoras y personas especializadas en el tema valoran a las personas de estas edades y en muchos casos los recomiendan por sobre otros, pero en líneas generales, las organizaciones no terminan de convalidar la idea.

Sí hay cambios puntuales, así como programas de inclusión destinados a esos rangos etarios pero son más programas puntuales que una tendencia de cambio. “Hay firmas para las que las personas de 30 o 32 años son grandes”, ejemplificó Gómez Piovano.

Los mayores de 40 años tienen a su favor la experiencia laboral previa, así como la posibilidad de establecer compromisos de manera diferente al grupo más joven, pero todavía existen prejuicios en torno a su contratación.

En este sentido, Cristian Dodero, director de la red nacional de sucursales y desarrollo de canales de venta de ManpowerGroup Argentina, destacó que algunas empresas comienzan a cambiar esta mirada en el contexto general de falta de talentos y que cada vez más los especialistas en recursos humanos recomiendan abrir dicha posibilidad.

Visibilizar la brecha de género

No es políticamente correcto descartar a una persona de manera previa por la edad o el género. Sin embargo, son muchas las empresas que lo hacen, tal vez por cuestiones culturales, costumbres o desconocimiento. La buena noticia es que existe un cambio en el sector de recursos humanos que ya no convalida estas prácticas discriminatorias y busca trabajar con las organizaciones para acortar las brechas y concientizar.

“En una multinacional colaboramos para que se ascendiera a una mujer como jefa de Operaciones en sectores con preponderancia masculina como son logística, mantenimiento y depósito”, relató Gómez Piovano. La importancia de una mayor igualdad entre hombres y mujeres es una discusión que se visibiliza cada vez más dentro de las organizaciones.

No obstante, el cambio cultural no es sencillo, ya que los reclutadores se encuentran, muchas veces, con pedidos por parte de las empresas de no contratar mujeres o personas mayores. “Personalmente, no presto atención a eso, sino que busco la persona que mejor se adecue al puesto, sin mirar el género”, explicó Gómez Piovano quien también tiene una consultora especializada.

La profesional explicó, no obstante, que cada vez es menos común la diferencia de remuneraciones entre hombres y mujeres; las costumbres culturales hacen que todavía sean ellas quienes se queden más en casa y deban resignar algunos puestos de poder. Por otra parte, destacó que sin un cambio en la legislación por maternidad que equipare las licencias para madres y padres, es complejo hablar de igualdad.

Al respecto, Dodero comentó que el grupo tiene una división especial para trabajar por una mayor inclusión dentro de las organizaciones. Una encuesta de ManpowerGroup en relación a la paridad de género detalló que cada vez más firmas miden la brecha entre las posibilidades de hombres y mujeres; lo que se presenta como algo bueno, debido a que la medición implica una asignación de importancia y recursos destinados a la temática.

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