Impacto de la crisis

¿Qué pasa con el oro y por qué ya no es refugio contra la inflación?

En los últimos meses el viento en contra del precio del oro ha soplado fuerte de la mano de la suba de tasas de interés y la fortaleza del dólar. ¿Vendrá viento a favor?

Jorge Herrera
Jorge Herrera domingo, 25 de septiembre de 2022 · 07:00 hs
¿Qué pasa con el oro y por qué ya no es refugio contra la inflación?
Foto: Pexels

Al cabo de casi tres trimestres del año, los inversores creen que el desempeño del oro debería haber sido mucho mejor considerando que la inflación ha sido la más alta en varias décadas en todo el mundo. Sin embargo, los expertos del mercado del metal precioso les recuerdan que la performance del precio del oro ha superado a la mayoría de los principales activos en lo que va de 2022. De hecho, al oro le ha ido mucho mejor, por ejemplo, que a los bonos ligados a la inflación tanto en EE.UU. como en otros países. 

En realidad, el oro es el que menos pierde en lo que va del año: las materias primas subieron entre 15%y 20% y el dólar poco más de 2% mientras que el resto viene acumulando pérdidas, como el oro casi -7%, un -10% los bonos TIPS del Tesoro de EE.UU. (indexados a la inflación), más de -12% los bonos del Tesoro de EE.UU., los bonos globales un -18%, el índice S&P 500 un -21%, las acciones globales un -22%, bonos globales indexados casi -24%, las acciones de mercados emergentes cerca de -25% y el Nasdaq más de -28%. 

De ahí que destacan que el rendimiento del oro en lo que va del año refleja el comportamiento de sus impulsores subyacentes. El oro generalmente está impulsado por cuatro factores clave: expansión económica; riesgo e incertidumbre; costo de oportunidad; y el impulso, destaca Juan Artigas, Jefe de Research del World Gold Council. 

“En 2022, el oro se ha visto respaldado por un mayor riesgo e incertidumbre, el más evidente proveniente de las tensiones geopolíticas. La alta inflación también ha sido un factor contribuyente, pero no todos los inversores han percibido el riesgo de inflación de la misma manera. Esto se ve más claramente en la marcada diferencia entre el IPC de EE.UU. y las expectativas de inflación a largo plazo implícitas en el mercado de bonos de EE.UU.”, explica Artigas. Lo que está diciendo es que si bien la inflación ha sido alta, los inversores en bonos estadounidenses creen que la Fed hará todo lo que sea necesario para reducir la inflación y lo hará de manera efectiva. Claro que no todos los inversores pueden estar de acuerdo.   

Pero el oro también ha tenido que lidiar con costos de oportunidad mucho más altos: tanto por el aumento continuo de las tasas de interés como por la fortaleza del dólar estadounidense en más de 20 años (por ejemplo, en la década de 1970, además del aumento de la inflación, el oro también se vio respaldado por el debilitamiento del dólar).

Un modelo simple comúnmente utilizado para el pronosticar el precio del oro, basado únicamente en las tasas de interés reales y el dólar, sugiere que el oro debería haber caído más del 30% hasta el momento. O sea, el precio del oro habría sido mucho más débil si solo hubiera estado determinado únicamente por las tasas de interés y el dólar. 

“Además, nuestro modelo de rendimiento del oro indica que el sentimiento negativo de los inversores, con fuertes salidas de los fondos ETF de oro y un posicionamiento débil en el mercado de futuros, ha ejercido una presión adicional sobre el oro. También ayudó la débil demanda china a principios de año”, señala Artigas y agrega que “el hecho de que el oro se haya comportado tan bien como lo ha hecho, considerando todas las cosas, es un testimonio de su atractivo global y una reacción más matizada a un conjunto más amplio de variables. 

Pensando en el futuro, Artigas advierte que tanto las tasas de interés como el dólar aún presentan riesgos para el oro. A pesar de un comienzo cansino, los bancos centrales han actuado agresivamente para frenar el aumento de la inflación. La Reserva Federal (FED) aplicó otra suba de 75 puntos básicos esta semana, elevando su tasa objetivo de fed funds al 3,25%. Y las proyecciones de diagrama de puntos (dot plot) sugieren que pueden subirla entre 75 y 125 puntos básicos adicionales para fin de año. Asimismo, el Banco de Inglaterra aumentó su tasa objetivo en 50 puntos básicos adicionales y el Banco Nacional Suizo en 75 puntos básicos. Es probable que otros bancos centrales sigan su ejemplo.   

Con los bancos centrales tratando de ponerse al día, la frecuencia y la magnitud de estas decisiones han provocado que los mercados sean más sensibles de lo habitual a la política monetaria, y el oro no ha sido una excepción. “Sin embargo, somos cautelosamente optimistas. Por un lado, dada la cantidad de ajuste que se ha producido hasta ahora, esperaríamos que las subas de tasas se ralentizaran, permitiendo que algunos de los otros factores de apoyo del oro desempeñaran un papel más importante. Además, el hecho de que los otros bancos centrales estén siendo más decididos en sus decisiones políticas, en parte para frenar la inflación, en parte para defender sus monedas, debería pesar sobre el dólar estadounidense”, explica Artigas. 

Otras explicaciones sobre el actual momento del oro y sobre cómo están sus impulsores dan cuenta que por un lado, el posicionamiento en el mercado de futuros de oro se ha vuelto corto nuevamente (es decir, apuestan a la baja del precio) y esto, históricamente, no ha durado mucho, a menudo se revierte en las semanas siguientes. Por otro lado, la demanda de oro por parte de los bancos centrales sigue siendo bastante fuerte y, a medida que aumentan los riesgos geopolíticos y de recesión, los inversores pueden cambiar a estrategias más defensivas, buscando activos líquidos de alta calidad, como el oro, para reducir las pérdidas de la cartera.

En resumen, el aumento de las tasas y un dólar fuerte han tenido un efecto negativo significativo en el desempeño del oro a pesar del apoyo de la geopolítica y la inflación. Pero ahora se cree que los vientos en contra del oro pueden comenzar a disminuir, mientras que los factores de apoyo probablemente permanecerán, lo que alentará la demanda de oro como cobertura de inversión a largo plazo. Veremos.

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