Gobierno en crisis

Dólar soja: los números que desvelan al Banco Central

El Banco Central necesita, con carácter de urgencia, recomponer el stock de reservas netas. Para ello se negocia con el campo y otros sectores exportadores. Pero hay un lado B de la negociación que complica el panorama monetario y cambiario.

Jorge Herrera
Jorge Herrera viernes, 26 de agosto de 2022 · 08:30 hs
Dólar soja: los números que desvelan al Banco Central
Foto: TELAM

Sigue el tira y afloje entre el Gobierno y la Mesa de Enlace para que los productores aceleren las ventas y aumenten la liquidación de divisas de los exportadores para nutrir las alicaídas reservas del Banco Central. Es curioso que ya pasaron dos semanas y aún no se avizora una resolución, cuando desde el advenimiento de Sergio Massa en Economía se priorizó la recuperación de reservas. Y si algo urge, es que el BCRA vuelva a comprar reservas en serio.

Sin embargo, no es un tema menor, sobre todo para el titular de la entidad bancaria, Miguel Pesce, cuyo nombre apareció, por lo menos, en los primeros encuentros bilaterales. Claro que esto de andar negociando tipos de cambio sectoriales según la conveniencia no es tampoco nada prolijo ni adecuado.

Más allá de las desprolijidades y transparencias, lo cierto es que están en juego aproximadamente entre $200.000 millones y $500.000 millones. Y esto es lo que más le inquieta a Pesce. ¿Por qué?

El cuento es que los representantes del campo negocian una mejora sustancial del tipo de cambio para inducir a que los productores se desprendan de sus stocks. Otro tanto se da en otros sectores como la pesca, hidrocarburos y la llamada economía del conocimiento. Lo cierto es que el Gobierno aspira a ganar reservas, según estimaciones oficiales, por cerca de US$5.000 millones. De acuerdo a otras estimaciones, más conservadoras, en realidad podría aspirar a la mitad, o sea, US$2.500 millones, y con suerte. 

El número de US$5.000 millones, puede decirse que no es caprichoso, parece estar más vinculado al desfase entre el actual stock de reservas netas y la meta de reservas netas del trimestre en curso pactada con el FMI.

Ahora bien, el tema tras bambalinas es el impacto monetario de todo esto. Porque en el caso de que el BCRA logre hacerse de esos US$5.000 millones, de los agroexportadores y otros sectores, al tipo de cambio vigente implicaría una expansión monetaria de $685.000 millones (lo que es un 16% de la base monetaria).

Pero si el Gobierno termina acordando un tipo de cambio “extraordinario o transitorio” para estas liquidaciones que fuera un 50% mayor al actual (algo así como $206) en ese caso el BCRA tendría que emitir $1,028 billones, y si fuera del 70% ($233) de $1,165 billones. Para tener una idea de lo que significan estos montos, vale decir que representan un 24% y 27% de la base monetaria, respectivamente.

Si suponemos que la hipótesis conversadora es la que se da, es decir, el BCRA compra US$2.500 millones (lo que obligaría seguro a un waiver u otra alquimia con la meta del FMI) la emisión al tipo de cambio vigente sería de $342.500 millones y si el ajuste del dólar oficial es del 50% de $513.750 millones y del 70% de $582.250. Es un incremento de la base del 8%, 12% y 14% respectivamente.

Estos guarismos son inquietantes pensando en que la inflación va a un ritmo del 80% a 90% anual. Por eso el BCRA, y Pesce, saben que en la medida que se ofrezca un dólar oficial más alto eso implica más emisión futura.

Pero el problema no termina aquí. Sino que, sean US$2.500 o US$5.000 millones los que termine comprando, la emisión involucrada deberá ser absorbida vía Leliq y Pases. Pero esta deuda del BCRA está pagando una tasa hoy de 69,5% anual y 64,5% anual a un día, respectivamente. De modo que además de la emisión para comprar las ansiadas reservas, además hay que contemplar que esta terminará estacionada en el BCRA en los cajones de las Leliq y Pases generando ciento de miles de pesos de intereses.

Hoy el stock de Leliq y Pases es de $7,22 billones y hasta el momento el BCRA ha pagado intereses por $1.284 billones. ¡Qué le hace una mancha más al tigre, dirán! Pero le hace, y por eso Pesce mezquina comprometer mayores tipos de cambio.

Es como el perro que se corre la cola. El BCRA necesita reservas, pero para comprarlas debe emitir, y para que ese exceso de dinero no quede circulando en la economía debe absorberlo vía Leliq y Pases lo que a su vez implica emitir más para pagar intereses. Un círculo vicioso, que en una circunstancia normal no sería tan traumático, pero en la actual coyuntura es suicida sino se hace con precisión suiza.

Archivado en