Gobierno en crisis

Sergio Massa firma un acuerdo con Estados Unidos y propone un nuevo blanqueo, pero siguen las dudas

Habrá un acto al mediodía en el CCK. El ministro de Economía y Mark Stanley firmarán el acuerdo. Tributaristas argentinos con opinión dividida sobre el verdadero impacto.

Rubén Rabanal
Rubén Rabanal lunes, 5 de diciembre de 2022 · 07:06 hs
Sergio Massa firma un acuerdo con Estados Unidos y propone un nuevo blanqueo, pero siguen las dudas
Foto: Noticias Argentinas

Sergio Massa lanzará hoy al mediodía el tan anunciado Convenio de información fiscal automático con EE.UU. Con el actual estado de reservas, y frente a un horizonte más que complicado el año que viene con la sequía que amenaza, como mínimo, con una merma de unos US$10.000 millones solo en exportaciones de soja y maíz, la formalización de este acuerdo pasó a ser de vida o muerte para el ministro. De ahí la formalidad de hoy con el acto en el CCK y la presencia del embajador de Estados Unidos, Marc Stanley, que estampará su firma junto a Massa.

El ministro y el Gobierno apuntan, en realidad, a otro efecto directo. Junto con el convenio que se firma con EE.UU, Massa enviará al Congreso un proyecto de ley para llamar nuevamente a un blanqueo que el propio Massa explicó ayer: "En el día de mañana vamos a informar cuáles son los principios que vamos a enviar al Parlamento, eso lo va a hacer la AFIP pero vamos a trabajar para que antes del 30 de diciembre lleve adelante el tratamiento de una normativa que entre el 1 de enero y 30 de septiembre, los argentinos que no hayan exteriorizado tengan la posibilidad de hacerlo con regímenes beneficiosos hacia regímenes que establecen que la aparición de esas cuentas prevén no sólo sanciones económicas sino desde el punto de vista penal", dijo ayer en radios.

Con ese pedido de Massa se abre otro escenario incierto: el Congreso hoy, tras las tropelías de Cristina Fernández de Kirchner para birlarle a la oposición un consejero en la Magistratura, primero en el Senado y ahora en Diputados, parece un campo minado como para conseguir que antes del 30 de diciembre apruebe un blanqueo semejante al ministerio. 

El esquema que se busca es simple: el Gobierno "mete" miedo con el nuevo régimen de intercambio de información para que quienes no ingresaron en los últimos blanqueos, como el de 2017, se apuren a hacerlo antes de ser sancionados. En la mira están algo así como U$S100.000, montó casi mítico que el gobierno cree que puede identificar en las cuentas de argentinos en los EE.UU.. Massa ayer quiso sumarle temperatura al pánico que el Gobierno quiere generar para forzar que mas argentinos entren al blanqueo: "Cuando alguien realizó el blanqueo y ocultó información de bienes en el extranjero, y establece o se accede a información que se violó ese acuerdo con la AFIP, por lo que se está frente a la caída de ese blanqueo", dijo. 

En el blanqueo que llevó adelante Mauricio Macri  se exteriorizaron capitales por más de US$115.000; la situación claramente ahora no es la misma. El problema es que el acuerdo que acepta Estados Unidos no será tan amplio en la práctica como publicita Economía y si al mismo tiempo se podrá alcanzar todas cuentas radicadas allí.  

De la firma a la realidad puede haber un trecho importante. Hoy a las 12 se anunciará el convenio que implica una comunicación supuestamente automática entre el gobierno y el estadounidense IRS. Mas allá de la pompa del lanzamiento, conviene adelantar algunas dudas que quizás sean despejadas en el acto de hoy y la posterior conferencia de prensa y otros puntos que deberán verificarse cuando comienza a funcionar el régimen.

Entre otros temas a dilucidar esta la factibilidad de transferir toda la información de cuentas de sociedades que tienen a argentinos como beneficiarios, de sociedades argentinas puras o de argentinos que son integrantes de trusts con cuentas en EEUU. Todo indica que Estados Unidos firmará con Argentina un acuerdo IGA que activa el mecanismo de la Foreign Account Tax Compliance Act. Esto significa que Argentina tendrá con Washington un acuerdo similar al que ese país tiene firmado con Brasil, Perú, China, Israel, Canadá o México. Para los tributaristas argentinos, mediante ese esquema sólo se intercambian nombres de titulares de cuentas, datos y domicilios de radicación, pero no el nombre de los beneficiarios finales. Y esto es así porque el IRS, por la ley de secreto bancario estadounidense, ni tiene esa información ni podría darla aunque la conociera. Es decir, será complicado acceder a los nombres de quienes tienen cuentas registradas por sociedades, que son la gran mayoría de los argentinos.

El convenio entrará en vigencia a partir del 1 de enero de 2023 hasta el 30 de septiembre. Es decir que el intercambio de información será por nueve meses y ese será el plazo para saber si el Gobierno pudo activar la exteriorización de dólares de argentinos radicados en cuentas en el exterior para calmar, en parte, los nervios del mercado ante los números que muestra el Banco Central.

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